Imagen vía ACB Photo
Sigue a VICE Sports en Facebook para descubrir qué hay más allá del juego:Abrimos la serie Villanos con un argentino de sonrisa fácil que se transforma en un auténtico cabrón sobre de la pista: Andrés Nocioni, jugador del Real Madrid de baloncesto. A continuación, un repaso de las mejores anécdotas que ha dejado durante su trayectoria."Me tienen los huevos lleno [sic] con el vestido!!! Paren un poco!!". Así respondía Andrés Nocioni, jugador del Real Madrid de baloncesto, al famoso fenómeno del vestido viral que era azul y negro… ¿o era blanco y dorado?Las pelotas de Nocioni —y las de baloncesto también— explican gran parte de la trayectoria profesional del argentino, un jugador de raza y un auténtico guerrero sobre las canchas que ha alimentado su leyenda a base de triunfos… y también de golpes bajos y polémicas.El jugador de Santa Fe rápidamente dio el salto a Europa. En verano del mismo 1999 fichó por el TAU Cerámica de Vitoria; pasó una temporada allí, se marchó cedido al Minorista.net Manresa y posteriormente volvió a Gasteiz para brillar y llevarse el MVP de la ACB en 2004. Su éxito le valió un pase a la NBA, donde jugó ocho temporadas entre los Chicago Bulls, los Sacramento Kings y los Philadelphia 76ers.En EEUU se las tuvo con todos; el Chapu, de hecho, estuvo cerca de emular la Batalla de Auburn Hills en varias ocasiones. En su temporada de novato le metió un codazo a Tayshaun Prince y se encaró con Udonis Haslem tras repartir estopa a Dwyane Wade; un espectador le lanzó un refresco para redondear la escena. "Fue una falta ridícula, una jugada de gamberro", comentó Stan Van Gundy, entonces entrenador de los Miami Heat.Más adelante se las tuvo con Ruben Patterson, un polémico suplente de Los Angeles Clippers registrado como agresor sexual. Entre ambos protagonizaron un choque que se saldó a codazos y trompicones. "Es un jugador sucio", afirmó Patterson ante la agresividad del argentino.El 'gamberro', no obstante, completó uno de sus mejores años en la temporada 2004-05: ese mismo verano se había proclamado campeón olímpico en Atenas y su primera campaña en la NBA se saldó con unos números excelentes. Ocho años más tarde, cuando terminó su etapa en la liga norteamericana, a Nocioni se le consideraba un excelente sexto hombre; entre Chicago, Sacramento y Philadelphia, Andrés promedió unos nada desdeñables 10,2 puntos y 4,5 rebotes por partido.Nocioni, pues, ya lleva dos décadas repartiendo cera y forjándose una identidad única que le ha permitido llenar su vitrina de títulos."Siempre he aportado cosas que el talento no da", asegura el propio Chapu. "El talento es algo relativo. Cada uno tiene sus cosas buenas y malas. Es mi manera de jugar y ver el deporte, y sé que muchos me juzgan por ser un jugador muy duro y sucio".El año pasado, Nocioni completó una de sus temporadas más exitosas con el efervescente Real Madrid de Pablo Laso. "Dada mi temporada, nunca pensé que podría ser MVP… pero un viejo siempre tiene algo para sorprender", comentó el argentino tras ganar la Euroliga y ser proclamado MVP del torneo gracias a sus intangibles.Dos títulos de la liga ACB, cuatro Copas del Rey y varias medallas con la selección albiceleste confirman que cualquier buen equipo necesita a un 'gamberro' como él dentro de la pista.El Chapu se toma su mala reputación con buen humor. "Todos los árbitros me odian, pero eso es porque no me conoce en la calle", bromea. Sin un balón de por medio, Nocioni es risueño, simpático y cercano. "Quizás su mayor talento sea el corazón", le elogiaba Pablo Laso, su entrenador."La gente me ve en la cancha y se piensa que soy un mal tipo. Una vez estaba en un videoclub y un chiquito quería saludarme, pero no se animaba. La madre me vio y le dijo: 'No, no, que este tiene una mala hostia…'", recordaba en Colgados del aro.Nocioni tuvo una relación tumultuosa con su actual compañero de vestuario, el mallorquín Rudy Fernández, con el que protagonizó intensos duelos cuando estaban en el Baskonia y el DKV Joventut respectivamente. "Aparte de un grandísimo jugador, el Chapu es una bellísima persona", dice ahora el balear.¿Por qué El Chapu?, le preguntaban hace unos años en Argentina. "Desde muy chiquito, creo que fue mi hermano quien empezó a llamarme Chapu, más que nada cuando iba a la pileta [piscina] y empezaba a ponerme colorado", explicaba él.El Chapulín Colorado fue una parodia de las series de superhéroes producida por la televisión mexicana. La cabecera del programa rezaba así: "Más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo es un corazón… es ¡El Chapulín Colorado!".Tirando de corazón, Nocioni sigue al pie del cañón y es una pieza clave del mejor Madrid del siglo XXI. El Barça tendrá que andarse con cuidado, ya que el argentino tiene recuerdos pelotudos en el Palau Blaugrana.En abril del 2014, el argentino protagonizó el que quizás sea el mejor partido de su trayectoria deportiva. El Baskonia remontó 19 puntos de desventaja en la segunda mitad y se convirtió en el primer visitante en ganar en el Palau desde 2006 en un partido de Euroliga.El Chapu finalizó con 37 puntos, 32 de ellos en un segundo tiempo antológico que demostró toda su capacidad de lucha. Bueno, eso, y que sus pelotas, a veces, pueden ser una obra de arte.Y las de baloncesto también.Sigue al autor en Twitter: @guillealvarez41
Cuestión de huevos
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Una de las últimas imágenes controvertidas del argentino ocurrió durante el último play-off final de la Liga Endesa, en el que el Madrid confirmó su año perfecto conquistando el Palau Blaugrana y el título liguero.Nocioni tiró de pelotas por enésima vez, pero en esta ocasión simplemente se los quiso enseñar a la afición azulgrana. Posteriormente justificó su acción y quiso aclarar que sus gestos no tenían nada que ver con la identidad del rival. Eso sí, remató su alegato diciendo que fue algo que le salió de corazón.
Este jueves, el Chapu vuelve a visitar la pista del Barça en el Top 16 de la Euroliga en un partido que promete emociones fuertes… y ahí es donde brilla la faceta más oscura del alero argentino.Su historial de agresividad se remonta a sus orígenes, pero sobre todo se consolidó en su etapa en la NBA. "Yo era un caballo salvaje suelto", rememoraba Nocioni en el programa Colgados del aro. "Nunca me caractericé por mi talento".Nocioni empezó con 13 años como semi-profesional y pronto, con apenas 15, disputó sus primeros partidos al máximo nivel en la Liga argentina. En el preolímpico de 1999 se adelantó a Pau Gasol y se presentó al público global con un mate estratosférico en toda la cara de Kevin Garnett.Qué grande #Nocioni! jaja @SoyElChapu: "Es increíble lo que acabamos de hacer. Ayude en todo lo que pude" http://t.co/OdevqcC1ut
— .:: Real Madrid ::. (@Siempre_RM) June 25, 2015
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Repartiendo estopa en la NBA
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"La gente me ve y se piensa que soy un mal tipo"
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Tras ganar la Euroliga, emuló el beso de Maradona y Caniggia con su compatriota Campazzo y causó furor en Argentina. Despierta odio dentro de la cancha, pero fuera de ella es todo lo contrario.Mi primer amor y mi segundo amor!!! Jajaja pic.twitter.com/hOOP7TceYY
— Andrés Nocioni (@SoyElChapu) May 17, 2015