¿Y si Usain Bolt pateara a gol?: Así entiende Jamaica la velocidad en el futbol
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Copa Oro 2017

¿Y si Usain Bolt pateara a gol?: Así entiende Jamaica la velocidad en el futbol

Un país con una larga tradición de velocidad en la pista, ha buscado impregnar esa misma característica al futbol. ¿Lo ha logrado?

Las banderas con los colores institucionales ondean por lo alto, los adolescentes han tomado la calle para celebrar. No gritan por un gol, se trata del orgullo escolar. El ensordecedor sonido de las vuvuzelas acompaña el camino del "Dream Team" hasta la plataforma en donde son presentados como héroes frente a sus compañeros de Edwin Allen High, la escuela ganadora de la edición 2017 del Campeonato de Atletismo de Niños y Niñas en Jamaica. La competencia que existe desde 1910, con participación de mujeres desde 1957, reúne año con año a 35 mil personas en el Estadio Nacional de Kingston para presenciar las competencias atléticas entre 120 escuelas secundarias del país en cuatro jornadas. Es ahí donde se tejen los sueños de los velocistas del futuro para Jamaica.

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En ese estadio también se juega futbol, pero nada es tan popular y gratificante como los Champs. La última vez que su selección clasificó a una Copa del Mundo fue en 1998, y desde entonces, todos los intentos han fallado y tampoco estarán en Rusia. La mayor hazaña reciente fue la pasada Copa Oro, cuando fueron subcampeones al perder ante México, uno de sus rivales en la cita de este año. Esos niños que hoy atienden a las órdenes de sus entrenadores con reloj en mano tienen pocos motivos para inspirarse en el futbol.

Los alumnos practican durante todo el año en la pista que tienen a su alcance, horas de extenuante trabajo resultan en segundos de prueba que marcarán su camino hacia el éxito o el fracaso. El entusiasmo es más que orgullo, en un país de oportunidades escasas de educación y empleo, ser rápido puede significar salir de la pobreza. Lo fue para Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo apareció para ganar la plata en los 200 metros durante la edición 2010 de los Champs, en representación de su escuela William Knibb School. Poco después, Jamaica tuvo al héroe y al mayor reto para los próximos atletas con la consagración mundial de su velocidad.

Los Champs son el origen de los mejores atletas jamaicanos y responsables de que alrededor del mundo cuando se habla de ellos, la referencia sea una imagen barrida de hombres y mujeres desafiando al tiempo. Su bandera es reconocida por cualquiera sobre los hombros de Usain Bolt tras cruzar la meta, pero el ícono de la fábrica de velocistas está a punto de despedirse y los esfuerzos por encontrar a los sucesores de sus campeones no se detiene nunca.

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Esa fama también es parte de las creencias populares que pocas veces buscan respuestas racionales y se dan por hecho en los estereotipos. Los jamaicanos siempre han estado bajo la mirada de la ciencia, la supuesta predisposición genética para la potencia y la velocidad es motivo de diversos estudios que intentan explicar cómo un país con poco más de tres millones de habitantes puede tener a tantos campeones en una prueba atlética. El debate respecto a la presencia del "gen que codifica la velocidad", conocido como ACTN3, es interminable y tuvo origen en el relato heroico de los guerreros Maroon, esclavos africanos que se liberaron del control británico en 1738, y a quienes les atribuyen el inicio de generaciones de velocistas.

El investigador de la Universidad de Glasgow, Yannis Pitsiladis, y el presidente de la Universidad de la Tecnología en Kingston, Errol Morrison, dedicaron años a la recolección de material genético para analizarlo y descubrir si aquella historia estaba realmente vinculada a su éxito sobre las pistas. De acuerdo con sus resultados, el gen ACTN3 codifica la proteína con el mismo nombre que ejerce sus funciones en las fibras musculares esqueléticas, la ausencia de dicha proteína en estas fibras significa mayor resistencia aeróbica, de ahí el beneficio que ofrece a corredores de velocidad. El hallazgo confirmó la herencia genética de los antiguos esclavos africanos presentes en Jamaica, sin embargo, los investigadores niegan que la proteína sea un factor determinante.

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Cuando Bolt ha sido cuestionado acerca de este tema, la respuesta ha estado en los Champs. Otros investigadores han enfocado sus estudios en la alimentación que deja de lado la dieta basada en alimentos procesados y privilegia el consumo de frutas y verduras. También han analizado el terreno montañoso en donde se entrenan y el espíritu de la competencia movido por la necesidad de una vida de mejor calidad, es decir, la velocidad como vehículo para escapar de la pobreza.

La historia le ha hecho justicia a sus esfuerzos permanentes por destacar en las pistas, además de Usain Bolt, Asafa Powell, Yohan Blake y Ellaine Thompson han llenado de orgullo a los jamaicanos. Como no ha podido hacerlo el futbol con una liga establecida desde 1970. Ahí también hay fanáticos del balón, Usain Bolt es uno de ellos y hasta se ha planteado la posibilidad de continuar su carrera deportiva sobre las canchas de futbol. El extécnico de esa selección, Winfried Schafer, declaró en 2014 que la posibilidad de tenerlo en el equipo lo entusiasmaba y cómo no, el hombre más rápido del mundo en una de las bandas sería envidiable.

Ser parte de la selección todavía es un sueño para Usain Bolt y un área de oportunidad para el deporte jamaicano el poder unir su estructura de desarrollo de velocistas con un proyecto futbolístico. A pesar de ello, el equipo de futbol ha sido siempre señalado por esa característica y muy pocas veces destacan algún otro detalle de su juego. Sin embargo, Winfried Schafer buscó que durante su gestión su equipo fuera reconocido por la calidad de su juego con un planteamiento habitual de 4-4-2: "En nuestra Jamaica, no se trata de tener fuerza. Tenemos una técnica que muchos en la región no entienden. Somos más que velocidad y músculo". La reiteración de ese gen que todo el mundo les atribuye parecía enfadarlo.

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Schafer dejó de ser director técnico de la Selección de Jamaica, ahora es Theodore Whitmore, exfutbolista de casa, quien coordina desde el banquillo; pero el trabajo que el entrenador alemán realizó durante tres años al mando, se reflejó en el debut de jóvenes y la incorporación de jugadores de la Premier League y la MLS. Durante su exitosa participación en Copa América, la plantilla contó con 20 jugadores de ambas ligas. Ante tal decisión, así como ha ocurrido en otros casos, Schafer debió responder a las críticas que le exigían jugadores puramente nacidos en el país.

Destacado por su velocidad y precisión al ataque, Giles Barnes, delantero del Orlando City, nació en Barking, Inglaterra, y defendió la camiseta de ese país con la selección Sub-19; sin embargo, el origen de sus padres le dio la posibilidad de jugar con Jamaica en el representativo mayor y la tomó. Su debut ocurrió en 2015, año en que ayudó a su equipo a llegar a la final de la Copa Oro. A pesar de vestir otros colores, nunca estuvo confundido sobre sus sentimientos: "Jamaica fue siempre mi primer amor", dijo para el portal de la Concacaf y añadió respecto a su primera participación: "Crecí en una familia jamaicana y me crié de esa manera. Para mí, jugar y representar a mi país, Jamaica, escuchar el himno nacional y llegar a hacerlo frente a mis padres, es un momento que nunca se me quitará de la mente".

Jamaica tiene a Barnes, pero se ha perdido de muchos otros talentos de la Premier League que prefieren jugar para la selección del país en donde nacieron y crecieron. Como Kyle Walker, defensa del Tottenham, nacido en Sheffield pero con ascendencia jamaicana por parte de su padre, que decidió formar parte del conjunto inglés. Caso similar al de Chris Smalling, Danny Rose, Alex Oxlade-Chamberlain, Daniel Sturridge, cuyos abuelos nacieron en el país caribeño y pudieron ser su acceso al equipo.

En 2016, un ranking de los 20 jugadores más rápidos de la Premier League contó a cuatro elementos con orígenes en Jamaica, ninguno de ellos parece tener destino entre los Reggae Boyz. Michail Antonio es jugador del West Ham, su tope máximo registró entonces 34.47 km/h, a pesar de su ascendencia y los constantes llamados a ponerse la camiseta amarilla, ha preferido reservarse para la oportunidad de representar a Inglaterra. Andre Gray es delantero del Burnley y su registro fue de 34.87 km/h, tiene ambas nacionalidades, pero también sueña con recibir la convocatoria del equipo que dirige Gareth Southgate.

Además de Kyle Walker, quien marcaba una velocidad de 35.18 km/h, el jugador londinense del Arsenal, Theo Walcott, apareció en esa lista con 34.78 km/h, su padre es jamaicano y él ya cuenta 47 partidos y 8 goles con el equipo de los Tres Leones.

Jamaica tiene poca trayectoria y futuro qué ofrecer a los futbolistas jóvenes y hambrientos de títulos, un proyecto futbolístico, como el que tienen para desarrollar atletas, podría ser el imán que les hace falta para demostrar competitividad. Los recursos económicos son un problema. O claro, un título. Lo más cercano fue su participación en la Copa Oro del 2015, no obstante, en esta edición, su plantilla está disminuida en estrellas, conformada por jugadores de la liga de su país y del futbol estadounidense: MLS, NASL y USL.