Los compitas de Lunik IX

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Los compitas de Lunik IX

Un rato con los amigos en el infame gueto gitano en Eslovaquia.

Conocí a Martin Slepcik y a su familia cuando estaba tomando fotos en Cliftonville, Inglaterra. Cada vez que visitaba este pueblo costero me la pasaba con ellos, quienes se convirtieron en el foco del proyecto en el que estaba trabajando. Un día, sin notificación alguna, desaparecieron.

Los vecinos me dijeron que la familia había regresado a Eslovaquia. A espera de poder visitarlos y continuar con la sesión de fotos, pregunté en todo el pueblo por una dirección o un número telefónico. Lo único que pude investigar fue que se habían ido a un lugar llamado Lunik IX y que ése es un sitio a donde no debería llevar a mi perro porque se lo comerían. Algunas personas con las que hablé dijeron que el área era algo salido de la película Sector 9.

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Lunik IX se encuentra entre los cerritos y bosques en las afueras de Košice, una ciudad europea pequeña y pintoresca. Tiene todo lo que podrías pedir en cuando a compras, entretenimiento e infraestructura, lo que hace que sea más difícil que entiendas a Lunik IX una vez que llegas.

Yo había investigado un poco acerca de Lunik IX, aunque muchos de los artículos eran ya bastante viejos y aseguraban que el lugar había sido demolido. Pero en realidad sigue allí. El proyecto se construyó originalmente en los setenta para mantener a los gitanos cerca de soldados y policías, un gran experimento social típico de la Checoslovaquia comunista. Eventualmente todos, menos los gitanos, se mudaron del lugar; hoy en día gran parte del vecindario carece de servicio de agua potable, electricidad y calefacción. Los gitanos experimentan una discriminación extrema en Europa y las oportunidades dentro del gueto son nulas.

Aun a la distancia puedes darte cuenta de que este lugar no debería seguir en pie, mucho menos estar ocupado —ni hacinado, como lo ha estado durante décadas—. Lunik IX parece como si hubiera sido bombardeado. Quemaduras y manchas de humo marcan las paredes, y la basura doméstica está apilada casi hasta el techo. La mayoría de los faros y ventanas están rotas, por lo que en la noche la gente tiene que usar celulares y linternas para poder alumbrar el camino. Hay una línea de visión directa hacia Óptima, un centro comercial brillante y moderno que tienta a Lunik IX desde una intersección en la carretera.

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En las dos visitas que hice a Martin y a su familia tomé fotos para el proyecto y le di a Martin cámaras desechables para que captara su propia experiencia en este extraño y distópico gueto. Aquí te mostramos lo que vio.