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Adiós Stockton y Malone, ¡Hola Hayward y Gobert!

El Jazz de Utah busca superar de una vez por todas la ya lejana época de Karl Malone y John Stockton. Una nueva camada de jugadores jóvenes busca devolver al Jazz al protagonismo
Jeff Swinger - USA Today Sports

Cuando se habla del Jazz de Utah, solo se habla de su época dorada con John Stockton y Karl "El Cartero" Malone. Fueron grandes tiempos donde este equipo le hizo creer a algunas personas que eran capaces de ganarle a los Bulls de Jordan en dos finales seguidas. Desafortunadamente, eso no ocurrió y Malone y Stockton se convirtieron en dos de los mejores jugadores que nunca ganaron un título. Stockton rompería el récord de más asistencias en la historia de la liga, Malone volvería a llegar a las finales con los Lakers pero perdería contra los Pistons. Eso sí, terminaría su carrera en segundo lugar de mayor cantidad de puntos en la historia, solo debajo de Kareem Abdul-Jabbar.

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Después vino una época obscura para el Jazz. Tendrían un poquito de gloria con las mejores temporadas de Deron Williams y Carlos Boozer, la gente se emocionaría con el juego y los terribles tatuajes de Andrei Kirilenko y llegarían a la final de conferencia contra los Spurs en el 2006, pero no volverían a ver una final. Del 2007 hasta ahora, solo cuentan con cuatro participaciones en playoffs en las que la más lejana fue hasta las semifinales de conferencia.

Adelanten el tiempo hasta hoy (¡magia!), donde el Jazz se encuentra en el cuarto lugar de la conferencia del oeste y tiene todo para llegar lejos. Ahora cuentan con jugadores como Gordon Hayward, líder del equipo que está promediando 21.8 puntos por partido, 3.5 asistencias y 5.5 rebotes. Rudy Gobert, el francés de los mil apodos que no tiene miedo de intentar tapar absolutamente todo lo que venga en su dirección. Promedia 13.8 puntos por partido, 2.9 tapones y 12.9 rebotes. La lista de talento nuevo sigue con George Hill, Rodney Hood, Derrick Favors, Joe Johnson (sí, ese Joe Johnson intentando lograr el éxito en el ocaso de su carrera), Joe Ingles y Shelvin Mack, entre otros. Un equipo de lo que muchos pueden considerar desconocidos que ha logrado posicionarse dentro de los primeros cuatro de la conferencia más cabrona de la NBA.

Algo que es muy importante y que hay que mencionar es cómo se fue formando este equipo. No lo hicieron con cambios llamativos para intentar formar un big three, coff coff Boston, coff coff, Miami, coff coff, Cleveland, coff coff, Golden State. No buscaron firmar a la súper estrella que se encargara de echarse el equipo al hombro.

No, lo hicieron a la antigua, con paciencia, scouting y talento. Buscaron las piezas y dejaron que poco a poco fueran mejorando. Que todos fueran embonando en la máquina para lograr algo realmente excepcional y traer de regreso el éxito a Salt Lake City. Jugaron a la larga y hasta ahora van ganando, cosa que me da mucha esperanza porque este modelo de equipo ya no se ve. Sí, en gran parte tuvieron que hacer lo que hicieron por ser de un mercado pequeño, los Lakers, Knicks, etc., jamás harían esto porque tienen mucho más dinero y son más atractivos para los jugadores estrellas pero, díganme, ¿dónde están los Lakers y los Knicks? En el fondo de sus respectivas conferencias sin posibilidades de clasificar a los playoffs. La paciencia y el trabajo duro han rendido frutos para este equipo de Utah y el futuro solo pinta mejor.

No soy un loco, no estoy diciendo que van a salir campeones este año, me queda muy claro que tienen que enfrentarse a los Rockets, Spurs y Warriors pero si los playoffs empezaran hoy, les tocaría contra los Clippers, equipo que está en una caída libre sin paracaídas al fondo del infierno basquetbolero. De ganarles, cosa que veo demasiado factible, les tocaría contra Golden State. Ahí la cosa se pondría bien difícil pero si se da, les aseguro que los Warriors no los barrerían. Utah daría pelea y tendríamos una serie muy entretenida.

Eso es este año. Con el tiempo y algunos ajustes en el róster, creo que el Jazz puede volver a jugar una final y, tomando en cuenta cómo está el este, tal vez ganarla. Es momento de dejar a un lado los recuerdos de Malone, Stockton, Hornacek, Williams, Bell, Boozer y Kirilenko y empezar a soñar con este nuevo equipo. Podrá pasar desapercibido por la mayoría mientras gana y gana sin llamar la atención, pero, ¿saben quién también hace eso? Los ninjas.

Exacto.