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gol en propia y nariz rota

La historia del autogol más patético que Youtube recuerde

Si alguna vez te has dedicado a ver recopilaciones de momentos divertidos en Youtube, seguro que habrás dado con el lamentable gol en propia del pobre Chris Brass. Aquí tienes su historia.
Imagen vía Ladbrokes

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Que me trague la tierra y que nunca me vuelva a dejar salir: así es como se debió sentir el pobre defensa que marcó el gol en propia puerta más patético que se recuerde en Youtube.

El autor del tanto es Chris Brass, un futbolista inglés nacido en 1975 que durante su carrera recorrió las categorías del fútbol modesto en las Islas Británicas. Sus mejores temporadas fueron en el Bury FC, un club del área metropolitana de Mánchester que actualmente juega en la Football League One —el equivalente inglés de la Segunda División B—.

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El problema del pobre Chris es que no pasó a la historia precisamente por lo que a él le hubiera gustado.

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Brass nunca destacó por ser un zaguero especialmente goleador. De hecho, en toda su carrera —394 partidos como profesional— solo marcó siete goles. Lo suyo, pues, era estar al quite, cortar las jugadas del rival y despejar el balón lo más lejos posible.

El 22 de abril de 2006, en un partido del Bury en casa del Darlington FC, el desafortunado Brass solo intentaba hacer su trabajo lo mejor que sabía cuando el destino le castigó con la desgracia más estúpida de su carrera. El Darlington puso un centro bombeado al área sin demasiado peligro; la pelota, de hecho, iba directamente a zona de nadie y no había ningún delantero cerca para disputarla.

Brass era el último hombre, y como el Bury no es que tuviera la finura técnica del FC Barcelona precisamente, todo el mundo esperaba que sencillamente despejase el cuero de un patadón y anulase el peligro.

La mala suerte, sin embargo, se cebó con Chris con una crueldad infinita… y para más inri, las cámaras inmortalizaron el momento.

Toda la secuencia es una maravilla para el espectador, siempre que no seas fan del Bury —o el propio Chris Brass, claro—. Es especialmente enternecedor el retroceso de la cabeza del desdichado defensor cuando la pelota impacta contra su nariz. El portero no puede reaccionar: las caras de los compañeros son un poema. La situación es tan absurda, de hecho, que nadie se acerca a consolar al pobre Brass tras el fallo garrafal.

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Esa temporada, la 2005-06, el Bury FC disputaba la League Two —equivalente a la Tercera División española— y acabó en la posición 19 de 24 equipos. Su rival ese día, el Darlington, acabó octavo a tres puntos del play-off de ascenso.

El único consuelo para el Bury es que al menos terminaron ganando el encuentro por 2-3… y de forma épica, porque el galés Matthew Tipton anotó el gol de la victoria en el quinto minuto del descuento.

Dos años más tarde, y con Brass ya retirado del fútbol competitivo, el Bury decidió compensarle por los servicios prestados (?) y le fichó como entrenador interino. A día de hoy es el director técnico del club mancuniano; esperamos, eso sí, que en los despachos sea bastante más fino que sobre el terreno de juego.

El autor no tiene grabado ningún pelotazo en la cara, aunque asegura que jugando a fútbol ha recibido más de uno: @21pauriera