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playoffs

¡Cuando están más 'METS'idisímos que nunca en la Serie Mundial!

Increíble la manera en que los Mets se recuperaron tras media temporada para llegar a la Serie Mundial... y lo de Marco Estrada, igual de memorable.
Foto: Elsa / Getty Images

Desde 2000 no están en una Serie Mundial, desde 1986 no son campeones absolutos…

Estos Mets, quienes llegaron en la expansión sesentera para devolverle una plaza neoyorquina a las Grandes Ligas (se fueron los Dodgers de Brooklyn y los Gigantes a San Francisco), son el equipo que parece darle algo de la identidad a la "urbe de hierro" que los Yankees parece en un rato no la podrán dar.

Un equipo práctico, de los que se las ingenian para ganar en el Playoff donde muchos (hasta millonarios) se arrugan, eso es este combo Metropolitano, con la explosividad ofensiva del "héroe" Daniel Murphy secundando al cuerpo de abridores más jóvenes de toda la ofensiva, se las ingeniaron para salir de un 41-41 en el que estaban sumidos a media temporada.

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La historia la sabemos: cayeron en un fangoso tobogán los Nacionales de Washington y subieron como la espuma para llevarse la División Este; los Mets con la adición del cubano Yoenis Céspedes, clase de pelotero que siempre levanta.

Curiosamente, los Cubs –con esa horda de chamacos "del futuro" Soler, Rizzo, Castro, Schwarber, Baez- cayeron el día en el cual supuestamente llegaba el DeLorean con Marty McFly, ni pex… la defensiva y practicidad metropolitanas fueron mucho engranaje.

Ahora, estos "otros" neoyorquinos de azul y naranja, esperan ansiosos al ganador del duelo entre Reales y Azulejos, equipos que regresan al Kauffman de KC a ver si se van a siete o qué rollo…

Hablando de Toronto, en el juego de supervivencia, vaya pieza de canijo juegazo que se tiró el mexicano Marco Estrada para mantener a los pajarracos azules en la pelea por el campeonato de la Americana.

Estrada con un cambio mortífero, una serenidad de monje y una inteligencia de espía -no lactar con esa recta de 90 mph que los hacía bailar-, el diestro reventó 108 pichadas, para 72 strikes y 7.2 entradas las cuales REALMENTE necesitaba el staff de lanzadores de los Azulejos, quienes tuvieron que aventar a la loma a su short stop la noche anterior, de ese tamaño.

Toronto estará en la pelea en Kansas City, eso es un hecho, aunque los Reales quieren demostrar quiénes son en la localía…

De esas cosas del beisbol, los Dodgers ya prácticamente le dieron las gracias a Don Mattingly. Una cosa es calificar a playoffs, otra muy distinta es hacerlo con el equipo MÁS CARO y no ganar una serie.

Eso le costó a "Donnie Baseball" la chamba, ya cuando algunos aficionados le decían "Donkey Baseball" o cuando veías a André Ethier haciéndole manoteos, algo de plano no andaba bien ahí.

Los Dodgers, si son tantito inteligentes, deberán revisar a detalle cuáles peloteros entran al playoff a no aportar, pues la falta de liderazgo es evidente, tanto como la anemia de Adrián González a la hora buena.

El 446-363 de marca que dejó Mattingly al frente de los azules, lo deja como atractivo para un mercado donde (oh, por Dios, ¡ellos!) ese híbrido llamado Marlines de Miami estarían interesados por él. Así es la onda.