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homofobia

Conoce al equipo mexicano que combate la homofobia en el futbol

El Zorros Club de Futbol Gay se formó en 2013 con la intención de combatir la homofobia en un país donde se ha normalizado la entonación de frases antigay en los partidos del "Tri".
Foto cortesía de Zorros Club de Futbol Gay

Si has presenciado un partido de la Selección Mexicana de Futbol en vivo o por la televisión, el "grito" es algo que no pasa desapercibido. Siempre que el portero rival acomoda la pelota en el punto de despeje y agarra vuelo para golpear el balón, los fanáticos se alistan y el ruido se incrementa.

¡Ehhhhhhhh…

El portero golpea el balón y éste sale disparado.

Putoooooo!

"Puto" es una palabra profundamente ofensiva, aunque se haga pasar como lo contrario. No hay justificación alguna para usarla, pero se ha instalado en la cultura del futbol de México. Para ser justos, este mismo grito se ha escuchado en otras partes del hemisferio occidental, incluyendo los Estados Unidos.

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Esta palabra y su uso indiscriminado ponen de relieve la existencia del Zorros Club de Futbol Gay. En un país donde la homofobia sigue formando parte del tejido social, un equipo gay de futbol no sólo es un lugar para jugar a salvo o un sistema de apoyo personal; se convierte en algo más grande: una declaración política, y un contrapeso moderno y público contra los prejuicios empolvados.

"Este problema es muy grave", dice Nicolás Pineda, uno de los fundadores de Zorros. "Creo que estamos muy mal. Por ejemplo, la FIFA multó a la Federación Mexicana de Futbol por los gritos machistas en eventos deportivos, y como respuesta los oficiales de la federación dijeron que era algo "normal" en México. Por supuesto que no lo es. Si ellos no aceptan que existe un problema, entonces no podremos progresar para erradicarlo".

El "grito de puto" ha sido defendido, increíblemente, durante años por personas que deberían saber sus implicaciones. Al igual que otras ofensas, se cree que no pasa nada porque se usan con regularidad en todas partes.

En medio de este panorama deportivo, los Zorros emergió en 2013 de un equipo llamado Tri Gay, conjunto que participó en 2012 en el Campeonato del Mundo de la Asociación Internacional de Futbol para Gays y Lesbianas en la Ciudad de México.

De mayo 26 a junio 4, los Zorros harán su debut internacional al norte de la frontera.

Foto cortesía del equipo

La mayoría del equipo está conformado por estudiantes universitarios, quienes para pagar el viaje recaudaron fondos en línea. Llegaron fácilmente a su meta de mil dólares, pero a muchos se les negó al visa por falta de comprobación de ingresos. El equipo tuvo que buscar jugadores de reemplazo para completar el planter.

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"Vale la pena destacar que la mayoría de las personas que nos ayudaron no fueron de México", dice Pineda. "Fue algo nada grato".

La gran mayoría del dinero llegó de los Estados Unidos. Un equipo estadounidense de Florida también les ofreció agua y equipo. Los gestos fueron bien recibidos, pero también demuestra el largo camino que los Zorros tienen que recorrer en su país para ser aceptados.

Aunque los Zorros no han experimentado muchos incidentes durante sus partidos en México, también han buscado evitarlos. "Hace dos años tuvimos problemas cuando el otro equipo, desde luego heterosexual, nos insultó", dice Pineda. "Es machismo. Hemos sido hostigados en redes sociales por los mismos mexicanos. El machismo en México es un problema muy grave presente en todos los deportes, no sólo en el futbol".

Ahora que los Zorros han logrado captar la atención de los medios mexicanos un poco más, la sección de comentarios de sus perfiles se han convertido en un lugar para el odio.

En una encuesta realizada a los jugadores, pocos reportaron haber sido discriminados en el campo de juego por su sexualidad, aunque sí escucharon insultos homófobos de vez en cuando. Sin embargo, el equipo no se siente completamente seguro en la liga. "No estoy de acuerdo con la segregación", dice Rod, delantero de 28 años del equipo. "Pero por el momento es la solución para muchos".

Los Zorros tienen que enfrentarse a estereotipos arraigados profundamente. "Algunos atletas creen que los deportes son exclusivos de los heterosexuales, y ven a la comunidad LGBT como personas inferiores, incapaces de tener el nivel para competir", dice Alfonso, defensa de 26 años.

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"En una ocasión, un entrenador gritó 'esto es para hombre'", añade Freddy, delantero de 38 años.

En medio de esta virulencia, Pine dice que "el principio más importante es la amistad. Más que un equipo, intentamos formar una familia, un grupo con valores". La edad de los jugadores ronda entre los 17 y 38 años, y se encuentran en diferentes etapas de aceptación. No se necesita haber salido del clóset para formar parte del equipo si algún jugador prefiere guardar su privacidad.

"Nuestro objetivo es ser aceptados por la sociedad mexicana, pero también lograr la autoaceptación de los jugadores", dice Pineda, quien salió del clóset cuando se mudó a la Ciudad de México para estudiar la universidad a los 21.

Lo principal es hacer sentir seguros, cómodos y amados a los jugadores. El equipo es un lugar donde te puedes concentrar y disfrutar del futbol sin tener que preocuparte por otras cosas. "Como amo el futbol, me pareció una mejor idea practicarlo con personas como yo", dice Marck Palacios, delantero de 29 años.

Los Zorros tienen grandes ambiciones. Esperan ganar una medalla en los World OutGames, y después llegar a los Gay Games de París en 2018 y EuroGames en Roma 2019.

El conjunto quiere ser tan exitoso como sea posible en el escenario internacional, porque el éxito podría llevarles atención positiva. Y esto a su vez podría ayudar a normalizar la homosexualidad en un país donde los insultos homófobos son la norma. La aceptación comienza por la norma. "Será algo muy bueno para la comunidad", dice Pineda.

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México evoluciona muy lento en su tolerancia de diferentes orientaciones sexuales. "Es difícil pero creo que es una cuestión generacional", dice Palacios. "Llegaremos a un punto donde esto se acabará y podremos aceptarnos".

Para ayudar a acelerar el proceso, los Zorros quieren acabar con los estereotipos, incluyendo aquel que dice que los gays no son aptos para la actividad física. "Queremos demostrar que estamos al nivel de cualquiera, sin importar la raza, religión u orientación sexual. Nuestra meta es infundir confianza en la comunidad para estar conscientes de que el futbol y los deportes son para todos".

Los Zorros no sólo quieren ganar partidos. Están aquí para convencer a su país que todo mundo tiene derecho de cumplir sus metas.

"Para mí, los Zorros es un equipo importante porque no sólo jugamos por el resultado, sino por todos los jóvenes que buscan generar un cambio en la sociedad y estar bien con ellos mismos", dice Neth Saucedo, mediocampista de 29 años. "Darnos a conocer ayuda a crear consciencia".