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están pirados

Cape Fear: surfeando las olas más peligrosas del mundo

El Red Bull Cape Fear es uno de los eventos de surf más arriesgados que existen por el tamaño de las olas y su cercanía con los acantilados... pero aún así no faltan locos con ganas de tirarse al agua y competir.
Brett Hemmings / Red Bull Content Pool​

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Te resultaría difícil encontrar a un empleado de Red Bull que te negara que el pasado lunes y martes fueron dos de los días más estresantes que jamás haya vivido. También te sería imposible encontrar a un surfista, estuviera compitiendo en el evento o no, que no te dijera que su corazón dio un tumbo al ver las colosales olas en Cape Solander.

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Todo ello se debe a que el Red Bull Cape Fear —el evento anual de surf que la marca energética celebra en Australia— fue un éxito absoluto… que transcurrió todo el rato al filo de la catástrofe. Tal vez por eso fue una victoria tan celebrada.

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Para los que no estén familiarizados con la zona, Cape Solander —también conocido como Cape Fear, 'Cabo del Miedo'— está situado en la punta del sur de la bahía de Botany en Sídney: no hay ola en el mundo que rompa tan cerca de un acantilado escarpado. Dicho acantilado —en el que el arrecife empieza justo donde se forma el tubo— ha sido bautizado como The Surgeons Table, es decir, la mesa del cirujano.

Dejaremos que tu imaginación haga el resto.

Foto de Ed Sloane, Red Bull Content Pool

Este es el tipo de evento de surf que no cuenta con ninguna fecha preestablecida: la maquinaria arranca cuando el meteorólogo de la empresa ve el oleaje adecuado, y hace unas semanas avisó de que había encontrado algo. Lo que halló fue, literalmente, la tormenta del siglo.

Se trataba de una tormenta que arrasó con las Islas Fiyi e Indonesia, destruyendo casas y edificios, y finalmente destrozó parte de la costa este de Australia, provocando pérdidas millonarias. Por supuesto, también fue una tormenta que creó olas nunca vistas en Cape Solander.

Cuando el director del evento Mark Mathews llegó al lugar de la competición, por lo tanto,se enfrentó con una de las decisiones más difíciles: ¿Sería sensato dejar que estos 16 jóvenes surfistas compitieran bajo esas condiciones?

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Foto de Matt Dunbar, Red Bull Content Pool

Sin tapujos, y sin miedo a equivocarnos, podemos asegurar que alguien podría haber muerto. De hecho, alguien debería haber muerto vistas las circunstancias, pero milagrosamente la peor lesión en los dos días de competición en Cape Fear fue un corte en la cabeza que llevó a un tipo al hospital.

Mark, que de no ser por una lesión en el hombro hubiera competido junto al resto, decidió que él solo no podía tomar una decisión así: se realizó un voto secreto entre todos los surfistas… y todos votaron que sí.

El lunes 6 de junio, a las 11 de la mañana, sonó la primera bocina del evento. Durante los primeros cinco minutos, nadie quería entrar al agua: todos miraban, pero nadie se animaba hasta que Justen Jughead Allport, bombero de la NSW Central Coast, entró al agua. Durante las dos horas siguientes, el mundo del surf se mantuvo en suspense.

Foto de Spence Hornby, Red Bull Content Pool

Es gracioso porque cuando observas una competición de surf casi siempre hay una ronda de aplausos y gritos después de cada buena ola, o cuando alguien completa una ronda épica o sale de un tubo que parecía imposible de dominar. En este contexto, en cambio, la gente ya gritaba incluso antes de que los surfistas se tiraran a por una ola… y claro, también cuando conseguían salir vivos de ellas.

Mientras tanto, sin embargo, fui testigo de los 30 segundos más silenciosos que haya presenciado jamás viendo una competición en directo.

Después de dos horas de eliminatorias, la competición fue cancelada: las condiciones se pusieron cada vez más peligrosas y la cantidad de olas apropiadas para surfear disminuyó ostensiblemente. El día siguiente fue un poco menos aterrador, ya que el oleaje había bajado un poco, pero seguía siendo una auténtica locura.

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Cada uno de los concursantes del Red Bull Cape Fear 2016 demostró una increíble confianza en su talento… y también que les falta un tornillo, porque nadie en su sano juicio habría atacado esas olas como ellos lo hicieron. Estos chicos, en su mayoría surfistas undergroundque ni son famosos ni mediáticos, sobrevivieron al océano en su estado más traicionero.

Foto de Brett Hemmings, Red Bull Content Pool

Los profesionales del circuito de la World Surf League, que tenían día libre en Fiyi, validaron la proeza de sus colegas desde la barra del bar. "En Namotu lo estamos flipando", escribió Mick Fanning en Instagram. "¡Sois un grupo de pirados! ¡Pasadlo en grande, pero manteneos seguros!".

Al final del día, el trofeo fue para uno de los candidatos más sorprendentes: Russell Bierke, un chaval de la zona de tan solo 18 años, se llevó la victoria ante la furia del océano. Lo hizo, además, con mucho estilo: consiguió un 10 en una de las bombas de la final.

Foto de Brett Hemmings, Red Bull Content Pool

"Para mí ese diez definitivamente fue lo más destacado del evento", nos explicó Russ tras la locura. "Creí que la ola iba a romper sobre el arrecife y caer sobre mí. Me pregunté seriamente por qué estaba a punto de entrar en el tubo, pero a veces solo obedeces a los impulsos y sigues adelante".

Russ resumió el evento a la perfección: a veces uno piensa: "¿por qué estoy haciendo esto?", pero simplemente no puedes dejar de hacerlo. Fue un brillante esfuerzo colectivo del equipo de Red Bull, de Mark Mathews, de los surfistas y del equipo de seguridad, que hicieron del Cape Fear un evento brillante, aterrador y emocionante.

Hasta la próxima.