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el poder de la mente

La nueva gran arma de los atletas será... la meditación

Siempre se habla de la importancia del aspecto mental en los deportes, pero muy pocos atletas lo trabajan. En un futuro próximo será una de las grandes claves del éxito.
Photo by Matthew Emmons-USA TODAY Sports

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¿Qué es un atleta de élite? En un sentido empírico e indiscutible son superdotados: para que me entiendas, me refiero a que han sido bendecidos con un talento único del que ni tú ni yo disponemos.

Los dones más evidentes residen en el ámbito corporal: una complexión fuerte como los cimientos de un rascacielos; una variedad asombrosa de fibras musculares que ni sabíamos que existían; una coordinación ojo-mano natural; un equilibro y temple dignos de monje budista y muchos otros superpoderes que dejan boquiabiertos a los aficionados… y mandan a los periodistas a lo más hondo de las analogías para hallar algo, cualquier cosa, que pueda acercar a estos atípicos especímenes al resto de su especie.

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Hay otro elemento que secunda la fortaleza física, y quizás sea todavía más importante: la fuerza mental. Todos los deportistas de primer nivel —sea en la disciplina que sea— comparten una inmensa presión. Si saben gestionarla como es debido, se les recompensará su peso en oro.

Cabe decir que a los cirujanos, los pilotos de avión y otros profesionales similares se les somete a niveles de presión iguales o superiores… pero claro, no todos pueden salir por la tele. Es terriblemente injusto, pero mi idea aquí no es cambiar el mundo, sino analizar un fenómeno concreto, así que con tu permiso proseguiré.

Kobe Bryant era reticente a los métodos 'zen' de su entrenador Phil Jackson, pero acabó reconociendo que fueron clave en su trayectoria. Foto de Ramin Rahimian, Reuters

Así, el don más poderoso del atleta es probablemente la disciplina: la capacidad de esforzarse día tras día y sin poner excusas de mero mortal. En el mundillo de los deportistas no existe la frase "no tengo tiempo" ni el "hoy no me siento bien". Se trata de seres que juegan con lesiones grotescas; que practican tiros horas y horas después de una cruel derrota; que se entregan en cuerpo y alma a un objetivo, ya sea colectivo o personal.

Ese enfoque de tiburón, ese autocontrol salvaje, puede llevarles a una muerte prematura… o, si lo analizamos desde el punto de vista opuesto, puede ser la clave para moldear una salud mental altamente perfeccionada y refinada.

Stacey Ervin fue un atleta que encajó en este molde perfecto, uno de los mejores gimnastas universitarios de Estados Unidos que mantiene la tercera mejor puntuación de la historia en la NCAA. Sin duda, él es una atleta de élite. Como muchos de sus colegas de ese nivel, Ervin estaba comprometido con rutinas rigurosas de acondicionamiento físico, entrenamiento y nutrición.

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Cada mañana, sin embargo, robaba 15 minutos a su apretada agenda para practicar la meditación, para entrenar a su mente y mantenerla activa concentrándose en su respiración. Es un hábito que todavía mantiene a día de hoy… y según él, lo único que realmente permite mantener el nivel de autoexigencia.

Stacey Ervin tras terminar un ejercicio de suelo durante una competición en 2015. Foto de Marc Lebryk, USA TODAY Sports

La aproximación de Ervin a la salud mental no es reactiva sino proactiva. Stacey no esperó a que surgiera una crisis psicológica para ponerse a meditar: simplemente adaptó una técnica que aprendió a través de un programa de investigación en salud mental para atletas estudiantes llamado Athletes Connected.

"No pasaba por un periodo particularmente estresante", explica Ervin a VICE Sports. "Pero pensé que si había algo que me podía dar una ventaja mental en mi deporte, o en la vida en general, ¿por qué no aprovecharlo?"

Aunque los atletas están constantemente buscando maneras de superar a sus competidores, la actitud de Ervin ante la salud mental sigue siendo poco habitual.

"Creo que realizar trabajo preventivo es un tema relativamente nuevo, incluso en los centros especializados", asegura Nohelani Lawrence, psicóloga clínica y deportiva de la Universidad del Sur de California.

El estudio rigurosamente científico de las estrategias preventivas en salud mental está todavía en pañales; un informe de 2004 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa la fecha de nacimiento de este campo en los ochenta.

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Según la OMS, la prevención de la salud mental está muy relacionada con la promoción de la salud mental. Desafiar los estigmas de este tipo de enfermedades —y reconocer que se trata de un bien tan necesario como la salud física— ha allanado el camino para que las personas busquen tratamientos preventivos.

La meditación, que entrena la concentración de la mente y la capacita para silenciar las distracciones —y que además tiene beneficios directos en términos de neuroplasticidad, es decir, la alteración de la forma y la función del cerebro—, es una de las técnicas preventivas más comunes, accesibles y efectivas que existen.

En varias culturas asiáticas, la meditación es un paso importantísimo de la rutina diaria. Foto de Jorge Silva, Reuters

La meditación es un componente clave de la concienciación (mindfulness), un concepto relativamente nuevo en psicología que enfatiza la capacidad de mantenerse centrado en el presente en una sociedad atascada de estímulos.

"Los estudiantes que compiten han empezado a darse cuenta de que estar mentalmente en formatiene muchas ventajas", asegura Lawrence.

La visualización y otros métodos similares llevan siendo utilizados por los atletas desde hace bastante tiempo; la meditación, en cambio, es más reciente. Aún así, Ervin cree que su proceso diario le permite permanecer más tranquilo y centrarse mejor cuando encara algún reto. Darse 30 segundos de silencio para visualizar su rutina en la barra justo antes del evento, por ejemplo, le ha dado muy buenos resultados.

"Concentrar la atención es una buena manera de enseñarle a estos atletas técnicas que les harán estar más atentos y les permitirán absorber mejorla información, ya sea de su entrenador o de su entorno", añade Lawrence. "Serán capaces de enfocarse y concentrarse de una forma que les permitirá tener éxito o al menos les situará en el sitio adecuado para tener éxito".

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¿Por qué, entonces, los equipos de élite pasan de la meditación y la salud mental en sus programas de entrenamiento?

"Lo pondría en comparación con el ejercicio en los ochenta", contesta Mark Aoyagi, director del programa de Psicología y rendimiento deportivo de la Universidad de Denver. Este experto ha trabajado también con equipos profesionales y con la selección de atletismo de los Estados Unidos.

Conforme la fiebre del fitness creció, asegura Aoyagi, los investigadores comenzaron a examinar el entrenamiento físico con un rigor renovado; con el paso del tiempo, las investigaciones florecieron y se llegó a la conclusión de que una vida sedentaria era negativa.

La investigación de la concienciación ya está en marcha: el doctor Richard J. Davidson, de la Universidad de Wisconsin, combina la experiencia milenaria de los monjes budistas con las técnicas más recientes de visualización del cuerpo humano para cuantificar los beneficios psicológicos de la meditación.

Un estudio de resonancias magnéticas del cerebro sugiere que las emociones positivas se pueden aprender —mediante la meditación y el pensamiento positivo— de la misma manera en que uno aprende a tocar un instrumento; otro estudio indica que la meditación ayuda al cerebro a concentrarse y a pensar más y mejor. A día de hoy, existen pruebas potenciales de que las personas muy experimentadas en meditación, como las que acompañan al Dalai Lama, pueden alterar la estructura misma de su cerebro.

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Aunque las pruebas aún no son avasalladoras, los estudios sugieren que la meditación constante puede hacer muchas cosas: aliviar la depresión, incrementar la memoria, favorecer al sistema inmune, reducir la parte del cerebro que controla el miedo e incrementar las zonas del cerebro responsables de la regulación emotiva… estos primeros estudios, eso sí, han llevado al ejército de los Estados Unidos y a grandes empresas como Google a ofrecer entrenamiento mental a sus trabajadores.

"No es algo tan sencillo como que un joven baje de peso porque el nutricionista le ha ayudado a modificar su dieta", comenta la doctora Lawrence. "Creo que en la medida que los entrenadores sepan cómo medir la fortaleza mental, el coraje y la dureza anímica, se sumarán a la preparación especializada de la cabeza de los jugadores".

Aprender a centrarse en el objetivo que está justo delante de ti es primordial en el deporte universitario. Foto de Brian Spurlock, USA TODAY Sports

Hay un estigma que aún rodea a la salud mental, en especial en el mundo hipercompetitivo de los deportes; percibir un déficit en la fortaleza psicológica de un atleta puede sentenciar su carrera. Cuando algo no va bien, los preparadores físicos y entrenadores implementarán cambios en los entrenamientos y la dieta, por poner dos ejemplos; en este caso, el jugador tiene un problema y se buscan soluciones. Lo normal, vaya.

"En cambio, si en alguna ocasión se paralizan bajo presión, o si tienen alguna debilidad mental apreciable, entonces dicen de ellos, 'ah, bueno, pues creo que no son lo suficientemente fuertes mentalmente', y ahí terminan las explicaciones", explica Aoyagi. "No piensan en que es algo que se puede entrenar y cambiar, que se puede desarrollar de la misma manera que haríamos con una habilidad física".

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Pongo un ejemplo concreto de todo lo expuesto arriba. El exjugador de los Orlando Magic Nick Anderson falló cuatro tiros libres de manera consecutiva en las Finales de la NBA de 1995 contra los Houston Rockets. De haber metido cualquiera, el jugador hubiera evitado la remontada del rival, que se llevó el primer partido tras recuperarse de una desventaja de 20 puntos y acabó llevándose la gran final.

"Intenté que no me afectara, pero mi confianza flaqueó", comentó Anderson en el documental This Magic Moment de la serie _30 for 30 de ESPN._ Si se hubiera puesto énfasis en la preparación mental en esa época, quizás Anderson y sus compañeros habrían sido capaces de recuperarse de esa secuencia de tiros libres, que posteriormente definieron como la verdadera clave de su derrota en las finales.

El presidente de los New York Knicks Phil Jackson es de los pocos personajes de la NBA que da importancia a estos asuntos. El laureado exjugador y exentrenador lleva mucho tiempo trabajando con George Mumford, psicólogo deportivo y experto en concienciación, en todos sus equipos —entre los que encontramos los Bulls de Jordan y los Lakers de Shaq y Kobe.

En su momento, la prensa se mofó de Jackson llamándole 'maestro Zen', aunque el apodo ha acabado convirtiéndose en un elogio a las cualidades de su método… especialmente vistos los resultados y la conversión de algunos de sus jugadores.

La primera vez que Kobe Bryant conoció a Mumford en 1999 le pareció sospechoso. No podía creer que Jackson estuviera perdiendo tiempo de preparación para que los jugadores se sentaran en el suelo —además a oscuras— y meditaran. Con el tiempo, sin embargo, Bryant llegó a considerar a Mumford como una de las figuras más influyentes en su vida, alguien que le ayudó a aprender a lidiar con la intensa e incontenible presión que su larga, exitosa y polémica carrera trae consigo.

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"[Kobe] aún medita todos los días", declaró Mumford a VICE Sports el año pasado.

Las implicaciones de las técnicas de concentración y salud mental preventiva podrían incluso extenderse más allá del ámbito atlético y más allá del rendimiento en el sentido empírico de la palabra. Según el doctor Aoyagi, hay cada vez más estudios que sugieren que la meditación como prevención y entrenamiento de la mente puede ayudar a administrar y reducir la severidad, gravedad y duración de los desórdenes de salud mental.

"Puede llegar a ser una manera de prevenir su aparición súbita", dice la doctora Lawrence. "A algunas personas una situación de estrés les dispara la depresión o la locura. La meditación es una herramienta para ayudarte a lidiar con una variedad de situaciones y motivos de estrés en tu vida. Sin duda puede ser una manera de ayudarte a prevenir que tengas episodios de debilidad".

Tales beneficios, claro, tienen que ver con la práctica: así como un día en el gimnasio no te fortalece o una carrera larga no te prepara para correr cinco kilómetros, una única sesión de meditación no te dará los beneficios mentales que puede tener a largo plazo.

Si ya eres un corredor habituado, subir las escaleras para encontrarte con tu cita en el octavo piso no te cuesta trabajo; de la misma manera, un meditador acostumbrado podría lidiar con un episodio problemático con relativa facilidad.

"Creo que el trabajo sobre la meditación va a estar a la par del trabajo sobre el ejercicio físico en menos de una década", afirma Aoyagi. "No hay duda de que es algo positivo, pero conforme avance la tecnología podremos demostrarlo".

De momento, no está de más pensar igual que Stacey Ervin y curarse en salud. "He entendido lo importante que es mantener la claridad mental", concluye. "La salud mental es tan prioritaria para mí como la salud física".

Te dejamos un par de minutos para meditarlo, pero después no te olvides de seguir al autor en Twitter: @bdavidzarley