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Bernie Ecclestone la lía de nuevo asegurando que a las mujeres "no se las tomaría en serio" en la F1

El dueño de la Fórmula 1 vuelve a demostrar que es un carcamal con sus declaraciones absurdas sobre automovilismo y mujeres. A Bernie aún le escuece que le derrotaran en 1958.
Bernie Ecclestone se hace coleguilla del rey de Bahrein, Hamad ibn Isa Al Khalifah, y del presidente de Rusia, Vladímir Putin, en Sochi. Imagen vía WikiMedia Commons.

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Aquí tenemos al viejo carca ladrando de nuevo. Bernie Ecclestone, el dueño de la Fórmula 1, aseguró en el canal canadiense TSN que no cree que una mujer vuelva a competir en este deporte porque "no se las tomaría en serio".

El comentario de Ecclestone coincide en el tiempo con el lanzamiento de la campaña Dare to Be Different ("Atrévete a ser diferente"), promovida por la antigua piloto de pruebas Susie Wolff, que pretende precisamente impulsar la participación femenina en todas las áreas del automovilismo. Las declaraciones del viejo Bernie, además, llegan pocos días después del fallecimiento de la primera piloto femenina de la Fórmula 1, Maria Teresa de Filipis.

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Cabe decir que Ecclestone ha explicado en varias ocasiones su deseo de ver a una mujer en la parrilla de la F1, aunque siempre refiriéndose a los beneficios comerciales de una hipotética participación femenina. Ecclestone, sin embargo, nunca ha sido precisamente diplomático a la hora de expresar sus opiniones: cuando en 2012 Williams dio la oportunidad a Wolff, Bernie dijo que si "si Susie es tan rápida en un monoplaza como lo parece fuera del mismo, será un gran atractivo".

Por si aún necesitáis saber más sobre Ecclestone, os diremos que el británico declaró en 2005 que "las mujeres deberían ir vestidas de blanco igual que los demás aparatos domésticos".

Dejando de lado la evidente idiotez de Ecclestone, su declaración según la cual una piloto talentosa "nunca tendría un coche capaz de competir" es absurda desde todos los puntos de vista… incluido el puramente comercial: si Ferrari, por ejemplo, encontrara a una mujer que fuera tan rápida como Sebastian Vettel, lo más probable sería que moviera cielo y tierra para ofrecerle un volante.

Todas las escuderías de F1, de hecho, estarían ansiosas por llevar a la primera mujer piloto a la cima del podio: el problema hasta la fecha es que en las categorías inferiores no se da suficiente empuje a las competidoras femeninas —y que muchas veces las chicas que empiezan carecen de referentes en la élite, al revés que los chicos.

El propio Ecclestone, curiosamente, tiene experiencia a la hora de competir contra mujeres tras su efímero paso por la parrilla de la F1: en 1958, el británico intentó clasificarse para el Gran Premio de Mónaco… y fue cómodamente derrotado precisamente por —¡adivinad quién!— Maria Teresa de Filipis.