Con la victoria 3-0 ante el Bologna, Milan aseguró la sexta posición y entonces un sitio en la fase previa de la Europa League. Los jugadores lanzaron al técnico Vincenzo Montella en el aire durante la celebración que podría parecer exagerada, pero tras tres temporadas de finalizar entre el séptimo y el décimo lugar, la posibilidad europea es suficiente para la locura… momentánea.Se trata del Milan, quizás los últimos años han colaborado en el olvido de sus mejores años, pero ahí están sus siete títulos desde que el nombre de la competencia no era Champions League y el legado de un conjunto de jugadores que se volverían leyenda al servicio de la nostalgia. La responsabilidad de regresarlos con dignidad está en Montella, quien tiene confianza en lo que viene: "Podríamos haberlo hecho mejor, pero este es un nuevo comienzo. Ahora tenemos que trabajar para apuntar más alto. Estoy feliz por este grupo y estoy muy orgulloso de ser su técnico".Desde el año pasado, el ex primer ministro Silvio Berlusconi comenzó a desprenderse del equipo para entregarlo al consorcio chino Rossoneri Sport Investment Lux, representado por Li Yonghon, hace un mes se concretó dejando atrás 31 años de mandato y 29 títulos. "El futbol moderno necesita inversiones y recursos que una sola familia no es capaz de sostener, justificó Berlusconi en su momento. Los nuevos dueños absorbieron la deuda y han anticipado un proyecto que busca fortalecer su estructura financiera y, como era natural, incluye la conquista del mercado asiático. Más adelante contemplan la construcción de un estadio ypoco a poco, la conformación de una plantilla al nivel de la competencia con los mejores de Europa.Esta clasificación a la tercera fase previa de la Europa League se presenta como el primer paso de la reconstrucción. El Milan lo ha intentado durante varios años, el banquillo no ha encontrado estabilidad, limitado también por la crisis económica que evitó participaciones importantes en los mercados de transferencias, mientras ve cómo la Juventus avanza en la Serie A y en el plano continental. Porque el equipo es además un referente de la ciudad, la promesa del regreso es bastante seria.Milan cambió cuatro veces de técnico en un año y a pesar de su fracaso con al frente de la Sampdoria, confiaron en Montella, quien llegó el verano pasado con contrato por dos años y una consigna: "Es inaceptable que Milan no juegue las copas europeas desde hace tres años. Hay que volver aEuropa, éste es nuestro objetivo". Claro que reconoció que no todo depende de su dirección, como en el tema de los fichajes, en donde la última palabra es del club a partir de la evaluación y los recursos.Las opiniones sobre su desempeño están divididas, pero ha conseguido una pequeña parte de su primer objetivo y todo entre un gran ambiente con sus jugadores: "Hay mucho mérito del técnico. Siempre se vio su idea de juego, tuvimos periodos positivos y otros menos, pero no faltó espíritu", dijo Riccardo Montolivo tras el triunfo. El mensaje, sobre la mesa y en la cancha, es que el regreso está en marcha.