El trastorno bipolar destruye las regiones de autocontrol en el cerebro

El trastorno bipolar afecta aproximadamente a 60 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Y a pesar de tantos años de estudio, los científicos aún no están seguros de sus mecanismos neurológicos subyacentes. Sin embargo, un estudio nuevo revela las anormalidades del cerebro de la gente con esta condición. Tener conocimiento de que los cerebros con bipolaridad son diferentes podría llevar a métodos nuevos de tratamiento, e incluso a que se pueda detectar a tiempo y a la prevención.

El estudio, publicado en Molecular Psychiatry, involucró a un consorcio mundial de investigadores que examinaron las resonancias magnéticas de más de 6.500 cerebros; aproximadamente 2.500 fueron tomadas de personas con bipolaridad. Los investigadores descubrieron que esos cerebros mostraban diferencias en las regiones que controlan la inhibición y la emoción.

Eso tiene sentido, ya que el trastorno se caracteriza por provocar episodios de manía (estado de ánimo elevado o irritable y autoestima elevada, entre otros síntomas) y depresión, separados por períodos de estado de ánimo normal. (Hace poco un proyecto similar descubrió anormalidades físicas en los cerebros con TDAH).

En concreto, el estudio encontró que los pacientes con trastorno bipolar mostraron adelgazamiento de materia gris en sus cerebros en comparación con las personas sanas. El déficit se manifiesta más en las regiones frontal y temporal, estas áreas se asocian con el autocontrol. Mientras tanto, las áreas del cerebro responsables de la información visual y sensorial en gran parte fueron similares.

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Los investigadores también observaron de qué manera se vieron afectados los cerebros por los medicamentos comunes con receta. Los pacientes que tomaron litio, antipsicóticos y tratamientos antiepilépticos mostraron características cerebrales diferentes, los que habían tomado litio tenían menos adelgazamiento de materia gris, lo que sugiere que el fármaco puede ofrecer algún beneficio protector para el cerebro. El estudio también recopiló información sobre la edad en que se propició la enfermedad de los participantes, la historia de psicosis, estado de ánimo, edad y diferencias de sexo. Esos datos podrían resultar útiles en el futuro.

"Creamos el primer mapa global del trastorno bipolar y la manera en que afecta al cerebro, resolvimos años de incertidumbre sobre cómo los cerebros de las personas difieren cuando tienen esta enfermedad grave", escribió Ole A. Andreassen, autor principal del estudio y profesor en el Centro Noruego para la Investigación de Trastornos Mentales en la Universidad de Oslo, en un comunicado.

Los científicos ahora tienen una guía que puede ayudar al tratamiento; investigaciones futuras probaran de qué manera los diferentes enfoques podrían afectar estas medidas del cerebro y la relación que tiene con los síntomas y los efectos clínicos. Gracias a un esfuerzo colectivo en todo el mundo, la ciencia médica ahora tiene una nueva comprensión importante sobre el trastorno de bipolaridad y un plan para moverse hacia delante.