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Boicotear a UFC 206 en apoyo de Georges St-Pierre vas más allá de su persona

Hay que pensar en toda la gente de Toronto también.
Photo by Ronald Martinez/Zuffa LLC

Hace una semana, Georges St-Pierre y sus abogados declararon que habían terminado las relaciones contractuales que aseguraban que el regreso del ex campeón wélter se daría en UFC. Lo que sigue puedes tomarlo como parte del daño colateral de su agencia libre autoproclamada: la incitación para que los fans realicen un boicot en contra de UFC 206, programada para el 10 de diciembre en Toronto, Ontario.

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Se trata de un empuje en redes sociales a menor escala, en apariencia por mera solidaridad con St-Pierre y por una disputa que se avecina con UFC por su estatus contractual, que pide a los consumidores al norte de la frontera estadounidense votar con sus carteras. En diferentes grados, esto significa hacer un boicot en contra de UFC o particularmente contra UFC 206.

Las diferencias comenzaron porque se rumoró que el regreso de GSP, después de su ausencia de tres años en las artes marciales mixtas, encabezaría la cartelera principal de UFC 206, posiblemente ante Nick Diaz. Aunque nunca se confirmó, el sitio oficial de UFC mostraba las letras "TBA" (por anunciarse) versus "TBD" (por determinarse) para el evento principal hasta hace poco, incluso por encima de la revancha por el título de los pesos completos entre el campeón Daniel Cormier y el retador Anthony Johnson, que ahora ocupa el lugar principal. Por supuesto, a pesar de que su primera pelea arrojó cifras pobres en la compra de los pago por evento, Cormier vs. Johnson es un choque competitivo y relevante para la división de las 205 libras sin la presencia de Jon Jones. Pero sin St-Pierre, UFC 206 evoca aquella vez que BJ Penn y Diego Sánchez encabezaron un espectáculo en Memphis porque Quinton "Rampage" Jackson prefirió evitar una pelea ante su gente.

Sin embargo, GSP es una maniobra de distracción en la rebelión contra UFC 206. Basta con mirar al resto de las peleas: Cub Swanson versus Doo Ho Choi, Zach Makovsky versus John Moraga, Velérie Létourneau contra Poliana Botelho, John Makdessi versus Lando Vannata, entre otros. Cualquier incitación para llevar a cabo un boicot tiene menos que ver con St-Pierre y más con el lugar donde habría realizado su retorno: es decir, dentro de una cartelera basura, vacía sin su presencia. (No estamos ofendiendo a los peleadores de UFC 206, quienes han sido divertidos de ver por televisión de paga. La función "vacía y basura" simplemente aplica por el hecho de haberse juntado por juntarse y exigir al resto de nosotros pagar por el evento o por unos asientos mejores en el Air Canada Centre).

Ya hemos hablado de cómo los nuevos propietarios de UFC no cuentan con la misma afinidad por Canadá que sus predecesores alguna vez tuvieron. ¿Y cómo no podrías sentirte mal si eres ciudadano de un país donde UFC amasó grandes fortunas y organizó eventos bien hechos durante el reinado de GSP? Durante meses fuiste tentado con la promesa de que tu compatriota más estimado volvería a casa para reclamar su trono. Y después, en su ausencia, tienes que lidiar con el trillado pago por evento que UFC habría tenido que transformar en 2014, cuando todos y cada uno de los peleadores en el plantel terminaban con cirugía de ligamento cruzado anterior.

Lo hemos vivido en otras ocasiones. Jon Jones tuvo que salirse para mostrar que el resto de las peleas programadas para UFC 151 estaban listas para el olvido; al mismo tiempo nos enseñó, paradójicamente, que el atractivo de una cartelera de pago por evento recae no tanto en la pelea principal como en el orden de arriba hacia abajo de los demás compromisos. La floja lista de UFC 206 es parcialmente una casualidad del exceso de buenas peleas de UFC 205: con una o dos peleas extraídas de la agenda de Nueva York habrían hecho de la cartelera de Toronto un poco menos sosa. Por lo mientras, es difícil saber qué tan serio es el llamado para boicotear a UFC 206, y es todavía más complicado saber si dejará un hoyo en el Air Canada Centre que no pueda ser llenado con tickets gratuitos.