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¿No tienes pasta para el taxi? Pues paga al taxista con tu medalla de oro

El polaco Pawel Fajdek ganó el oro en los campeonatos de Beijing, se fue de copas a celebrarlo... y terminó usando la medalla para pagarse un taxi.
Fajdek durante su participación en el Mundial de Atletismo. Foto: Ian Walton / Getty

El pasado domingo, el polaco Pawel Fajdek compitió —imaginamos que con muchísima ilusión después de arduos años de trabajo— en el Mundial de Atletismo de Beijing para conseguir el primer lugar de su disciplina, el lanzamiento de martillo.

Después de superar y superar adversarios, Fajdek acabó ganando el primer lugar con un lanzamiento de 80,88 metros y se hizo con la medalla de oro.

Hasta ahí, nada que no hayamos visto o que no nos sepamos. Pero, después del cansado esfuerzo, llega el momento del relax… y bueno, sabemos lo que eso conlleva. Una cerveza, dos cervezas, tres cervezas, diez cervezas, veinte cervezas… suelo. Al buen Pawel se le fue un poquito la mano con el bebercio.

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Nuestras respectivas madres siempre nos dicen lo mismo: "Hijo, cena algo", "Hijo, no bebas mucho", "Hijo, ¿llevas dinero para el taxi?". Fajdek, sin embargo, no le hizo caso a la suya. El polaco se emborrachó, subió a un taxi para volver a su hotel, se dio cuenta de que no tenía dinero… y como no le entendía ni un carajo al conductor, pues pagó con lo que tenía más a mano.

Y lo que tenía más a mano resultó ser la medalla de oro que acababa de ganar.

Obviamente imaginen al siguiente día la resaca nivel 'pagué el taxi con mi medalla de oro'. A Fajdek le debió doler la cabeza y el corazón como a pocos cuando se dio cuenta de su tremenda cagada, por lo que inmediatamente entró en razón y corrió al teléfono más cercano para hablarle a la policía y contar lo que le sucedió.

Inmediatamente, y de manera efectiva, la policía china encontró al taxista que imaginamos, ya tenía colgada la medalla en el parabrisas de su coche a un lado del póster de una chica manga desnuda. Este último detalle no es absolutamente necesario para la historia, de acuerdo, pero ya que estamos pues lo contamos.

El taxista, como era de esperar, no estaba por la labor de devolverle nada a Fajdek. El conductor señaló, primero, que le habían regalado la medalla, y cuando las cosas ya se estaban poniendo medio feas para él, que el atleta no llevaba dinero y que con eso le había pagado el viaje.

Tras negociaciones entre ambos, el taxista accedió a devolver su medalla al pobre Pawel, quien a pesar de sus grandes músculos sufría un gran temblor en sus poderosas rodillas. Al final, Fajdek pudo volver a Polonia con su medalla colgada al cuello.

El atleta polaco, gran figura del atletismo, buscará incrementar su nombre y sus reconocimientos en los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro el próximo verano. Esperemos que en Brasil no se pase de rosca… y si es así, qué sé yo, que le pida a un colega que le lleve en coche o algo.