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automovilismo y futbol

La cascarita de "Checo" Pérez con pilotos de la F1 y leyendas de la Champions League

Pilotos de la Fórmula 1 y leyendas del futbol mundial se reunieron para echar una cascarita en beneficio del terremoto en Italia.
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Previo al Gran Premio de Italia de este mes, obtuvimos la respuesta a una incógnita que había permanecido sin responder durante generaciones: ¿Quién ganaría un partido de futbol 5 entre pilotos de Fórmula 1 y leyendas cuarentonas de la Champions League?

La respuesta, para nada sorprendente, es que los ex futbolistas harían añicos a los pilotos 22-10, y demostrarían un amplio dominio en la parte inicial del encuentro. Sinceramente, fue un juego de un solo lado.

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El juego fue apoyado por Heineken —patrocinador del Gran Premio de Italia— quien donaría mil euros por cada gol que se anotara en el partido destinados para las víctimas del terremoto en Italia. Al final del día, se recaudaron 32 mil euros que pudieron ser más de no haber sido porque los ex futbolistas se relajaron en la segunda mitad.

Pirès se burla de los pilotos de F1 al iniciar el juego, ¿pero sería capaz de conducir un coche de Grand Prix? De hecho, sí…

El nombre oficial de la cáscara —Campeonato Heineken sobre Pista— encajó a la perfección, ya que la cancha fue colocada sobre la recta de salida del circuito de Monza. La vista fue una combinación única de futbol y automovilismo.

A pesar de que sus carreras profesionales terminaron hace años, los ex futbolistas se vieron bastante bien —cabe resaltar que en total suman seis títulos de Champions League y cuatro Copas del Mundo—. Dida, la leyenda brasileña, se lució bajo los tres palos, bloqueando la red casi por completo con su gran estatura. El español Michel Salgado y el francés Christian Karembeau representaron a los jugadores más defensivos, mientras que el dúo francés, Robert Pires y David Trezeguet, se cansaron de atacar.

Sorpresivamente, Christian Karembeu fue quien mostró más habilidad con los pies —burlando a cada uno de los pilotos a quienes doblaba en edad— y anotó en varias ocasiones de forma ostentosa.

El equipo de F1 contaba con juventud y experiencia: Fernando Alonso, el dos veces campeón del mundo, fue el capitán del equipo y el miembro más veterano con 35 años. Estuvo acompañado de Daniel Ricciardo, Sergio Pérez, Joylon Palmer y Max Verstappen, el niño maravilla.

Todos exhibieron un enorme talento con el balón ("Checo" Pérez falló una oportunidad de gol con la portería abierta, pero esta vez se la pasaremos al mexicano). Al final del día, no corrieron con tanta suerte como para sobreponerse a sus contrincantes.

Nada extraño por aquí

Tal vez el futbolista más nato de todos es Alonso, a pesar de que se la pasó cometiendo o recibiendo faltas en todo el juego de parte de su compatriota Salgado. Verstappen desmintió su reputación como un hombre que nació sólo para correr luego de tocar el balón hábilmente y meter un gol con un poderoso cabezazo; por su parte, Palmer despejó el balón como todo buen defensor inglés haría.

A pesar de la barrida, los pilotos de F1 pueden estar satisfechos por el hecho de que si el desafío hubiese sido al revés —ex futbolistas conduciendo monoplazas sobre un circuito—, los resultados habrían sido igual de escandalosos. A lo mejor para el próximo año deberían intentarlo.