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Los Warriors tienen tanta suerte que hasta les llueven patatas fritas

Imaginad que os caen unas patatas fritas del cielo y en paracaídas: pues si vais a ver a los Warriors podríais ser los afortunados... con el permiso de Stephen Curry.

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Decir que los Golden State Warriors han ganado el primer partido de las semifinales de conferencia es explicar una obviedad: todo el mundo contaba con ello, incluso conociendo la baja sensible de Stephen Curry.

Más allá de la aplastante victoria por 118-106 sobre los Portland Trail Blazers, los de la bahía demostraron una vez más que están tocados por una varita mágica. En medio del encuentro ante los Blazers, los jugadores recibieron un regalo celestial… unas patatas fritas que aterrizaron —no os estamos vacilando, hablamos en términos literales— en el banquillo de Steve Kerr durante un tiempo muerto:

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Draymond Green no pudo esconder su alegría al recibir la lluvia de patatas en forma de cupones. ¿Quién no querría que le enviaran una buena ración de fritas gratis con un paracaídas? Pues sí, esa es la última genialidad del show de la NBA, regalar cupones 'voladores' a los aficionados que estén viendo el encuentro en el pabellón.

Haciendo gala de su flor en el culo, Draymond Green y Andre Iguodala se 'comieron' dos paquetes que en teoría debían aterrizar en las gradas y se echaron unas risas en medio de la paliza —posteriormente maquillada por el rival— de los Warriors.

Fijaos bien en el tipo de la americana azul marino que caza el segundo cargamento: sí, ahí tenemos a Stephen Curry reboteando un piscolabis para disfrutar un poco más del juego del equipo.

El MVP, por cierto, dejó sin patatas a un par de aficionados: arriba a la izquierda podemos ver a una mujer que avisa a sus ídolos y se da cuenta de que Steph no piensa entregarle el regalito. Mientras tanto, en la parte superior derecha observamos una mano desesperada pidiendo parte del botín.

Los Warriors van tan sobrados que pueden ganar con su mejor jugador comiéndose la merienda de los aficionados en el banquillo.