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Frontera

Del profesionalismo y el alto rendimiento, al olvido en la frontera

Estuvo cerca de ser jugador profesional de Xolos. Pudo ser un brillante atleta de alto rendimiento. Todo se opacó por su accidente.
Foto: Facebook Ricardo Santiago

Su sueño el futbol, "talachero" de las canchas por gusto y fondista por descubrimiento, desafortunadamente para él, ahora no puede ni siquiera caminar. Esa es la corta descripción de Ricardo "La Sombra" Santiago, un joven de 20 años que vive en Tijuana y que no cuenta con los recursos para volver al deporte.

Era el sustento de su familia hasta que un accidente lo marginó de toda actividad física, trabajaba como "media cuchara" en la construcción y se dedicaba a mantener a su familia, compuesta por su padre, esposa y dos hijos, la menor de apenas 7 meses de nacida.

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Desde que era niño le encantaba el futbol, su padre lo incluía en sus equipos del llano, pero al inicio era banca, dada la lentitud con la que se movía en el terreno de juego.

Motivado por la desventaja ante sus compañeros, comenzó a correr, al más puro estilo de Forrest Gump, argumenta que su única opción para mejorar y ganar un lugar en el once titular era comenzar a "correr como loco y sin parar".

Ricardo, a la par del futbol en el llano, se mantuvo entrenando en las pistas y se unió a un club de corredores, todavía no descubría el que algunos compañeros le decían era su talento natural. Uno de sus entrenadores y hasta ahora amigo, Héctor "La Flecha" Hernández descubrió su verdadera vocación, "la velocidad no es tu fuerte, tú eres fondista".

Así Ricardo, mejor conocido ahora entre los corredores como "La Sombra", comenzó su historia en el atletismo de alto rendimiento. Buscaba ser el mejor en los 5km, pero de los 11 a los 13 años, pasó de ser un jugador banca, a un corredor veloz y fuerte, por lo que cambió de especialidad y se dedicó a entrenar para los 2km.

Foto: Facebook Ricardo Santiago

Con Alejandro Zamudio como su entrenador, otrora campeón nacional de 400 mts, durante 4 años y campeón de la UNAM en 400 y 800 mts, Ricardo comenzó a mejorar, ganando etapas en la pista, desde municipal, estatal y finalmente regional, por lo que obtuvo un boleto para la olimpiada nacional en Guadalajara, certamen en el que no tuvo mucho éxito, pues según dice "le pegó la altura".

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Gracias al espíritu de lucha, que a leguas es notorio, mejoró mucho su velocidad, pero su gran amor era el futbol, por lo que decidió incursionar a un nivel mayor, "yo lo único que quería era ser profesional".

"La Sombra" nos contó que al principio su corazón estaba dividido, pero que poco a poco descubrió (por no decir que se hizo macho), cuáles serían sus colores "antes le iba al América, pero ahora soy de Xolos".

Era tan bueno el nivel que alcanzó, que llegó a formar parte de las filas del cuadro fronterizo, era parte del equipo sub 20 de los canes aztecas y llegó a entrenar en múltiples ocasiones con el primer equipo, la duda era su posición.

Su estilo le gustaba a Mohamed y desempeñaba varias posiciones. Podía jugar de central, pero con el tiempo su estatura no le ayudó, también era lateral, que fue donde más jugó dada su resistencia y velocidad, o finalmente lo ponían de recuperador, el objetivo se había realizado, estaba a un paso de la primera división.

El DT a cargo de la categoría Sub 20 de los canes aztecas en aquél entonces, era el ex jugador de las águilas del América, Frankie Oviedo. El colombiano veía potencial en "La Sombra", pero tras un esguince en el empeine, el nivel y la paciencia no fueron lo suficientemente amplios y lo "cortó" a las primeras de cambio.

Pese a quedar fuera del futbol profesional, Ricardo seguía jugando futbol y entró de lleno a la "talacha", abandonó toda esperanza de jugar a un buen nivel, puesto que asegura "en México los equipos no se fijan en provincia y acá el único equipo es Xolos".

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De sueldos millonarios, a un sueño esfumado, ahora cobraba $20 dólares por partido, alcanzó buen nivel de nuevo y obtuvo campeonatos en las ligas locales, así como también títulos de goleo individual que le valieron recibir regalos de hasta $4500 pesos como regalo del dueño de un equipo en el que jugaba.

Las pistas nunca estuvieron lejos de su mente pese a tener la idea de ser futbolista profesional. La trayectoria de "La Sombra" iba en ascenso, al grado que logró colocarse como la sexta mejor marca a nivel mundial juvenil "mi vida volvió a enfocarse en ser corredor".

Pese a que Ricardo ganaba adeptos en el atletismo, jugaba cada semana con un equipo en la liga local. Pero un mal día, la vida le jugó una mala pasada.

Tras un juego que él describe como un "partidazo", ya que el equipo en el que militaba remontó 4-5 tras ir abajo en el marcador 4-2, regresó a casa en compañía de sus amigos y un accidente le cambió la vida.

Una curva repentina y la mala fortuna querían a Ricardo lejos del deporte, el derrape propició que saliera volando de la camioneta en la que viajaba, a ninguno de sus amigos le sucedió nada "afortunadamente" según dice Ricardo, quien fue el único lesionado.

Al despertar en el piso y con el sonido de la ambulancia acercándose a él, fue que las malas noticias comenzaron, Ricardo fue trasladado de emergencia a una clínica con lesiones en el rosto y en las piernas. Nuevamente su suerte lo alejaba del deporte.

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Las rótulas de sus dos piernas estaban en pedazos, la derecha partida en dos y la izquierda en cuatro, además perdió 5 piezas dentales y otras más quedaron incrustadas en sus encías.

Hoy día, Ricardo requiere de tratamiento médico que incluye cirugías para regresar al deporte, una de sus rodillas parece estar sanando sola, pero la otra requirió injerto y con suerte sanará paulatinamente, sin embargo aún tiene la mandíbula lastimada y el tratamiento dental podría alcanzar los $70000 pesos.

La mala suerte alcanzó a Ricardo en la carrera, pero poco a poco sale adelante y espera volver a correr, sus amigos lo olvidaron, son sólo algunos los que le brindan ayuda, el chofer de la camioneta en que viajaba, se dio a la fuga y de su futbol o de sus récords ya casi nadie se acuerda.

Su padre vende hot dogs en un carrito para "sacar lo de la semana", mientras que su mujer ha tenido que adaptarse a la situación y es niñera de sus sobrinos para obtener un poco de dinero extra mientras lo atiende.

"La Sombra" espera volver pronto al deporte, podría alcanzar su nivel al 100% y por qué no, volver a correr en las pistas y ganar algún premio en nombre de México, aunque sin duda sonreír de nuevo y jugar con sus hijos, correr junto a ellos, sería el mayor triunfo.