¿Por qué Sir Alex Ferguson se quedó con las ganas de fichar a Maldini?

En el futbol abundan historias que se quedaron en meras posibilidades. "Si x o y jugador hubiese fichado por x o y club, la historia del futbol habría sido diferente". Tal vez la exageración se debe al anhelo que provocó en nosotros la fallida transferencia/compra del jugador que siempre quisimos ver vistiendo los colores del equipo de nuestros amores. Sir Alex Ferguson es una de las celebridades del futbol que se quedó con las ganas de fichar a Paolo Maldini en la década de los 90. ¿La razón? Es un poco difícil de entender en el futbol moderno.

Durante el lanzamiento de la International Champions Cup, torneo amistoso que se disputa en verano y que sirve de pretemporada para algunos de los clubes más grandes del mundo, el legendario ex entrenador del Manchester United contó la anécdota de cuando Maldini rechazó su oferta para jugar de rojo. El rechazo se dio por algo bastante ajeno al futbol moderno, una virtud que se ha perdido en los últimos años por culpa de las inversiones millonarias que muchos clubes han experimentado para poder comprar a los mejores futbolistas al precio que sea.

"Intenté fichar a Maldini, pero cuando conocí a su padre [la respuesta] fue muy contundente, movió la cabeza de un lado a otro", confesó Ferguson ante el público presente. "[Maldini] me dijo, 'Mi abuelo es Milán, mi padre es Milán, yo soy Milán, mis hijos son Milán. Olvídalo'".

La lealtad de la familia Maldini hacia el AC Milan era/es cosa seria y, de acuerdo a las declaraciones de Ferguson, este fue el primer y único impedimento para que el italiano no cambiara los colores sobre el terreno de juego. La decisión fue atinada, ya que a lo largo de sus 25 años con los Rossoneri, Maldini ganaría siete campeonatos de Seria A y cinco títulos europeos —jamás podremos saber qué habría ganado bajo las órdenes de Ferguson, pero no dudamos que mínimo hubiese sumado una campeonato de la Premier League—.

En nuestros tiempos, la lealtad en el futbol ha perdido su significado casi por completo. Quizá algún día, la ansiedad y ambición del mercado llegue a tal punto que sólo podamos recordar esta palabra al escuchar anécdotas como esta.