El fin de semana en la Premier League: el final ha llegado

Si la temporada de la Premier League es un magnífico drama, los últimos versos de su epílogo están a punto de ser recitadas. El telón del futbol inglés está a punto de bajar, y los actores principales tendrán su último acto. La audiencia aplaudirá, los aplausos desaparecerán, y todo mundo se cambiará el chip de Wimbledon y los Olímpicos. Mientras tanto, los escritores de futbol pasarán su tiempo en el auditorio de la soledad, mientras se secan las lágrimas de sus ojos.

Ya que las luces del máximo circuito del futbol inglés comienzan a debilitarse, aprovechemos sus últimos rayos para calentarnos. Aquí tienen cinco razones para ver la última jornada, antes de que la Premier League salga del escenario.

En un final acorde a su magnífica temporada, el Leicester se enfrenta al Chelsea en Stamford Bridge este domingo. El partido se siente un tanto simbólico, y no sólo porque los nuevos campeones de la Premier League vayan a concluir su triunfal campaña en el territorio de sus predecesores directos.

En muchos aspectos, el Leicester es la antítesis del actual equipo del Chelsea. Los zorros llegaron a la cima sin contar con el calibre de estrellas internacionales como Eden Hazard, Cesc Fàbregas, y el resto. Sin embargo, su espíritu de equipo es lo que al Chelsea tanto le hace falta. El Leicester no es precisamente comercializable, no son glamurosos, pero sí poseen un sentido de camaradería: algo que el dinero no puede comprar.

No hay precio para la camaradería, ¿lo ves? Es un concepto abstracto, y ni siquiera los miles de millones de Roman Abramovich puden comprarla. Claudio Ranieri —a quien Abramovich despidió como entrenador del Chelsea en 2004— es claramente capaz de cultivar ese compañerismo. El hecho que Ranieri regrese a Stamford Bridge con la medalla de campeón de la Premier League es gloriosamente propicio.

El Leicester es el campeón del pueblo; todo lo contrario con los seguidores de Roman Abramovich. Si la conquista del campeonato por parte del Leicester es una obra maestra, entonces la temporada del Chelsea es un manual al que le falta la mitad de las instrucciones.

Por más que la lamentable temporada del Newcastle parezca una bendición disfrazada para el Tottenham, sería un error para Mauricio Pochettino y compañía ignorar a su oponente en agonía. El descenso de las urracas puede que esté confirmado para estas alturas, pero eso no significa que estarán sin vida para el juego de este domingo.

Con casi todos los miembros de la escuadra jugando por sus futuros dentro del club —con excepción de los pocos privilegiados que estarán bajo demanda este verano—, el Newcastle podría darle una sorpresa a los Spurs cuando lleguen a Tyneside. Heridos por sus propios fracasos, jugando por el honor y apaleados por sus rivales del noreste, el Sunderland, puede que los jugadores por fin saquen todo su rencor e ira hacia sus oponentes. En caso de que se les haya olvidado, una derrota para el Tottenham podría ponerlos detrás del Arsenal, el odiado rival.

Nos arrepentiremos al no ver a Roberto Martínez en el Goodison Park este domingo. A pesar de que su despido fue provocado por sus pésimos resultados, es difícil no sentir que la Premier League ha perdido a uno de sus personajes más queridos.

Martínez fue un idealista y, como todos los idealistas, se vio asfixiado ante el cinismo de la existencia humana. Trató de reinventar al Everton como el equipo más elegante de la liga, y como era de esperarse todo mundo pensó que eran una mierda y exigieron sus renuncia.

La gente no quiere a un purista Roberto. No quieren a un romántico que actúa con integridad y que depende de sus ideales. Quieren a alguien que gane incesantemente, que sea exitoso y que haga añicos a todos. Esa es la triste realidad amigo, y entre más pronto te des cuenta, mejor para ti.

Cuando Pep Guardiola fue anunciado como el sucesor de Manuel Pellegrini a principios de febrero, sin duda pensó que tomaría el control de un equipo establecido en la Champions League. Desafortunadamente para él, el Manchester City se encuentra en una situación donde el Manchester United —si el City pierde ante el Swansea— podría sacarlos del cuarto y último lugar de Champions.

Es completamente posible que Pep Guardiola podría estar dirigiendo en la Europa League la próxima temporada. Esto sería un retroceso para uno de los entrenadores más buscados en el planeta. Aunque creemos que actúa con el mayor profesionalismo, Manuel Pellegrini podría estar desquitarse con su nuevo sucesor y mandarlo a dirigir a la segunda división de competencias europeas.

Queremos pensar que Pellegrini se ha presentado en chanclas al Etihad toda la semana, y que ha asistido a las reuniones del club tomando piñas coladas y portando lentes de sol. Esperamos que juegue con una esquema 2-2-6 este fin de semana, y ponga a Martín Demichelis y Eliaquim Mangala como defensas centrales. ¿Por qué no?

Cuando el Swansea anote su tercer gol en los primeros 20 minutos, queremos ver a Pellegrini correr hacia el camarógrafo más cercano y gritar "YOLO" ante la cámara. Ya sea que vaya tan lejos como esto o no, el City hará que Guardiola se muerda las uñas hasta el silbatazo final.

Y así es como nos despedimos de la Premier League. La carrera por el título terminó hace semanas, la batalla por el descenso se decidió con un partido por disputarse, y por lo tanto la mayoría de los juegos son irrelevantes.

Mientras tanto, La Liga se definirá este fin de semana hasta su último partido. Se espera un final emocionante y lleno de incertidumbre para los equipos y los seguidores que se disputarán el campeonato. La Serie A y la Bundesliga ya tienen a sus campeones, y se deleitarán con la batalla por el no descenso.

Pero la Premier League sigue siendo la mejor liga del mundo. No pregunten porqué, simplemente lo es.

@W_F_Magee