Identidad

10 preguntas a una maestra de kínder

Sí, los maestros siempre tienen a un alumno favorito.
Kinder in einem Kinde
FOTO: IMAGO IMAGES | SHOTSHOP

Este artículo se publicó originalmente en VICE Alemania.

Helena* es profesora de un jardín de niños del sur de Alemania. Estos tres últimos años, ha estado trabajando con niños de entre dos y seis años. Ser profesora de párvulos no suele verse como un trabajo difícil y la gente tiende a pensar que simplemente se sientan con juguetes todo el día.

Pero además de lidiar con pequeños desobedientes y con niveles de ruido muy altos, estos profesores a menudo se enfrentan a situaciones estresantes, como qué hacer en casos de abuso infantil o cómo manejar a padres que son más antipáticos aún que sus hijos. Hemos preguntado a Helena cómo es su trabajo.

Publicidad

VICE: Hola, Helena. ¿Tienes algún favorito?
Helena:
Sí. Está muy mal, pero tenemos favoritos. Obviamente, soy amable con todos los niños, pero soy más amable con unos y un poco más estricta con otros.

¿Qué padres son los peores?
El tipo de padres que te sonríen mientras les dices que su hijo se ha portado mal. En nuestro centro, tenemos un niño de cinco años que se porta mal todos los días y ataca a otros niños e incluso a los profesores. He hablado con su madre muchas veces, pero ella solo me mira y se ríe mientras se lo cuento. Normalmente solo dice: “Los otros niños tampoco son ángeles”. Nos gustaría que los padres también enseñaran a sus hijos a comportarse, pero a veces es como hablar con una pared.

¿Alguna vez pierdes la paciencia cuando un niño se porta mal?
Ocurre. El niño de la madre obstinada tuvo una rabieta el otro día y lo llevamos a la cocina para que no le hiciera daño al resto de niños. Cuando intentamos calmarlo, empezó a tirar lápices y vasos por todas partes. Me enfadé tanto que le di una patada a un vaso en su dirección. Creo que no le di. Se rió de mí con una mirada tan perversa que lo único que consiguió fue provocarme más. Me sentí impotente. No podía parar de pensar: “¿Qué voy a hacer con este niño?”.

¿Alguna vez has visto a un niño haciendo algo inapropiado?
¡Sí! El primer año de trabajo, fui a la sala de juegos para llamar a dos niños a desayunar. Cuando entré, estaban a punto de ponerse unas pinzas en el pito. Cuando les pregunté qué estaban haciendo, me dijeron que estaban jugando a los médicos. Yo acababa de empezar a trabajar y no tenía ni idea de qué hacer, así que le pregunté a mi jefa cómo manejar la situación. Pero la curiosidad en los niños es normal, son cosas inocentes.

Publicidad

¿Alguna vez te quejas con tus compañeros de los niños?
Tratamos de hacerlo en secreto, por ejemplo deletreamos sus nombres. Si estamos quejándonos y un niño nos pregunta de quién hablamos, solemos decir: “Ah, de mi vecino” o algo así.

¿No te vuelve loca tanto ruido?
Hay días buenos y días malos. Cuando los niños hacen ruido todo el día y no te escuchan, solo te apetece darte por vencida. Al final, gritan tanto los niños como los profesores. Después del trabajo, necesito media hora para relajarme. A veces, mi novio tiene muchas ganas de hablar, yo estoy irritable y le pido que me deje espacio y silencio.

¿Alguna vez has llamado a los servicios de protección de menores?
Por desgracia, sí. El año pasado, una niña de tres años se unió al grupo. Siempre estaba tensa y combativa cuando intentábamos cambiarle los pañales. Un amigo de la familia nos dijo que probablemente el padre la tocaba de manera poco apropiada, pero nunca tuvimos pruebas. Nos dimos cuenta de otras cosas raras. Por ejemplo, encontramos dos mirillas a la altura de los ojos en la cerca del patio. La hierba estaba aplastada, como si alguien hubiera estado mirando de pie regularmente.

Con el tiempo, la niña empezó a tener más miedo. Cuando se sentaba en nuestro regazo, no nos dejaba que la tocásemos en ningún lugar cerca de las piernas. Todo empeoró en verano. Nos dijeron que el padre se masturbaba en la cerca de la escuela por las mañanas. Unos días después, una vecina de la niña nos dijo que la había visto jugando en el trampolín cuando su padre se subió, se bajó los pantalones y ella empezó a gritar pidiendo ayuda.

Publicidad

Nunca lo cogimos en el acto, pero llamamos a los servicios sociales y a la policía. Nos dijeron que ya conocían al hombre y que tenía antecedentes criminales. Lo arrestaron unas horas después.

Desde entonces, no puede acercarse al centro. Los servicios de menores han estado en contacto regularmente con la familia, pero el padre fue puesto en libertad por falta de pruebas. La niña ahora vive con su abuela. Sigue viniendo con nosotros y está creciendo bien. Sin embargo, su padre se ha mudado cerca de ella otra vez. Tenemos mucho cuidado, pero no podemos hacer nada.

¿La gente sospecha de pedofilia cuando un hombre solicita un puesto de trabajo en vuestro centro?
Yo, personalmente, no. Pero mi jefa tiene mucho cuidado desde el incidente de la niña. Teníamos un profesor el año pasado, pero ella no le dejaba cambiar a los niños o estar a solas con ellos hasta que lo conoció mejor y se aseguró de que no les haría daño. Fue un poco injusto.

Los profesores están demandados, especialmente para trabajar con niños. Tenemos un voluntario al que se le da mejor que a mí. Juega con los niños de forma diferente, con mucha más acción. La atmósfera de trabajo también cambia cuando hay hombres en el equipo. A mí me gustaría ver más hombres en esta profesión.

¿Qué piensas de educar a los niños sin género?
A uno de los niños le encanta pintarse las uñas. Su hermana mayor lo hace y él cree que es divertido. Otro chico tiene el pelo largo y su madre a veces lo trenza. Siempre hay comentarios tipo: “Solo las chicas llevan coletas”. Ahí es cuando nosotros entramos y enseñamos a los niños que no hay que estereotipar.

*Se ha cambiado el nombre