LeBron James necesita ayuda. ¿Cuáles son las opciones de Cleveland?

Impaciencia, frustración, y descontento pueden infectar incluso a los vestidores más resistentes de la NBA a estas alturas del año, incluyendo a los Cavaliers de LeBron James.

En medio de una racha porosa que incluyó derrotas ante los Trail Blazers de Portland, Pelicans de Nueva Orleans, y los Kings de Sacramento, el héroe de la ciudad de Cleveland cuestionó públicamente la semana pasada el deseo de su equipo de repetir como campeones.

"Sólo espero que no estemos satisfechos como organización", dijo a los reporteros luego de que los Cavs perdieran ante un conjunto de Nueva Orleans sin Anthony Davis el lunes pasado. "Desde el punto de vista del plantel no estamos mejor que el año pasado", añadió. El comentario fue un golpe bajo para el dueño Dan Gilbert, quien ha tenido que pagar 61 millones de dólares por multas de impuestos en los últimos dos años para armar un plantel a la altura de la estrella más grande de la NBA. "Necesitamos un pinche armador".

Las críticas de James son válidas ya que las recientes incorporaciones como DeAndre Liggins, Kay Felder, y Jordan McRae no son tan buenas como los tipos que reemplazaron: Timofey Mozgov, Matthew Dellavedova, Mo Williams, Dahntay Jones, hasta Ray Felton y Michael Beasley. El novato Felder puede que sea más barato que un veterano de ocho años, pero no puede hacer mucho por el momento. El que ha tenido que hacer todo el trabajo es James: el jugador de 32 años ha promediado más de 37.6 minutos por partido, más que cualquiera en la liga. Por otra parte, su índice en pérdidas de balón ha alcanzado una marca personal y su porcentaje de posesiones ha sido el más bajo desde su primer año como novato.

Dada el desgaste en la temporada regular de 82 partidos en la NBA, las estadísticas de LeBron deberían ser una seria preocupación para los Cavs —incluso cuando James es uno de los jugadores más lentos de la liga—. Mientras otros equipos contendientes al título como San Antonio o Golden State activan sus ofensivas con maravillosas rotaciones de balón y una confianza plena en su sistema que les permite adentrarse más en territorio rival, LeBron James es todo el equipo de Cleveland. Todo depende de él: Kyle Korver, adquirido de los Hawks a principios de este mes, genera espacios en la duela y logra pases quirúrgicos que nadie se atreve a dar; Tristan Thompson crea segundas oportunidades en el tablero enemigo; Kyrie Irving asume la responsabilidad de anotar contra defensivas que siempre tienen la vista bien puesta sobre James.

La estrategia de adquirir personal siempre ha resultado, pero lo que ahora James desea es un papel donde pueda operar fuera de su órbita. Un armador en caso de emergencia que necesite tener el balón. Son difíciles de encontrar, y la limitada flexibilidad de la nómina tampoco ayuda a los Cavs, pero el gerente general, David Griffin, se encuentra haciendo su mejor esfuerzo con los recursos que tiene. Cleveland no tiene nada que intercambiar, y tampoco puede dejar ir a los jugadores de rotación tan necesarios en un encuentro potencial ante los Warriors de Golden State. ¿Entonces qué deben hacer?

Griffin aún tiene algunas opciones en las próximas seis semanas. Es entendible que los Cavs quieran algo de juventud en su plantel, pero están en números rojos y hay una larga lista de jugadores mejor calificados para el momento que atraviesa Cleveland. Si no pueden encontrar un compañero digno, podrían llenar su plantel semi vacío con un veterano. No es el camino más recomendable, pero el tope salarial de los Cavs no les permite comprar a cualquier jugador. Algunos candidatos que podrían echar una mano son: Deron Williams, Jeff Green, Randy Foye, P.J. Tucker, Derrick Rose, Beno Udrih, Jose Calderon, orMichael Carter-Williams. Nate Robinson, Lance Stephenson, Norris Cole, Jarrett Jack, y Mario Chalmers estarán disponibles mañana si así lo quieren los Cavaliers.

Y después está Rajon Rondo. Los Bulls de Chicago supuestamente prefieren hacer una subasta por él en la fecha límite de transferencias, pero seamos sinceros: todos en la liga saben y entienden que ningún equipo daría algo a cambio para tener a Rondo. Si Cleveland cree que el jugador de 30 años y cuatro veces All-Star puede ayudar, Griffin podría ignorar a Chicago y hacer nada con su plantel hasta que Rondo esté disponible.

Rondo aún puede hacerse cargo de una ofensiva con calidad cuando se le rodea de las piezas adecuadas, y los Cavs ya cuentan con éstas. Ponlo en la duela con Kevin Love, Thompson, Korver, e Iman Shumpert, y la ofensiva funcionará mientras James e Irving toman un descanso. El alto índice de entregas de balón de Rondo, su poco trabajo defensivo, y su completa ineptitud como anotador también estarían presentes, pero los Cavaliers estarían mejor con él.

Pero también hay otro camino: ¡El maravilloso mundo de las excepciones en el mercado de transferencias! Cleveland tiene algunas que podría usar, incluyendo la cantidad de 4.83 millones por el acuerdo de Mike Dunleavy y una de 4.39 millones de Anderson Varejao (la cual expira el 18 de febrero). Con este dinero podrían fácilmente adquirir dos jugadores que supuestamente ya están en el radar de los Cavs, Shelvin Mack y Jameer Nelson, al igual que Will Barton. Quizá Barton no esté disponible en el mercado de transferencias ya que los Nuggets de Denver es seguro que lleguen a postemporada y Barton es su cuarto anotador, pero éste es el tipo de jugador que LeBron quiere.

Perder no es algo placentero, y la frustración de James es comprensible. Pocos saben lo que cuesta alcanzar la cima como él lo ha hecho. Sin embargo, la belleza de ser Cleveland en estos momentos es que no hay prisa. Incluso si los Cavaliers se esperan hasta el último minuto para completar su plantel con un par de contribuidores, y James, Love, e Irving logran estar al cien hasta la primavera, tendrán altas probabilidades de defender su corona.