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​El nuevo alcalde de Valencia venderá el tanque de Rita Barberá

El Audi A8 blindado que utilizaba la exalcaldesa será puesto a la venta y sustituido por un vehículo mucho más sencillo.

El tanque aparcado en medio de un carril bus. Imagen vía.

Existe la fiesta y luego existe LA FIESTA en Valencia. Existe la corrupción y luego existe LA CORRUPCIÓN en Valencia. Existe la gente y luego está Rita Barberá. Esta mujer, acorde con las políticas municipales, es un barril de excentricidades y excesos. Como era de esperar, el parque móvil correspondiente a su legislatura en el Ayuntamiento de Valencia estaba a la altura de las expectativas: su coche era una máquina de matar. Pero primero aclaremos una cosa, con esto de "tanque" no me estoy refiriendo a ese viejo Lancia que tuvo aparcado durante 23 años en el garaje del Ayuntamiento de Valencia y que, según el consistorio, la Policía impidió retirar como medida de seguridad, ya que la alcaldesa era un claro objetivo de ETA. Con esto de "tanque" me refiero al Audi A8 oficial que utilizaba la alcaldesa para moverse por la capital. El aparato estaba completamente blindado —ETA—, consumía más de 20 litros cada 100 kilómetros y se pasaba las normativas de circulación por sus enormes pelotas mecánicas. Ante tal despropósito el nuevo alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha decidido ponerlo a la venta y en vez de ese Audi utilizar un Ford Mondeo, que "es un supercoche y está fabricado en Valencia, no sé por qué no podemos ir en uno de estos, no pasa nada. Hay gestos que indican el querer estar por encima, pero a mí me gusta ser normal, 'normalet'" comenta Ribó.

En la ciudad de los excesos las cosas empiezan a cambiar, y es que si el alcalde se pone a vender todas las cosas inútiles —y que cada año van acumulando pérdidas— que hay en la localidad valenciana (el aeropuerto fantasma, el circuito urbano de Fórmula 1, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el derroche energético con los excesos en el alumbrado público, las inversiones en estadios y clubes de fútbol y el exagerado cóctel de alcoholes que supone la famosa "agua de Valencia" entre muchos otros horrores) las arcas públicas van a ir sobradas y no va a existir espacio físico para almacenar tanto dinero.

Que un alcalde espete frases como esta, "voy en bici de casa al trabajo (…). Tengo coche y me gusta conducirlo, que quede claro, pero en la ciudad hay que fomentar el transporte público y la bicicleta" es motivo de orgullo para un ciudadano. Claro que sí, véndete el coche y dale caña a las bicis oficiales (blindadas o no).