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copa luis nofal

River se lleva el Superclásico de Verano ante Boca y la bronca no pudo faltar

En un Boca-River todo es personal.

No te mueras nunca sin ver un Boca Juniors-River Plate.

Nos cuentan, para nosotros los desafortunados que nunca hemos estados en la Bombonera o en el Monumental, que lo que sentimos por el futbol de este lado en el hemisferio norte no se compara en nada con la pasión que se transpira en Argentina. Cuando rueda el balón, desde el asfalto carcomido hasta el césped perfectamente podado, los actores dan todo por su arte sin importar quién los vea y la trascendencia del partido. Para los argentinos, todo en el futbol es un asunto personal.

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Recordemos que en el cono sur ya es verano, y los equipos argentinos disputan todo tipo de Copas amistosas… excepto cuando se trata de un River-Boca. Los torneos de verano comenzaron desde el 16 de enero con el enfrentamiento entre Banfield y Gimnasia por la Copa Clásico del Sur, y concluyeron el día de ayer con el partidazo entre Independiente y Racing por la Copa Clásico de Avellaneda, pero sin duda el choque más atractivo de todos fue el del Superclásico de Argentina, Boca Juniors versus River Plate que se jugó hace dos días.

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Y como suele pasar (casi) siempre que estos dos gigantes del continente americano se citan en una cancha de futbol, la bronca nunca puede faltar.

El partido en sí hizo honor al torneo que se disputaba, es decir, fue un partido sin mucha acción en el que a River le alcanzó con dos tantos; Arturo Mina y Sebastián Driussi los autores, uno desde los once pasos y el otro de jugada parada.

Faltaban diez minutos para el final del encuentro, pero por más "amistoso" que sea un partido entre Millonarios y Xeneizes las costumbres se respetan y no faltó la calentura de algunos jugadores para que el Superclásico de verano pudiese estar a la altura de su tradición. La bronca empieza a los dos minutos con 17 segundos (por si eres fan de Boca y no quieres volver a ver los goles que tu equipo se comió). Y, por supuesto, no podía faltar la peculiar calentura de los cronistas. La pasión no conoce objetividad.

Por parte de Boca, el ex jugador del Club América, Darío Benedetto, y Juan Isaurralde, fueron expulsados mientras que del otro lado, Sebastián Driussi, autor de uno de los goles, también se fue a las regaderas a pocos minutos del final. El destino se había cumplido una vez más, y el River-Boca sigue siendo el mismo. Los Xeneizes tendrán que esperar hasta la semana 24 de la Primera División Argentina para disputar una edición más del partido donde la pasión se materializa en cánticos, chiflidos, goles, y puñetazos.