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Politică

¿Y yo qué soy: errejonista, pablista o anticapitalista? Descifrando a Podemos

Eres votante de Podemos y aún no sabes en qué bando estás. Esto no impide, sin embargo, que te cagues en esa tendencia ancestral de la izquierda de crear bandos, siempre formados por personas que piensan prácticamente lo mismo.

Ya nadie duda que Podemos ha puesto patas arriba el tablero político español. Desde su mediática aparición en las últimas elecciones europeas celebradas en mayo de 2014, la formación morada no ha hecho más que implantarse en nuestra sociedad y obtener representación política en todas las instituciones de nuestro país, tanto a nivel local – a través de las mareas locales - y autonómico como a nivel nacional. Los de Iglesias cuentan con 71 escaños en el Congreso de los Diputados tras la alianza electoral con Izquierda Unida.

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En cierta medida, se puede decir que Podemos ha agitado el avispero de una sociedad aletargada en el plano político, arrastrando a una buena manada de lovers y haters a partes iguales incluso dentro de la propia izquierda. En el bando de los lovers podemos encontrar a esa nueva generación millennial desencantada con la "vieja política", que se identifica con Errejón cuando saluda con la V de victoria y nos habla de recuperar la sonrisa. También al votante de izquierdas para el cual la coleta de Pablo Iglesias representa lo mismo que en su momento la ceja de ZP para los "progres", muy mitómano y que no escatima esfuerzos en venerar la figura del líder como si fuese el mismísimo Buda, y, cómo no, al tradicional votante marxista que ha ido danzando de partido en partido hasta que vislumbró en Podemos ese caballo de Troya ideal para transformar el sistema desde dentro.

En el bando de los lovers podemos encontrar a esa nueva generación millennial desencantada con la "vieja política", que se identifica con Errejón cuando saluda con la V de victoria y nos habla de recuperar la sonrisa.

Por el contrario, en el bando de los haters nos topamos con el típico votante popularmente conocido como garzoner que odia a Coleta Morada por bocazas y descamisado, muy cultureta y que no se pierde ni una noche temática de cine independiente en alemán. Además, por supuesto, de aquellos comunistas de la vieja escuela que piden purgar cualquier atisbo de relación política con la rama trotskista que identifican con el podemismo, e incluso aquellos hippies que no se sienten representados en Podemos por no ser una formación suficientemente vegana.

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Pese a las diferencias tienen cosas en común. Las camisas, por ejemplo.

A medida que la formación morada se ha ido asentando por todo el país y ha ido ganando cuotas de poder político, los rostros visibles del partido se han multiplicado en cada territorio, cada uno con sus peculiaridades pero en todos los casos representando una cierta extrapolación de determinados planteamientos que se están discutiendo a nivel nacional.

En este contexto, en el seno de Podemos se han generado diferentes corrientes, cada una de ellas adscritas a algún liderazgo mediático: hablamos de Pablo Iglesias, secretario general y candidato de Podemos en las elecciones generales; Íñigo Errejón, portavoz en el Congreso y hombre fuerte en el diseño de las campañas electorales; así como el dúo formado por Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos Andalucía, y Miguel Urbán, eurodiputado en Bruselas, ambos pertenecientes a la organización Izquierda Anticapitalista.

¿Quién es quién?  ¿Con que apoyos cuenta cada candidatura?

En un partido de tan enorme presencia en redes sociales, especialmente Twitter, estaba claro que la mejor manera de saber con qué apoyos cuenta cada una de las sensibilidades podemitas era stalkearles su cuenta twitter. Podemos para Todas es el nombre de la candidatura que apadrina Pablo Iglesias y que cuenta con Irene Montero, Rafa Mayoral, Pablo Echenique o Manolo Monereo como rostros más célebres a nivel mediático.

A golpe de hashtag, tweet y retweet ha resultado muy sencillo también identificar con qué apoyos cuenta la candidatura Recuperar la Ilusión, o, lo que es lo mismo, el proyecto político-organizativo que defiende Íñigo Errejón.

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Por último, Por un Podemos En Movimiento es la tercera candidatura en cuanto a relevancia y apoyos obtenidos en la última consulta a la militancia, y cuenta con Izquierda Anticapitalista como principal impulsora.

Los principales apoyos orgánicos de la candidatura de Pablo Iglesias los encontramos en el grupo parlamentario del Congreso y en la mayoría de los secretarios generales autónomicos de Podemos: Galicia, Madrid, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura, Baleares, Canarias, Cantabria y Aragón. Dentro del grupo parlamentario de Podemos, su propuesta goza también de amplios apoyos: Juanma del Olmo, Noelia Vera, Javier Sánchez, Diego Cañamero, Pedro Arrojo, Alberto Rodríguez, Juan Antonio Delgado Ramos, Ione Belarra, Isabel Franco, Ana Marcello, Txema Guijarro, Sofía Castañón, Rita Bosaho Gori, Carolina Bescansa – aunque recientemente ha lanzado una iniciativa llamada Colectivo Mayo-2011 junto al también diputado Nacho Álvarez, que busca acercar posturas entre los planteamientos de Iglesias y Errejón - o Gloria Elizo.

En el plano no estrictamente político, Iglesias cuenta con el apoyo incondicional de El Nega (Los Chikos del Maíz) y del politólogo Jorge Verstrynge. Sin embargo, cuentan con menos apoyos en el Consejo Ciudadano Estatal, el principal órgano de dirección política en Podemos.

Por su parte, la candidatura liderada por Errejón cuenta con menos apoyos a nivel orgánico en las diferentes direcciones autonómicas, obteniendo sólo el respaldo de los secretarios generales autonómicos de Euskadi, Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana, así como de un número inferior de diputados: Sergio Pascual, Edu Maura, Nagua Alba, Tania Sánchez, Auxiliadora Honorato, Miguel Vila, Alberto Montero, Ana Terrón, Juan Pedro Yllanes, Ángela Ballester, Segundo González o Ángela Rodríguez. No obstante, gozan de una mayoría reseñable en el Consejo Ciudadano Estatal – algo muy relevante a la hora de desencadenarse los últimos enfrentamientos públicos -  y cuentan con el apoyo de célebres simpatizantes como la actriz porno Amarna Miller, el cantautor Ismael Serrano y el periodista deportivo Ramón Trecet.

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Por último, Izquierda Anticapitalista cuenta en su candidatura con los apoyos orgánicos de Andalucía (Teresa Rodríguez y José María González Santos "Kichi"), Catalunya y Navarra. Además, el músico Nacho Vegas recientemente firmó y apoyó públicamente su manifiesto.

¿Qué se debate?

Antes que nada, hay que matizar que no existen diferencias ideológicas de enorme calado dentro de la propia formación y que hay un amplio consenso interno en torno al modelo de país que quieren para España. La clave que explica las diferentes sensibilidades y almas dentro de Podemos gira en torno al "cómo" alcanzar dichos objetivos políticos y qué pasos se deben dar en el actual escenario político español para ganar en el futuro.

En cierta medida, lo que se está discutiendo es cómo afrontar una legislatura tan complicada como la actual, con un PSOE arrodillado y humillado por el PP, un escenario en el que Podemos tiene el reto de asumir ese rol de oposición al gobierno de Rajoy tanto dentro como fuera del parlamento sin morir de irrelevancia en el intento.

Si bien existen diferencias también a nivel organizativo, sobre el grado de poder y autonomía que debe tener el secretario general o si hay que descentralizar tanto económica como políticamente la organización en favor de las direcciones autonómicas y locales, en este reportaje nos vamos a centrar en el plano meramente teórico.

En cierta medida, lo que se está discutiendo es cómo afrontar una legislatura tan complicada como la actual, con un PSOE arrodillado y humillado por el PP

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Para Juanma del Olmo, afín a las tesis que defiende el secretario general, el debate que se está produciendo en el seno del partido "es como las discusiones familiares, sabes que convives y que te vas a poner de acuerdo, antes o después (…). Son debates teóricos que, obviamente, tienen consecuencias prácticas, pero que no se plantean desde posturas antagónicas, sino desde una compresión y lectura del momento político.

En este contexto, podemos diferir sobre cuáles son las estrategias de abordaje político del conflicto social más adecuadas en cada momento". No obstante, insiste en que "se realizan siempre bajo una misma lógica; es muchísimo más lo que compartimos que lo que nos diferencia" y que las diferencias entre las dos corrientes mayoritarias dentro de Podemos tienen que ver más en "los acentos que debemos poner en determinadas cuestiones".

En esa misma línea se manifiesta Germán Cano, miembro del Consejo Ciudadano Estatal y que comparte con Errejón el deseo de recuperar el mensaje originario del partido, de corte más populista y transversal: "Quiero pensar, y tengo además motivos razonables para ello, que, desde un punto de vista estratégico, no existen diferencias en el corazón del proyecto (…) Si hay un punto de acuerdo en todos es que la fase de máquina de guerra electoral, de lógica plebiscitaria y el centralismo y el verticalismo deben dejar paso a un partido menos tenso y más permeable".

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El futuro y la viabilidad de Podemos más allá de un contexto de crisis económica es otro de los puntos fundamentales de debate que nos expone Cano, o lo que es lo mismo, una discusión " en torno a si Podemos puede vivir en un ecosistema no marcado solo por la excepcionalidad de la crisis y sus consecuencias".

Y el quid de la cuestión: ¿en qué se diferencian?

Distintos acentos o matices en el plano teórico que tienen extrapolaciones en la práctica, "sobre la relación con otras fuerzas del cambio, sobre cómo aprovechar la tribuna parlamentaria para abrir contradicciones, avanzar un gobierno por venir y generar las estructuras de oportunidad de los movimientos sociales", tal y como nos expone Jorge Moruno, colaborador de la Secretaría Política y uno de los más estrechos colaboradores de Errejón.

Para Juanma del Olmo, en cambio, el enfoque se debe situar en torno a la pluralidad interna y la convivencia de diferentes culturas políticas en el seno del partido. "Es más un problema de subrayado. Es como cuando te juntas con un compañero o compañera de clase para estudiar, o para hacer un trabajo de una determinada asignatura, y no os ponéis de acuerdo en qué es lo más importante a resaltar de un tema. Nunca es fácil leer igual un mismo texto y extraer idénticas conclusiones. ¡Es casi imposible! En Podemos hay una convivencia de diferentes culturas políticas, una gran diversidad de experiencias sociales, que hace que nuestra visión de campo sea muy amplia y también diferente a la de un partido tradicional".

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Autoparodia en su cuenta de Instagram @ahorapodemos, gracias a El Mundo Today.

En este sentido, uno de los recursos retóricos habituales que se suele verter desde una u otra corriente es advertir del riesgo de parecerse al PSOE o al Partido Comunista y perder el "espíritu fundacional" de Podemos. Germán Cano lanza la siguiente reflexión al respecto: "¿Debemos crecer pareciéndonos a nuestro país y en qué medida debemos "parecernos", desde qué tipo de tensión con lo que está dado para poder cambiarlo? (…) ¿Hay que seguir politizando el clima de crisis interpelando no solo a los sectores más damnificados –lo que algunos compañeros llaman "los Gamonales"–, sino también a otros sectores menos damnificados económicamente, pero huérfanos políticamente?

Sobre el equilibrio entre calle y tribuna parlamentaria, añade lo siguiente: " Los "pablistas" insisten mucho en relativizar, y a veces con buenas razones, el trabajo institucional, mientras que muchos entendemos que su función es muy importante. El trabajo hegemónico debe mantener un equilibrio y una interacción constante entre las reivindicaciones que aglutinan a los de abajo, el pueblo, frente a los de arriba y su acción, digamos, más vertical desde la transformación del Estado. Por eso es absurdo pensar que existe una dicotomía rígida entre la "calle" y las "instituciones".

Es ya un tópico decir que el éxito inicial de Podemos fue desplazar el eje derecha/izquierda por el de los de abajo/los de arriba. Entre otras cosas, porque en el polo de "los de abajo" se reconocía muchísima gente.

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Otro de los aspectos en donde ambas posturas discrepan es en la relación que Podemos debe establecer con Izquierda Unida. Para Cano esa alianza electoral no debería conducir a una "fusión organizativa", puesto que ambos partidos tienen "discursos complementarios en algunos ejes, pero diferentes" y debe ser la formación morada la que lidere "un nuevo bloque histórico que ponga entre paréntesis el horizonte tradicional de la izquierda". Por su parte, Juanma del Olmo sostiene que Podemos "surgió como una confluencia y hay que seguir ensanchando ese proyecto". No obstante, matiza, no se trata de "amontonar siglas", sino de "construir una herramienta política que sea útil para aumentar las cuotas de empoderamiento popular".

En el asunto Garzón tampoco parece haber consenso. Imagen vía

El eje izquierda – derecha o arriba – abajo es otro campo de debate. La posición del sector afín a Errejón lo tiene claro: "Es ya un tópico decir que el éxito inicial de Podemos fue desplazar el eje derecha/izquierda por el de los de abajo/los de arriba. Entre otras cosas, porque en el polo de "los de abajo" se reconocía muchísima gente y podíamos alterar la composición de lugares del tablero político reordenándolo de otra manera".

Germán Cano sostiene que "Podemos debe seguir siendo esa piedra lanzada contra el sistema que condensa diferentes malestares, pero también un proyecto de construcción popular que pueda tejer identificaciones y símbolos de pertenencia (…) En ese equilibrio se juega la capacidad del proyecto de alterar la actual correlación política de fuerzas". Entonces, ¿A qué sectores debe apelar Podemos? ¿A la clase obrera? ¿O a la clase media? ¿A los de abajo? Para el errejonista Jorge Moruno, "apelar a la clase obrera como si fuera una foto de recuerdo, en lugar de verla como una red de relaciones sociales que se forman y cambian, es negar, curiosamente, la existencia de la lucha de clases".

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¿Cómo se puede acabar con la dinámica de facciones dentro de Podemos?

Jorge Moruno nos describe su visión de cómo se ha llegado a la situación actual: "Vistalegre I supuso un modelo pensado para una tarea concreta, la contienda electoral, 'podemismo de guerra'. Su dilatada extensión ha provocado que existan pocos espacios de deliberación, decisión y pluralismo (…) Hemos empezado al revés de lo normal, primero nos lanzamos, tocamos la tecla y luego nos organizamos. Esa es la verdad ilógica de Podemos".

Asimismo, el pablista Juanma del Olmo nos aporta otro factor clave a la hora de entender por qué surgen corrientes internas en Podemos y se exponen públicamente de una forma diferente a la que se suele producir en otras formaciones: "En los partidos clásicos hay un 'pegamento ideológico' que tiene sus ventajas y sus inconvenientes: ventajas porque unifica el discurso y facilita la identificación social del electorado, pero un enorme inconveniente, porque margina e ignora las diferencias y la pluralidad de voces y no es capaz de interpelar a la mayoría, al conjunto de la sociedad".

Una de las soluciones a este escenario de confrontación interna nos la ha aportado Jorge Moruno: 
"Para dejar atrás una lógica de familias hay que abrir la organización de par en par a la participación colectiva y arriesgarse a que todo pueda moverse ".

¿La visión de Pablo Iglesias y la de Íñigo Errejón son compatibles?

Existe consenso a la hora de definir como complementarias las tesis de Iglesias y Errejón. Desde todas las facciones se resta importancia a las diferencias y se subrayan las similitudes, llegando a afirmar, incluso, en palabras de Del Olmo, que "la verdadera fortaleza del proyecto" reside en poner sobre la mesa estas diferencias y debatirlas sin pudor dando voz a los diferentes agentes sociales. No piensan lo mismo, obviamente, la totalidad de sus adversarios políticos, especialmente los partidos tradicionales, aquellos que históricamente han tratado de resolver sus diferencias –con mayor o menor fortuna– únicamente en el seno del hogar. Estos partidos ven lo que en Podemos se llama debate como una clara muestra de desmembración y caos.

¿Y yo qué soy?

Sin duda, es una tarea harto complicada autoubicarse en alguna de las corrientes internas de Podemos sin realizar una reflexión teórica profunda como la que hemos expuesto anteriormente. Pero, por simplificar y haceros la vida un poco más fácil, se podría decir que si antes de la aparición de Podemos no te gustaba IU, eres errejonista, si quieres darle caña al PSOE de Susana Díaz y la gestora 24 horas al día y encabezar manifestaciones, eres pablista, y, por último, si quieres romper con la UE y la nacionalización de las eléctricas es una medida prioritaria, eres anticapitalista.

En las próximas semanas se juega buena parte del futuro inmediato de Podemos tal y como lo conocemos. ¿Habrá reconciliación fraternal? ¿Fractura y escisión? ¿Fusión con Izquierda Unida? Muy pronto lo sabremos. Vistalegre II is coming.

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