FYI.

This story is over 5 years old.

FIGHTLAND

Samart Payakaroon: El rey de los peleadores de muay thai

No muchos peleadores de muay thai se mudan con éxito al boxeo occidental, pero Samart Payakaroon fue uno de los mejores.
Photos courtesy of the author

En el muay thai, los grandes peleadores van y vienen, pero un nombre que sigue firme en la lista de leyendas del deporte y que destaca entre los demás, es el rey de los peleadores y para muchos el mejor de los mejores, Samart Payakaroon.

Incluso ahora, lejos de la "era dorada del muay thai", muchos peleadores y expertos creen que "Baby Face Tiger" era el peleador más talentoso en agraciar las esquinas de un ring.

Publicidad

Como muchos peleadores de su generación, Samart ascendió de manera complicada. Nacido en 1962 en la provincia Chachoengsao en el sur de Tailandia, Samart se inició en el muay thai a los 10 años de edad. Se mudó a la ciudad de Pattaya en 1975, peleó bajo la tutela del gran Yodtong Senanan en el gimnasio Sityodthong. No fue un atleta dotado, el joven impresionó a sus maestros siendo un "feemue" (peleador técnico), que tenía buena coordinación entre manos y ojos, y reflejos sobrenaturales que compensaban por la falta de habilidades físicas naturales.

Bajo la enseñanza del famoso promotor tailandés Songchai Ratanasuban, rápidamente se volvió conocido como el mejor peleador en Bangkok. Usando su patada frontal (teep) para iniciar sus ataques, deslizándose y conectando a sus oponentes con golpes angulares, el golpeador se convirtió en pugilista, y ganó su primer cinturón de Lumpinee cuando tenía 17 años. A partir de entonces, entre 1980 y 1981, el imparable adolescente consiguió cada título de Lumpinee desde las 105 libras hasta las 116.

Los oponentes de Samart fueron una lista de titanes del muay thai. Fue el primero en derrotar al invencible Nongkhai Sor Prapasorn, ganó peleas contra peleadores duros como Nampon Nongkeephahuyut y perdió peleas agotadoras ante peleadores como Wanjannoi Sor Palangchai y Dieselnoi Chor Thanasukarn, probablemente el mejor muay khao (peleador que utiliza primordialmente las rodillas) de todos los tiempos. Tristemente, no hay videos de tales combates.

Publicidad

Pero es ahí donde esta historia da un giro interesante. Incapaz de progresar en el deporte, en 1982 Samart se inició en el boxeo occidental. La transición del muay thai al boxeo fue complicada. Durante algunas peleas, Samart tenía que detenerse ya que intentaba patear, lanzar rodillas y codos por instinto, y tuvo que limitarse a usar sólo los puños, usar más movimiento de cabeza y trabajar en su movimiento de pies.

El peleador de muay thai prefirió usar la guardia de zurdo para sus combates de boxeo, y después de subir en los rankings, ganó el campeonato super gallo del CMB al derrotar al guerrero mexicano Lupe Pintor en cinco rounds en 1986. Su trayectoria como campeón de boxeo fue breve. Samart defendió con éxito su título ante Juan Meza, pero perdió por nocaut en su segunda defensa cuando enfrentó aJeff Fenech en 1987. Sin embargo, Samart había acortado el hueco entre el muay thai y el boxeo occidental, y demostró que los peleadores del arte de las ocho extremidades podían competir contra los del arte de dos.

No muchos nak muay (peleadores profesionales de muay thai) profesionales tienen las habilidades y destreza para mudarse al boxeo. Dejando esa hazaña de lado, ¿qué hacía que Samart fuese tan especial como peleador? Los mejores siempre tienen estilo, y un gran arsenal. Tomemos como ejemplo su característica patada lateral. Podrías escuchar que no hay tal cosa como una patada lateral en el muay thai, pero los "expertos que mantienen tal postura" nunca han visto la contribución de Samart: la patada lateral de muay thai (teep lateral).

Publicidad

Velocidad, fuerza, cálculo del tiempo, movimiento. Samart era un conjunto de talentos de combate. Maestro del engaño y de atacar después de atraer a su oponente a una trampa, era capaz de provocar a sus oponentes con movimientos torpes antes de usar su propio ímpetu para lanzar un golpe potente a la cabeza. Dotado de una habilidad innata y sin precedentes para ver venir los golpes, Samart usaba sus rodillas y codos para defenderse de golpes y usaba la patada frontal, y la infame teep lateral para prevenir el clinch (y mantener su rostro intacto).

¿Y sobre su estilo de boxeo? Se ha discutido que cualquier nak muay que se pase al boxeo tendrá el mismo problema. Que no podrán golpear, boxear y que no tienen buen cabeceo. Pero eso no sucedía con Samart. En su presentación más fina como boxeador, Samart derrotó a Juan Meza en su combate de1986 con sus habilidades evasivas antes de conectar al veterano en la cabeza y enviarlo al suelo con una izquierda que le dio la victoria en el round 12.

No sólo era artista en el ring, sino que Samart también era cantante (y su voz es mucho mejor que la de Tyson Futy) y actuó en varias películas de acción. Aun así, no dejó las peleas de lado. Con sus puños entrenados en el arte del boxeo, continuó en el kickboxing y pudo derrotar a toda una nueva generación en escenarios tailandeses e internacionales. Sus peleas contra Samransek Muengsurin, Gilbert Ballantine y Murat Comert aún se discuten entre aficionados. El encantador peleador continuó con su carrera de boxeo pero finalmente la dejó después de ser noqueado en el octavo asalto de una pelea de campeonato de la AMB por el maestro peso pluma Eloy Rojas de Venezuela. No se deprimió por la derrota en el boxeo. Todavía le quedaba el muay thai. Y una nueva carrera como cantante pop.

A pesar de sus caídas, y de aquellos que criticaban su falta de poder y disciplina, Samart vive en el corazón y recuerdos de los tailandeses como un campeón, un rey de reyes, y una estrella del deporte, aún incapaz de caminar por las calles de Bangkok sin ser reconocido por los taxistas y vendedores ambulantes. Era, es, y siempre será, una deidad para los peleadores y seguidores del deporte, su héroe, y su favorito para derrotar farangs (extranjeros de ascendencia europea).

Recordándolo, su récord no es sólo respetable, es memorable. En muay thai, Samart tuvo 150 combates, 129 victorias (30 por nocaut), 19 derrotas y dos empates; en boxeo, 23 peleas, 21 victorias (12 por nocaut) y dos derrotas. Ahora puedes encontrar al genio del boxeo en el gimnasio Popteeratham Muay Thai en las afueras de Bangkok entrenando a una nueva generación de peleadores, tanto tailandeses como extranjeros. El rey de los pateadores lamenta el paso del tiempo, la falta de arte en el ring, los incomprensibles errores de jueceo y la presencia de gángsters y apostadores en cada esquina del muay thai. Tal vez el viejo campeón se pone sentimental por los viejos tiempos y la era dorada del muay thai.