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Esto es tan absurdo que parece un chiste. Es como si hubiera un complejo sistema de cables invisibles, o como si alguien hubiera grabado una serie de pases y después los hubiera reproducido al revés, o alguna locura de este tipo. Pero no: aparquemos las teorías de la conspiración, porque la modesta Isthmian League inglesa jamás tendrá presupuesto para este tipo de escenografía. La jugada es tan disparatada como parece.Durante un partido de la Division One North entre el Thurrock FC y el Romford FC —dos equipos del este de Londres—, un despeje del defensa Kamarl Duncan se convirtió por arte de magia en un gol en propia totalmente inesperado. Una corriente de aire más potente que Chuck Norris con restreñimiento mandó la pelota primero hacia atrás y después directamente al fondo de las mallas, dejando en la miseria al pobre portero Rhys Madden. Si lo hubiesen querido hacer no lo habrían logrado en la vida.A todo esto, el partido terminó 1-1. Sí, ya sabíamos que todos estabais impacientes por saber el resultado… tanto como por saber que el Thurrock es cuarto y el Romford es decimosexto en la tabla. Tranquilos, no nos lo agradezcáis, para eso estamos, ¡a mandar!