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Comida

Estas heces revelaron que comían las personas en el siglo XVII

Según el investigador Jakob Ørnbjerg, la apodada “popó obispal” —el objeto de estudio— ha ayudado a los científicos a hacer historia “a través de la puerta trasera”
Photo via Flickr user sunnyUK

¿Cómo te gustaría ser recordado?

Sí, dentro de varios cientos de años, la gente del planeta (suponiendo que siga existiendo) invocaran tu nombre, ¿cómo te gustaría que pensaran en ti? ¿Por tus buenas acciones? ¿El arte que creaste? ¿El amor que compartiste?

O, ¿porque encontraron tus heces? O sea, literalmente, tu popó.

Ahora puedes imaginar el dolor del Obispo Jens Bicherod. El hombre no tiene página de Wikipedia y una rápida búsqueda por Google sugiere que ha sido olvidado. Pero recientemente, unos científicos redescubrieron una muestra notable de heces procedente de esa época. Están muy emocionados, ya que revela toda clase de hechos sobre lo que la gente de Dinamarca comía cotidianamente en el siglo XVII. Lo que es más, dicen que esa popó es propiedad de Bicherod.

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¡Vaya forma de ser recordado! Pero en serio, si lo piensas por un momento, el Obispo Bicherod está haciéndole un favor a la humanidad. Gracias a su excremento.

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La historia comienza en 1937, cuando los investigadores descubrieron una pieza de heces muy bien conservada en la letrina del palacio obispal que fue demolido en la ciudad de Aalborg, Dinamarca. La popó no fue examinada sino hasta hace poco, cuando alguien tuvo la brillante idea de que analizarla podría ayudar a rastrear la inmigración en Dinamarca entre los años 1450 y 1650; y por lo visto, informar también cuál era la dieta cotidiana de los lugareños.

Sacaron la popó de la bodega y ¡voilà! El arqueobotánico Peter Mose Jensen del Museo Moesgaard dijo que examinó atentamente la mierda. "Simplemente la diseccioné, con mucho cuidado", le contó a la televisión local. Y lo que encontró fueron rastros de cloudberry (un tipo de mora extinta), grosella negra y trigo sarraceno; evidentemente la dieta de los lugareños en esa época.

Mientras tanto, cuando examinaban el "objeto", los investigadores dedujeron que probablemente la popó provenía del cuerpo de Jens Bicherod. Supusieron esto, porque fue el obispo de Aalborg desde 1693 hasta su muerte en 1708.

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El excremento, dicen los científicos, "es completamente único". Jakob Ørnbjerg de la Universidad Aarhus le dijo a TV2 News: "Como historiador, estoy sumamente complacido".

Ørnbjerg, por ejemplo, parece mantener el sentido del humor sobre el estudio. Dijo que la apodada "popó obispal" —el objeto de estudio— ha ayudado a los científicos a hacer historia "a través de la puerta trasera". Asimismo dijo, "Esta pieza de mierda es un pequeño trozo de nuestra historia compartida y de cómo Dinamarca se convirtió en lo que es hoy".

Sugerimos que la próxima vez que visites el baño, imagines que se desata un holocausto nuclear, justo ahí mismo. Entonces quizá los reptilianos del futuro podrían descubrir tu excremento y rastrearlo hasta ti.

Podrías conseguir la inmortalidad, igual que el buen Obispo Bicherod.