Foto: @RivalsDave
No sabemos cómo alimentaron a este adolescente de 13 años cuando era bebé para crecer de esa manera. Kiyaunta Goodwin cursa el último año de secundaria y ha causado revuelo en el mundo del futbol americano por las proporciones físicas que lo convierten en un jugador más que atractivo para los equipos universitarios de los Estados Unidos.Con sus casi dos metros de altura y su gran tonelaje, Goodwin desplaza fácilmente a sus compañeros en las prácticas y a su rivales en los partidos de su escuela. ¿Su posición? Liniero defensivo. Lógico.
Publicidad
A pesar de encontrarse en pleno desarrollo, los doctores calculan que Goodwin podría alcanzar una altura máxima de 2.28m, lo que haría de este jovencito un verdadero coloso. Para ese entonces, como dice su entrenador Chris Vaughn, "sería mejor enseñarle cómo clavar un balón en el aro".A pesar de su corta edad, Kiyaunta recibió hace poco su primera oferta de la Universidad de Kentucky para jugar en la División I, luego de recibir cortesías de la Universidad de Oregon, Purdue, Wisconsin, y Florida.
"Honestamente, este chico ama el futbol americano", comenta Tahj Rice, uno de sus compañeros de Aspirations Gym, lugar donde Goodwin entrena. "Come y sueña futbol americano, lo ama. Cuando está en el terreno de juego huele el pasto".A Kiyaunta le falta muchísimo camino por recorrer y lesiones que sortear, sobre todo considerando el gran tamaño que su cuerpo podría alcanzar para el último año de preparatoria. Sin embargo, sus entrenadores creen que su mayor virtud no es su físico, sino su determinación y disciplina para aprender y acudir con la mejor actitud a todos los entrenamientos. "Un niño de su tamaño no tendría por qué esforzarse mucho. Pero él viene y hace el trabajo con la misma voluntad que los separará del resto".