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cambió el balón por la play

Cómo vivir jugando al FIFA y ganar 200.000€

David Soriano dejó su Jaén natal para convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo de FIFA. Vive y entrena ocho horas al día en una 'Gaming house'.
Foto de Alex Biescas

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La ilusión de crío de David Soriano era, como la de tantos otros chavales en España, ser futbolista. Jugaba por las calles de Marmolejo, un pueblo de Jaén de poco más de 7.000 habitantes en el que el balón era la distracción principal hasta que un día cambió los chutes por la Play. Siguió jugando a fútbol, virtualmente, y pese a que no llegó nunca a ser futbolista puede decir que se ha acercado bastante. Hoy es Davidsp1490 en el mundo online, uno de los mejores jugadores del mundo de FIFA. Y vive de ello.

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Pero los inicios, como suele ser en las buenas historias, no fueron fáciles. La primera barrera, en casa: "Mis padres son de campo de toda la vida y no veían bien que le dedicara tantas horas a la videoconsola. Nunca quisieron que me dedicara a esto, preferían que hiciera otra cosa, que estudiara", asegura. Pero no todos en su familia lo vieron de la misma manera y su tío fue la clave para que David hoy esté en el Top-10 mundial: "Él siempre me decía que podía vivir de esto, que era bueno. En parte he llegado hasta aquí gracias a él". Y así lo hizo.

Con el paso del tiempo David se dio cuenta de que no solo podía ganar a sus amigos del pueblo, sino que también podía hacerlo online y derrotar a la mayoría de sus contrincantes: "Empecé a buscar por internet, me interesé por el mundillo y vi que había competiciones online. Quise competir y fui entrando poco a poco. Ganaba los torneos y estaba en los primeros puestos de los rankings". Fue entonces cuando sus padres empezaron a cambiar de opinión: "En mi primera competición presencial perdí, pero me di cuenta de que se me daba bien de verdad. Me saqué un dinero, no para vivir de ello, pero aquel día mis padres se empezaron a interesar en el videojuego".

David Soriano, ganador de la final de la Liga Oficial PlayStation. Imagen cedida por el jugador

Pero el cambio más importante en su vida, como en la de cualquier futbolista, fue su fichaje por un club. Hoy juega para KPI Gaming y fue precisamente después de sus primeros torneos cuando recaló en su primer equipo: "Me llamaron varios clubs y ahí es cuando ves que puedes vivir de esto". Y es que la carrera de David ha ido en paralelo a la evolución de los deportes electrónicos: "En mi primera competición no había casi gente, nadie lo seguía por internet y ahora juego en escenarios llenos de público". Una evolución que ha llevado a equipos profesionales, como el Valencia o el Baskonia, a crear secciones de eSports. Y a los jugadores a sentir lo mismo que los futbolistas: "Cuantos estás en una final sientes ese gusanillo de competir. Y si marcas un gol la sensación es la misma que la de un futbolista".

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David (derecha) junto a su compañero @FranLuque10 durante la feria de videojuegos Barcelona Games World. Foto de Alex Biescas

Sin embargo los videojuegos, a diferencia del deporte tradicional, tienen un gran handicap: cambian cada año. El reglamento del fútbol apenas ha cambiado en los últimos 20 años mientras que cada año sacan un nuevo FIFA. "Es algo que a los profesionales nos perjudica, tenemos que empezar de nuevo cada vez, las tácticas, la habilidad…". Y la única manera de hacerlo es entrenando.

David ya no vive en Marmolejo sino que está en Madrid en una 'Gaming House', una casa compartida con otros jugadores, el sueño de todo adolescente. "Soy el único que solo juega al FIFA. Tengo un horario como un trabajo cualquiera. Entreno más de ocho horas al día porque tengo muchos torneos y es la única manera de tener un nivel aceptable".

David compitiendo en Barcelona el pasado fin de semana. Imagen cedida por el jugador

Y es que la competición es feroz. "Juego con los mejores de Europa y en Francia, Alemania o Inglaterra hay muchos más torneos profesionales y el nivel es más alto que aquí", asegura. Además, David lo hace solo: "N tengo entrenador. Lo decido todo, las tácticas el estilo de juego, el equipo… en otros países sí que tienen y no niego que te puedan ayudar, pero al final el que maneja el mando eres tú", zanja. Y la clave, como todo en la vida, está en disfrutar lo que uno hace.

"Lo importante no es meterle ocho o diez horas, lo importante es que te guste. Te tienes que divertir jugando. Yo he vivido momentos malos, en los que estaba cansado de hacer siempre lo mismo, en los que no entraban patrocinadores o veías que al FIFA no se le daba la misma importancia que a otros juegos. Momentos en los que piensas que nos vas a llegar a nada". Pero no lo dejó.

Sus compañeros dicen que, pese a las horas de entrenamiento David tiene "una habilidad innata", algo que tratará de demostrar en la próxima competición a nivel mundial. Un campeonato al que cualquiera se puede apuntar desde casa -el año pasado compitieron más de 3 millones de personas-, que organiza la FIFA y que tiene como premio 200.000 euros. Y a eso aspira el chico que jugaba al fútbol en las calles de Marmolejo, a ser el mejor futbolista virtual del mundo con 200.000 euros en el bolsillo.

Sigue al autor en Twitter @abiescas