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Halloween

Los promotores de miedo en el boxeo

Más allá del peligro físico en el boxeo, existe otro elemento de carne y hueso que pone a temblar hasta a la muerte misma: los promotores.

El gran estudioso de la literatura gótica, Devendra Verma, definió la diferencia entre 'terror' y 'horror' como "la diferencia entre la atroz aprensión y la enfermiza comprensión: entre el olor de la muerte y encontrarse con el cadáver". En el deporte, y específicamente en el boxeo, el terror y el horror son parte del día a día, desde los accidentes que han acabado con la vida de los atletas, hasta los incidentes ajenos a ellos.

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En el caso del pugilismo, más allá del peligro físico al que siempre estarán expuestos los dos protagonistas sobre el ring, existe otro elemento de carne y hueso que pone a temblar hasta a la muerte misma: los promotores.

Estos peculiares personajes tienen la habilidad de mimetizarse con el ambiente que los rodea. Cargan dos caras todo el tiempo. Ante los medios y sus peleadores, presumen una gran sonrisa y su carácter luce impecable; detrás de cámaras cuentan las maletas hinchadas con fajos de dinero y planean su siguiente jugarreta, "A mí que me va a importar la carrera del peleador, lo que queremos es forrarnos de lana".

Pero como generalizar nunca es aconsejable, tenemos preparada una lista de los promotores más aterradores en la historia del boxeo, ya sea por sus fraudes millonarios, su indiferencia por el bienestar de sus boxeadores o, incluso, por haber asesinado a uno de sus empleados.

Don King

"King es un desgraciado, falso, hijo de puta. ¿Se supone que era mi 'hermano negro', no? Es un hombre malo, verdaderamente malo. Él sería capaz de matar a su madre por un dólar. Es despiadado, deplorable, avaricioso… no sabe cómo amar a los demás". Mike Tyson es una de las figuras más polémicas del deporte, pero sus declaraciones sobre Don King funcionan como el mejor resumen para todo aquel interesado en la reputación del famoso promotor.

King fue durante mucho tiempo el mandamás de los mejores boxeadores que han pisado un cuadrilátero: Muhammad Ali, Joe Frazier, George Foreman, Larry Holmes, Mike Tyson, Evander Holyfield, Julio César Chávez, Bernard Hopkins, Félix Trinidad, Roy Jones Jr., y Marco Antonio Barrera, por nombrar sólo algunos.

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Así como ayudó a la realización de peleas atemporales como "The Rumble in the Jungle" entre Foreman y Ali, y "Thrilla in Manilla" entre Ali y Frazier, King también le vio la cara a sus peleadores con fraudes, chantajes, difamaciones y demás trucos sucios para hacer su voluntad. Ali, Holmes, Tyson, Norris, Lennox Lewis, y Chris Byrd son algunos boxeadores que cayeron en las mañas del promotor estadounidense. Como si fuera poco, King pasó casi cuatro años en la cárcel después de ser acusado por homicidio involuntario de uno de sus empleados.

Detrás de las inofensivas banderitas en cada mano, y las sonrisa calurosa con la que siempre se le veía por los pasillos de los recintos, antes y después de las veladas boxísticas, se esconde un personaje aterrador.

Bob Arum

Foto: Robert Hanashiro-USA TODAY Sports

El sabio dicho, "El enemigo de mi enemigo es mi amigo" no aplica en la disputa Arum vs. King, ya que al parecer ninguno de los dos conocen el verdadero significado de la amistad más allá de una cifra millonaria. El odiado presidente de Top Rank es un hombre que sabe hacer negocios y librarse de los mismos cuando está en problemas. Abogado de profesión y empresario por astucia, Arum erigió su imperio, en parte, gracias a episodios bochornosos de fraudes, calumnias, cambios de bando y explotación de sus boxeadores.

De entre la larga lista de controversias destacan la multa de 125 mil dólares que la Comisión Atlética de Nevada le impuso por sobornar a dicha institución para que sancionara una de sus peleas en 1995, y su disputa con Don King en el 2000 luego de que Arum lo echara de cabeza al admitir en un juicio federal que habían sobornado al presidente de la Federación de Boxeo para obtener mejores niveles de audiencia en una de sus peleas. Ni siquiera Floyd Mayweather Jr. se salvó de las mañas del promotor neoyorquino, ya que el ostentoso boxeador lo acusó por no recibir la cantidad de dinero adecuada y lucrar con su talento.

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Hasta Arum quedó mal con los fans y el presidente de UFC, Dana White, luego de declarar que los seguidores de las artes marciales mixtas son "skinheads" y los peleadores de MMA se la pasan "rodando en el piso como homosexuales".

Óscar de la Hoya

Foto por Andrew Gombert/EPA

El "Golden Boy" posee un carrera relativamente corta como promotor en comparación con los dos primeros rufianes de nuestra lista. De la Hoya es más conocido por sus hazañas dentro del ring, aunque de un tiempo para acá se ha ganado el odio de los fanáticos del boxeo por la manera en que maneja gran parte de los hilos que mueven al deporte de los puñetazos.

El escándalo más sonado de índole laboral en la carrera de De la Hoya como promotor es la renuncia del ex Director Ejecutivo de Golden Boy Promotions, Richard Schaefer, en 2014 por supuestas diferencias monetarias y relacionadas con los problemas de adicción del ex campeón wélter (por nombrar sólo una categoría).Recientemente, la ruptura del campeón interino de la AMB, Luis Ortiz, con la promotora del "Golden Boy" causó controversia, ya que el boxeador cubano argumenta haber terminado su relación laboral por la falta de peleas que le colocarían en la cima de su categoría, mientras la promotora argumenta que la separación fue pacífica y sin rencores.

¿A quién creerle? Basándonos en el estado actual del boxeo donde el dinero manda, le daremos la razón a Ortiz. Además tenemos pruebas de que Golden Boy Promotions tiende a cuidar a sus peleadores favoritos al enfrentarlos con rivales muy a modo, y lucrar con sus "hazañas". El miedo que provocan este tipo de formas y gestos en el boxeo es para dar miedo, pues corremos el riesgo de que el honor y el amor por este deporte se pierda entre sus practicantes y aficionados.