-¡Cuba ya no es campeón porque los buenos peloteros se van del país!Don Pablo: vecino cubano que lleva poco más de 30 años radicando en México, me cuenta en una pequeña charla de elevador el motivo por el que él cree, que Cuba ha dejado de ganar Series del Caribe. Don Pablo es demasiado exigente: Los Vegueros de Pinar del Río fueron campeones de la Serie del Caribe apenas hace un año.La migración de jugadores en todos los deportes es tan común como los villamelones, no a todos gusta, pero es necesario. En el beisbol la exigencia para llegar a la "gran carpa" es mucho más complicada. Los equipos de grandes ligas te seleccionan, te llevan a su spring training y ahí comienza el verdadero reto para formar parte de la plantilla.
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Hace unos meses, Marco Fabián jugador mexicano de futbol, fue seleccionado para formar parte de la plantilla de un equipo alemán. No tuvo que pasar por alguna prueba, de hecho creo que no había tenido méritos para ir a jugar a Europa. El mérito real fue de su promotor.
Foto: EFE
La frase de Don Pablo, conectó perfecto con la reciente noticia de que Ramón Urias probará suerte en el Complejo Deportivo de Peoria, lugar en el que Los Padres de San Diego ejecutan su entrenamiento primaveral. No es suficiente ser bueno, joven y haber sido llamado "Chico Maravilla". Hay que chingarse en otras pruebas.Utilizar lugares comunes para hacer comparaciones me parece bastante absurdo, pero indispensable. Los procesos de colocación y selección en dos de los deportes que más exportan jugadores en nuestro país: futbol y beisbol. Son estúpidamente distintos y a mi forma de pensar injustos.Es verdad que los porcentajes por jugador en un equipo de beisbol son fundamentales para darse cuenta del nivel deportivo con el que cuentan. No hay nada subjetivo, los números son fríos como las "caguamas" que alguna vez en un partido le aventaron a la cancha a Marco Fabián, hoy "flamante jugador" del Eintracht de Frankfurt, en Alemania. Que pinche injusta es la vida.Ramón Urias puede que tenga un futuro muy prometedor dentro del beisbol, apenas 21 años y ya fue pieza fundamental en la caja de bateo de los Diablos Rojos del México para conseguir su título 16. Un porcentaje de bateo de .351, pegó de hit 140 veces e impulsó 55 carreras. Méritos suficientes para poder probarse en las Grandes Ligas, más no quedarse. No conozco los números de Marco Fabián pero seguramente su promotor es más chingón que él.
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En la charla de elevador Don Pablo se veía ligeramente enojado por la participación cubana en la pasada Serie del Caribe: Los Venados de Mazatlán se habían alzado con el campeonato pasando por encima de todos los equipos, entre ellos el cubano. Quise burlarme del buen cubano que habita unos pisos debajo de donde yo. No pude, se notaba emputado.Pensar que Cuba no es campeón porque los mejores peloteros se van del país es coherente pero distinto a lo que pasa en nuestro beisbol. Tal vez existan mejores peloteros que futbolistas, la bronca es que los futbolistas se van sin ser tan buenos, los beisbolistas se quedan siendo buenos.La selección de peloteros es mucho más exigente, está de más pensar que todo se debe al nivel de afición que se tiene en nuestro país por el "Rey de los deportes", y por supuesto a la exigencia que tiene llegar a las Grandes Ligas. El futbolista puede llegar a cualquier liga de Europa y es un triunfo. Aunque después vuelva sin ningún logro.El beisbolista mexicano aspira a la Major League Baseball (MLB) o en su defecto a la liga Japonesa como el "Gigante de Mulegé", Japhet Amador. El camino es largo y sinuoso para poder triunfar, pero estoy seguro que el talento es indiscutible.Seguramente Don Pablo sería más feliz con una parte de la situación mexicana en el beisbol: es más complicado que los peloteros emigren. Eso haría más constantes los triunfos en la Serie del Caribe, como ha sido hasta ahora.A mí me haría más feliz que los peloteros emigraran para representar al país en la mejor liga de beisbol del planeta.Pero lo que yo piense vale madre. Somos como palomillas que revolotean alrededor de un foco, seguimos la luz y no nos percatamos que nos está cegando. El que Urias esté a punto de probarse con los Padres de San Diego debería ser motivo de primeras planas, pero no, esas las ocupan los que más periódicos venden.
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En la charla de elevador Don Pablo se veía ligeramente enojado por la participación cubana en la pasada Serie del Caribe: Los Venados de Mazatlán se habían alzado con el campeonato pasando por encima de todos los equipos, entre ellos el cubano. Quise burlarme del buen cubano que habita unos pisos debajo de donde yo. No pude, se notaba emputado.Pensar que Cuba no es campeón porque los mejores peloteros se van del país es coherente pero distinto a lo que pasa en nuestro beisbol. Tal vez existan mejores peloteros que futbolistas, la bronca es que los futbolistas se van sin ser tan buenos, los beisbolistas se quedan siendo buenos.La selección de peloteros es mucho más exigente, está de más pensar que todo se debe al nivel de afición que se tiene en nuestro país por el "Rey de los deportes", y por supuesto a la exigencia que tiene llegar a las Grandes Ligas. El futbolista puede llegar a cualquier liga de Europa y es un triunfo. Aunque después vuelva sin ningún logro.El beisbolista mexicano aspira a la Major League Baseball (MLB) o en su defecto a la liga Japonesa como el "Gigante de Mulegé", Japhet Amador. El camino es largo y sinuoso para poder triunfar, pero estoy seguro que el talento es indiscutible.Seguramente Don Pablo sería más feliz con una parte de la situación mexicana en el beisbol: es más complicado que los peloteros emigren. Eso haría más constantes los triunfos en la Serie del Caribe, como ha sido hasta ahora.A mí me haría más feliz que los peloteros emigraran para representar al país en la mejor liga de beisbol del planeta.Pero lo que yo piense vale madre. Somos como palomillas que revolotean alrededor de un foco, seguimos la luz y no nos percatamos que nos está cegando. El que Urias esté a punto de probarse con los Padres de San Diego debería ser motivo de primeras planas, pero no, esas las ocupan los que más periódicos venden.