Si de por sí la selección argentina de futbol no daba una con Lionel Messi en la cancha, la suspensión de cuatro partidos que la FIFA impuso sobre el "Mesías" hace un par de días es un golpe aún más bajo para las aspiraciones de la Albiceleste de clasificar al Mundial sin mayores problemas. El partido en La Paz podría ser el principio del fin para los subcampeones del mundo.Es cierto que la altura de la capital boliviana (más de 3,600 metros sobre el nivel del mar) dificulta hasta la más simple de las tareas. Pero también es igual de verdadero que el conjunto de Edgardo Bauza sufre para dar buenos partidos, gana pero no convence, y esto tiene molestos a los hinchas argentinos. La victoria sufrida ante Chile (conseguida gracias al "clavado" de Angelito Di María) fue sólo un brevísimo oasis en el vasto desierto de las críticas de la prensa argentina y los medios internacionales.
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La costumbre de hacer el ridículo a 3625 metros sobre el nivel del mar parece haberse convertido en una costumbre para la Albiceleste. Más allá del cansancio físico, los jugadores salieron al encuentro casi por inercia, sin compromiso, esperando que el peso de la historia les favoreciera por el simple hecho de tener dos copas del Mundo y ser los subcampeones de la última edición del torneo.Bolivia ganó con dos goles y muy poco futbol, pero a ellos no se les puede pedir mucho, hacen lo que pueden con lo que tienen y lo hacen muy bien. ¿Pero qué hay de los argentinos? Tampoco mucho que ver.El vídeo se titula "Los supuestos 'futbolistas de clase mundial' de Argentina, Messi llevó a estos retrasados a tres finales". Durante dos minutos y 58 segundos podemos darnos cuenta del porqué del título: pases mal ejecutados sin destinatario, disparos sin sentido, pésima marca, pésimo control de balón, el primer toque inexistente, cero ideas y ganas de hacer las cosas bien.La displicencia de Marcos Rojo en el segundo gol de Bolivia resume a la perfección la apatía e incompetencia del seleccionado argentino. Rojo va trotando como si estuviera en el entrenamiento. Que alguien le diga que se juega el pase al Mundial y no la patética FA Cup.Así es como en menos de 180 segundos, uno de los equipos que presumen uno de los planteles más plagados de talento es ridiculizado ante el mundo. Lo peor de todo es que tendrán que ingeniarse un plan a como dé lugar para el resto de los tres compromisos sin el motor y alma de este equipo que, por más que lo puteen (como dicen los argentinos), es el único que suda la playera azul celeste y blanco.