Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Zlatan Ibrahimović, ese fascinante ser humano que rompe con todas las lógicas habidas y por haber, vuelve a merecer nuestra atención. Bueno, la merece siempre, pero hoy la vuelve a merecer especialmente.Sabíamos de Zlatan que sus habilidades como artista marcial le habían dotado de una gran plasticidad en el gesto y de una elasticidad muy rara en un jugador de su envergadura. Sabíamos, por tanto, que prácticamente cualquier cosa podía ocurrir cuando él estaba en el campo.Si en la temporada 2012-13 el sueco nos deleitó con este golazo, que terminó elegido como el mejor tanto del año……la semana pasada el sueco volvió a deleitarnos con una acción que, de haber terminado en gol, habría sin duda escalado hasta los puestos de favorito para el Premio Puskás de 2016.Y eso que 2016 ni siquiera ha empezado.Lamentablemente, la obra de arte no acabó en gol por culpa del maldito poste y del maldito destino.En el partido en cuestión, correspondiente a los octavos de la Coupe de la Ligue francesa, terminó con victoria por 1-0 del PSG frente al AS Saint-Etienne. Los parisinos se clasificaron para los cuartos de final, donde les espera el Olympique de Lyon.
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