Los Juegos Paralímpicos (también) son un desastre

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Los Juegos Olímpicos de Brasil se salvaron de las crisis y las polémicas gracias al brillo de los deportistas. En los Juegos Paralímpicos, que empiezan hoy —a partir de las 23 horas la ceremonia de inauguración—, parece que solo el desempeño de los atletas podrá hacer obviar un nuevo y lamentable balance organizativo.

Hasta el último momento no se supo si el evento se podría celebrar. "Nunca, en sus 56 años de historia, habíamos afrontado circunstancias como estas", explicó hace unos días Phil Craven, presidente del Comité Paralímpico Internacional (IPC). "Sabíamos que había dificultades, pero no que fueran tan críticas".

Para tirar adelante con los Juegos estaba previsto usar 170 millones de euros financiados exclusivamente por entidades privadas, pero el Comité Organizador de Río 2016 comunicó a un par de meses del inicio del evento que se habían quedado sin un centavo para los Paralímpicos.

Para salvar el tipo, el ayuntamiento de Río ha aportado 40 millones y el gobierno estatal ha puesto otros 30 a través de tres grandes empresas públicas —incluida la petrolera Petrobras, fuente del mayor escándalo de corrupción del país que ha terminado con la vida política de Dilma Rousseff—.

Aunque la organización se mostró optimista con el número de entradas vendidas en los últimos días, todo parece indicar que habrá mucho público que aprovechará los bajos precios —unos tres euros por entrada de día— para ir a visitar el parque olímpico y no precisamente para ver a los 4 350 deportistas inscritos. A pesar de la cifra récord de participantes, serán los Paralímpicos con menor financiación —menos de la mitad de lo acordado— y menor público —se han vendido dos millones de entradas, y sobran medio millón— de la historia.

Todo apunta a que la experiencia de los deportistas paralímpicos se verá seriamente mermada, pero también es cierto que de superación saben un trecho. A ver si el desastre vuelve a quedarse en anécdota gracias a sus gestas deportivas.

En Río habrá 127 deportistas españoles, la mitad debutantes, que intentarán batir los 42 metales de la delegación en Londres 2012.