Restaban 16.3 segundos en el reloj de aquel All-Star Game de la NBA de 2012. El equipo de la Conferencia Este, encabezado por LeBron James, perdía por dos puntos ante el conjunto del Oeste, encabezado por Kobe Bryant. No era una misión imposible empatar, o incluso darle la vuelta al juego, con la infinidad de tiempo que encerraban los 16 segundos. A diferencia de muchos deportes, el basquetbol se conforma con muy poco tiempo para cambiar drásticamente el rumbo de un partido.Cuando todos esperaban que LeBron James, en ese entonces jugador del Heat de Miami, se echara el equipo al hombro, tomara la responsabilidad del tiro a la hora cero y, mínimo, empatara el juego después de recibir el balón, algo cruzó por su mente que le hizo pasar el balón en dos ocasiones —primero a Deron Williams, quien se quedó corto con su tiro de tres, y segundo a Dwight Howard quien nunca pudo recibir el "pase" de James porque fue interceptado por Blake Griffin—. Ese "algo" pudo ser muchas cosas, tal vez miedo a regarla al no poder encestar el tiro del triunfo o miedo a su marcaje, Kobe Bryant.En el vídeo podemos ver cómo LeBron, luego de recibir el balón, titubea ante la marca de Bryant, y en lugar de enfrentarse uno contra uno, prefiere pasar el balón a Williams. El destino quería que LeBron se llevara la ovación de sus compañeros y el público, y le premió regalándole la posesión de nuevo. ¿Qué hizo el Rey? Cometer el mismo error de la primera jugada. De haberse enfrentado con Bryant, LeBron tomaba el desafío de la batalla uno contra uno, entre los dors mejores hombres de la duela. Pudo haberlo superado si hubiese decidido atacar el tablero o hacer una finta para ejecutar un tiro flotado, pero no… el Rey se acobardó y prefirió vivir con el "hubiera" en su memoria. Una raya más al tigre cuando estaba en su apogeo criticar a LeBron que se escondía en los momentos clave.El reclamo y la molestia de Kobe fue evidente al final del partido, por el hecho de que LeBron no le haya regalado al público el duelo uno contra uno que querían ve. Igualmente, se percibía cierto sentimiento de culpa en LeBron, quien se llevó los brazos a la cabeza. De acuerdo a varios testigos, Kobe le dijo a James en los últimos segundos del partido, "¡Tira el puto balón!", y Carmelo Anthony no pudo más que lanzarle una mirada de "ni modo" a James cuando vio que éste mandó el pase aterrado. "Ajá, Kobe me dijo que tirara, cómo me gustaría tener la oportunidad de nuevo", comentó James después del encuentro.El All-Star Game no es un encuentro trascendental para la carrera de los basquetbolistas, sin embargo es el escenario perfecto para hacer trucos y demás cosas que no solemos ver con tanta regularidad en los juegos de temporada regular y/o postemporada. A LeBron le temblaron las piernas para aceptar su responsabilidad, pero tampoco lo podemos culpar, ya que como dicen por ahí "rajarse también es de valientes".
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