Hace cuatro años, las autoridades capitalinas elevaron el precio de este transporte; sin embargo persisten las inundaciones, fallas eléctricas y saturación.
Las tensiones entre Pyongyang y Washington siguen creciendo luego de la sexta prueba realizada por el gobierno de Kim Jong-un el pasado 3 de septiembre.
La semana pasada la Casa Blanca expuso ante las Naciones Unidas la necesidad de imponerles sanciones, luego de que probaran una presunta bomba de hidrógeno.
El fenómeno natural ha dejado devastada la isla, según reportes de protección civil. Hasta el momento el número de muertos es de 10 personas, debido a las penetraciones del mar en la zona costera.
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