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Previo a la carrera de este año de las famosas 500 Millas de Indianápolis, Scott Dixon tuvo unos días primorosos. Luego de registrar la más rápida vuelta de calificación en 21 años de la legendaria carrera, el neozelandés fue asaltado a punto de pisto en un Taco Bell a comienzos de la semana.Al comenzarla carrera, uno habría pensado que los momentos complicados habían quedado atrás. Pero estábamos equivocados.El tricampeón de IndyCar se involucró en un horrendo accidente en la vuelta 54 de las Indy 500. Dixon tocó la cola del auto de Jay Howard, que venía rebotado desde el muro.El neozelandés salió volando, antes de que el auto se impactara contra el muro al otro lado de la pista y diera varios vuelcos. Cuando finalmente se detuvo, poco quedaba reconocible en el auto.Y sin embargo, Dixon se bajó caminando."Solo un poco sacudido", le dijo dixon a los medios. "Definitivamente fue un manejo brusco. Me siento apenado por el equipo, porque teníamos una gran oportunidad".Dixon tuvo elogios para los protocolos de seguridad que IndyCar ha implementado con los años, lo que hicieron que su cabina haya estado bien protegida durante el incidente.
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"Yo espraba que Jay se quedara contra el muro pero obviamente con el impacto pero comenzó a dar vueltas hacia abajo y yo ya había escogido esa ruta para ir y no había otro lugar para intentar evadirlo", aseguró Dixon."Estoy contento de que él también está bien. Hay que creer en los progresos de seguridad que hemos tenido a lo largo de tantos años".El ex piloto de F1, Takuma Sato, ganaría después la Indy 500 convirtiéndose en el primer piloto de 40 años en ganar la carrera desde 1998.