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Kevin Garnett

Una colección de las anécdotas más locas de Kevin Garnett

Kevin Garnett anunció su retiro la semana pasada y, para rendirle tributo, elegimos las mejores historias que protagonizó en la duela de la NBA.
Derick E. Hingle-USA TODAY Sports

Kevin Garnett comenzó su carrera en la NBA como un adolescente risueño con un afán competitivo que poseía las herramientas físicas para ser exitoso, a diferencia de casi todos los basquetbolistas que le precedieron. Ahora, 21 años después, dejará las duelas como el jugador que deambuló entre las barreras de lo divino y lo obsceno.

Después de su retiro, la mayoría del mundo recordará el indomable espíritu y el aguerrido sentimiento de competitividad de Garnett. Historias sobran para confirmar que en realidad era todo un personaje.

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Se necesita estar algo loco para poder jugar en la NBA. Te ves obligado a presumir, a una edad precoz, que estás dentro de las mejores 400 personas en el mundo, y dedicar tu vida a ello. Pero Kevin Garnett tomó esa locura y la convirtió en una característica que lo definiría por siempre.

Estas son algunas de las cosas más locas que Kevin Garnett dijo o hizo desde que debutó en la NBA.

Kevin Garnett amaba las metáforas de comida

No hay duda, Garnett amaba comparar los sucesos de la vida con la comida. En un universo paralelo, Garnett es el primer chef que mide más de dos metros y que tiene su propio canal de televisión. No nos resultaría chistoso si no hubiera dicho cosas como:

"Si yo fuera una ensalada César, los crutones serían mis amigos, la lechuga sería mi familia, y el aderezo sería mi madre", comentó Garnett alguna vez. "Porque puedes tener la lechuga y los crutones, y aún sería un ensalada César, pero hasta que no le pones el aderezo es cuando realmente sabe como una ensalada César auténtica… Por eso mi madre sería el aderezo", dijo Garnett en el 2000.

"El timing lo es todo, y la química [de un equipo] es algo que no puedes simplemente aventar a una sartén y mezclar con algo para después ponerle otro ingrediente encima y servirlo sobre una tortilla, meterla al horno de microondas, calentarlo y esperar que sepa bien. Para aquellos de ustedes que saben cocinar, saben de lo que estoy hablando. Si no saben cocinar, esto no les incumbe". – Garnett en 2011.

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"La manera en que escribes una historia es muy diferente de cómo otra persona la escribiría. Puede que tengas la habilidad de tomarte un galón de leche más rápido que los demás, no lo sé. Lo que trato de hacerles entender es que todos tenemos diferentes cualidades" – Garnett en 2014.

Pero también mordía a sus oponentes…

Garnett lo hizo en dos ocasiones, la primera amagó con morder a Dwight Howard antes de un tiro libre, y la segunda ocasión intentó morder la mano de Joakim Noah durante una jugada dentro de la duela.

Cuando se le cuestionó por lo ocurrido con Noah, Garnett respondió astutamente que tenía talento para morder, y hasta se dio el lujo de mandarle un saludo a Mike Tyson.

Se emocionaba como un niño antes de cada partido

Cortesía de la historia oral de la carrera de Garnett escrita por Howard Beck:

Doc Rivers: "Antes del juego 6 de las Finales (2008) cuando derrotamos a los Lakers, entré a los vestidores, y Kevin estaba tan emocionado que a veces cruzaba la línea de la locura. Todos se daban cuenta. Lo pasé a mi oficina y le dije que se sentara. Estuvo ahí sentado cinco, 10, 15 minutos, sin que yo dijera una sola palabra, y me puse a trabajar. Después se levantó y empezó a dar vueltas en la habitación hasta que finalmente dijo, 'Pido un tiempo fuera, tiempo fuera'. Ni siquiera le respondí. Se podía escuchar como exhalaba. Nunca me imaginé que un tipo que ha estado tanto tiempo en la liga aún se emocionara tanto por un partido que teníamos que calmarlo. Sin duda, mi historia favorita".

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Golpeó su cabeza contra la pared porque los concursantes de un programa de televisión no eran lo suficientemente competitivos

También tomado de la historial oral de Beck sobre la carrera de Garnett:

Tyronn Lue: "Muchas personas hacen sonidos extraños sobre la duela para llamar la atención, pero lo que él [Garnett] hacía era genuino. Un día estábamos en su casa viendo el programa de Puff Daddy, Making the Band, y en una de las escenas los nuevos concursantes tenían que competir con los integrantes que ya estaban desde el comienzo del show. Entonces, Kevin se vuelve loco y dice, '¡Hijos de puta, tienen que defender lo que es suyo! ¡Tiene que dar batalla! ¡Cabrones, tienen que unirse!' Después, corre hacia la pared, la golpea con la cabeza, y le hace un hoyo".

Lo mismo hacía con otros objetos

Como los balones de basquetbol…

Y los postes de las canastas…

Y hasta con Dwight Howard.

Hay dos cosas que destacar de este último vídeo. Primero, después de que ambos jugadores son separados, Garnett intenta escabullirse detrás de toda la bola de jugadores como si creyera, por un instante, que sus compañeros lo dejarían pelear con Howard. Sólo un loco piensa de esa forma.

Segundo, inmediatamente después de que Howard le dice "¿Qué vas a hacer?" luego del altercado, Garnett le suela el cabezazo en el pómulo. Ahí está tu respuesta, Howard.

Se cansó de gritar "¡Soy bueno! ¡Soy bueno!"

A primera vista, hay algo extrañamente conmovedor en este vídeo, porque muestra a un Kevin Garnett de 38 años, muy alejado de su mejor época, y demasiado viejo como para brincar, y además intenta motivarse como si se tratara del primer cuarto de juego 1 de las Finales de la NBA.

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"¡SOY BUENO!", grita al mismo tiempo que cubre a Channing Frye. "¡SOY BUENO!", continúa diciendo, posiblemente para desesperar a Frye. "¡SOY BUENO¡ ¡SOY BUENO!" grita una y otra vez, hasta que Frye se bloquea y regala el balón. Por último, Garnett grita, "¡SOY BUENO!" con más fuerza, como tratando de convencer al mundo de que en realidad lo es.

Tal vez, Garnett sí odiaba a Channing Frye.

Su receta para despertar

"Mucho café y Gatorade. Es una mezcla maravillosa. Si alguna vez te sientes cansado en la mañana, intenta mezclarlos, y después me dices qué piensas". – Garnett en 2005.

Nunca veremos a otro Kevin Garnett, te vamos a extrañar.