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FIGHTLAND

Descanse en paz, Nampon: Las rodillas mortales desde Buri Ram

De campesino a campeón de muay thai. Un vistazo a la vida, carrera y muerte del gran Nampon Nongkeepahuyut.

En el soleado y cálido Reino de Tailandia, los peleadores nunca mueren, sólo se desvanecen.

Sí, ha sido un mal mes para el noble arte del muay thai. Una semana más y otra figura importante del deporte competitivo se fue. Nampon Nongkeephahuyut, la superestrella de los años 80 y 90 falleció el 19 de septiembre después de una larga y extenuante batalla con el cáncer de pulmón y la tuberculosis. Tenía 47 años de edad.

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Campeón de Lumpinee en las 112 y 126 libras, enfrentó a Samart Payakaroon y a otros peleadores desde 1988 hasta 1996. Aunque era un rostro reconocido, su muerte pasó desapercibida en la prensa de Tailandia, sólo los diarios deportivos cubrieron la noticia, publicando tributos sobre el peleador originario de la Provincia de Buri Ram.

Fuera de Tailandia, el nak muay de barbilla de acero es recordado por sus peleas contra Ramon Dekkers en 1990. Nampon, el campeón reinante de Lumpinee en peso ligero en ese entonces, perdió la primera pelea en Amsterdam y se llevó la victoria por decisión en un combate muy cerrado en Bangkok. Pero dejando de lado la controversia del jueceo en Tailandia y Holanda, muchas personas siguen hablando sobre esos dos combates con reverencia. Convirtieron a Dekkers en un peleador reconocido en Tailandia y Nampon fue considerado uno de los mejores tailandeses a los cuales poner atención.

Entrar al ring para enfrentar a Nampon era como dar un paseo por un campo minado: un paso en falso y todo había acabado. No sólo era preciso son sus rodillas desde el clinch, sino que también con todas sus otras técnicas. Nampon tenía un jab como aguijón (por lo general conectaba con fuerza), y pateaba de manera excelente con ambas piernas. Sus patadas devastadoras en la pelea de campeonato peso pluma de 1990 contra Dennis Sigo inmediatamente nos hacen pensar en el antiguo proverbio tailandés, "Hombre que no puede estar de pie, no puede pelear". Limpió el suelo con el sueco en tres rounds en el Oldham Leisure Center en Inglaterra. Fue una lección para cualquier peleador europeo en la audiencia que quería enfrentar al tailandés.

Los peleadores de MMA que buscan mejorar sus rodillas desde el clinch no necesitan ver más que la forma de Nampoon y el archivo de sus peleas que está disponible en YouTube sobre cómo (intentar y) lograr hacer lo mismo contra los oponentes en la jaula. Nampoon podía atrapar a los peleadores con sus brazos y conectarlos de cerca con rodillas a las costillas, cosa que es lo que supuestamente se debe hacer desde el clinch, para ser sinceros.

Fuera del ring y lejos del clamor del público en los estadios, la batalla más grande del campeón se presentó cuando inició su retiro. Una enfermedad incurable en el pulmón lo disminuyó y pasó de ser un peleador fuerte a una persona delgada y débil que necesitaba asistencia médica constante y la ayuda de sus familiares y amigos. También es una lección para cualquier pugilista lleno de arrogancia: las enfermedades nos hacen mortales a todos, incluso a aquellos dioses distantes e inalcanzables que se presentan en el cuadrilátero cuando encendemos la televisión.

Y pese a que puede ser verdad que los nak muay tienen la tendencia a desvanecerse en el Reino de Tailandia, Nampoon nunca será olvidado por aquellos que lo conocimos como peleador, y aquellos que lo conocieron como ser humano. Descanse en paz, Nampoon, la sensación devastadora de Buri Ram. Su muerte tal vez no llegó a los titulares de la prensa esta semana, pero Nampoon deja la tierra con el legado que dejó su aportación a su país y al noble arte de las ocho extremidades.