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La viuda del escritor está trabajando ahora con una compañía de cannabis para cultivar las variedades que rescató de su marido, que eventualmente se venderán en los dispensarios recreativos y por supuesto se llamará "Gonzo". Thompson le dijo en broma a Times que no le importaría convertirse en una "narcotraficante".Conocido por su vínculo con las bebidas alcohólicas y las sustancias ilícitas —"dos bolsas de hierba, setenta y cinco cápsulas de mescalina, cinco hojas de ácido de alta potencia, la mitad de un salero lleno de cocaína y toda una galaxia de píldoras multicolores"— el escritor era vocal sobre su adoración por el cannabis:"Siempre me ha gustado la mariguana. Ha sido una fuente de alegría y consuelo para mí durante muchos años y todavía pienso en ella como una sustancia básica de la vida, junto con la cerveza, el hielo y las toronjas; y millones de estadounidenses están de acuerdo conmigo".Sigue a Allison Tierney en Twitter.