Artículo publicado por VICE México.Ha sobrevivido a debacles financieras, la muerte y resurrección del PRI, la alternancia del PAN, las críticas de todos los sectores, incluido el privado. Pero ahí sigue, de pie. Los intentos por desaparecer la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) no han llegado a su fin, pero, con la llegada del nuevo gobierno, resurgen los aires que apuntan hacia la extinción o transformación de un organismo dirigido por Basilio González Núñez desde 1991. Él es uno de los funcionarios más veteranos de la élite burocrática y tiene un sueldo que no tiene nada de mínimo: 173 mil pesos mensuales.
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Tiene la encomienda de “recuperar el poder adquisitivo” de los trabajadores, sin embargo, ha sucedido exactamente lo opuesto. Desde 1983, año que marca el inicio de la época neoliberal, esta capacidad de compra ha disminuido 60 por ciento, de acuerdo a lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su toma de posesión.Se ha presagiado su fin desde hace años, sin que pase de un pensamiento voluntarioso. Pero ahora, con la llegada del oriundo de Macuspana al poder, sus horas estarían contadas, pues la exigencia de borrarla del mapa es compartida por Morena, el partido dominante en el Legislativo, así como representantes de la Iniciativa Privada, como la Coparmex, sin descontar a organizaciones civiles.En su discurso del 1 de diciembre, López Obrador prometió que el salario mínimo aumentará al doble (actualmente es de 88.36 pesos diarios, poco más de 2 mil 600 pesos al mes) y que sus movimientos “no volverán a fijarse por debajo de la inflación, como llegó a suceder en el periodo neoliberal".Este organismo público descentralizado recibió, de 2013 a 2018, 238.5 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación. ¿En qué gastaba? La revisión de 254 contratos signados durante el gobierno de Enrique Peña Nieto arroja que la mayor porción de sus erogaciones, el 64.8 por ciento, se concentró en gastos personales, como transporte vehicular, zapatos, ropa, fotocopiado, fumigación, arreglos al edificio y vales para restaurantes.
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El funcionario que fija el salario
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Ahora mismo en la Conasami hay trabajo pendiente. Conforme a la Ley Federal del Trabajo, en estos días deben ser fijados el salario mínimo y el salario doble que tendrán vigencia a partir de enero de 2019 en el país y en la zona fronteriza con Estados Unidos. Poco antes de que el nuevo gobierno asumiera, Luisa María Alcalde, entonces propuesta como secretaria del Trabajo, anunció que ello lo haría esa Comisión. Lo dijo poco después de una reunión con Basilio González Núñez, el hombre de 74 años de edad que preside el organismo.El ordenamiento para la Conasami, según la Ley Federal del Trabajo (LFT), es fijar un salario mínimo suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación de los hijos. Para ello, cada año, instala una sesión ordinaria en la que, con base en estudios, debate cuál debe ser la remuneración mínima de los trabajadores. Pero si se ve el historial del salario, en los últimos 15 años, el aumento se ha fijado de acuerdo con la inflación estimada por el Banco de México, un promedio de 20 pesos anuales.Otro gasto al que estaba obligada la comisión era la publicación de los salarios mínimos en los diarios nacionales y durante el peñanietismo sólo erogó en ello 761 mil 72 pesos en 14 contratos con varios medios nacionales.¿Hacia dónde van los salarios? La Coparmex, dirigida por Gustavo de Hoyos, sugirió hace unos días la transformación de la Conasami, en lugar de su desaparición, como plantea el diputado morenista Mario Delgado, para quien el salario mínimo debería ser de 108 pesos al día.
¿Hacia dónde van los salarios con AMLO?
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De acuerdo al organismo que aglutina empresarios de todos los sectores, se debería llamar Conare, es decir, Comisión Nacional de Remuneraciones, para que tenga mayores atribuciones en el establecimiento de estrategias salariales a nivel nacional. Según esta propuesta, habría una Comisión integrada por miembros de la Secretaría de Hacienda, el SAT, el Banco de México, entre otros, para ayudarle en su cometido de robustecer el poder adquisitivo.Sobreviviente de los vaivenes económicos y políticos, la Conasami llegó hasta estos días con 21 plazas, de las cuales, cinco están vacantes. Una de estas posiciones resulta clave: la de director técnico, que hasta septiembre de 2018 ocupó Alfredo Hernández Martínez, con un salario bruto de 118 mil 688 pesos. Es una nómina que durante el peñanietismo costó 6 millones 749 mil 284 pesos al año, según se constató en el Portal de Transparencia.Estos son días de muchos cambios, una situación inédita en la que un gobernante surgido de la izquierda llega al poder, con ideas diferentes sobre el salario mínimo. ¿Podrá sobrevivir otra vez la Conasami? Por lo pronto, no se han anunciado medidas concretas para dilucidar su permanencia o salida. Pero en breve podría haber noticias.Linaloe R. Flores en Twitter: @Linaloe_RFSigue a VICE Noticias en Twitter: @VICENewsEs