Politică

Fotos de los diputados no haciendo absolutamente nada en el Congreso

Una experiencia memorable pero, sin duda, también traumática.
Pedro Sánchez raro
Susana Vera/REUTERS

El 10 de noviembre de este año, tendremos la opción de volver a votar en unas elecciones generales, recordemos, la auténtica fiesta de la democracia. El tema aquí es que esta será la cuarta vez que votamos por lo mismo desde la legislatura fallida del 20 de diciembre de 2015. Ya van cuatro elecciones generales en las que esta peña ha sido incapaz de ponerse de acuerdo y formar un Gobierno.

Pero repasemos un momento los hechos. El ya citado 20 de diciembre de 2015 se celebraron unas elecciones generales en las que Mariano Rajoy (con más votos y más diputados obtenidos) renunció a someterse al debate de investidura al no contar con los apoyos necesarios para garantizarla. Ante la negativa de este, el rey propuso a Sánchez como candidato, quien no logró los apoyos para ser investido. Aquí llegaban las segundas elecciones generales, las del 26 de junio de 2016. Maldita sea, pasamos medio año sin gobierno para que esta peña llegara a la conclusión de que no podían hacer una mierda.

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En las elecciones del 26 de junio el Partido Popular obtuvo mayoría simple y Mariano Rajoy fue investido presidente del Gobierno en la segunda votación del 29 de octubre de 2016. Pero dos años después, recordemos, Sánchez urdió la moción de censura contra mariano Rajoy, que se celebró el 31 de mayo de 2018, interrumpiendo la candidatura de ese señor y creando un gobierno de transición capitaneado por Sánchez. Esta historia duró (demasiado) hasta el pasado 28 de abril, cuando se celebraron, de nuevo, las elecciones generales anticipadas.

Aquí siguió el calvario y hasta ahora nadie ha sido capaz de pactar una mierda, cosa que nos lleva a unas nuevas elecciones generales el 10 de noviembre de 2019.

Joder, esta peña ha estado de cachondeo todo este tiempo, es que NO HA HECHO UNA MIERDA desde 2015 (excepto petar a Rajoy del Gobierno por el tema del caso Gürtel), la verdad es que no sé si son unos genios o unos ineptos.

Por favor, pasen. Les invitamos a observar a nuestros diputados no haciendo una mierda en su trabajo, fotos de momentos vacíos y de discursos de la nada absoluta. Una experiencia, memorable pero, sin duda, también traumática.

pedro sánchez

Sergio Pérez/REUTERS

Aquí tenemos a Pedro haciendo como que trabaja muy duro. Incluso enfadado, indignado. Una de las primeras normas del que quiere escaquearse es hacerse muy visible, generar una imagen falsa de exceso de trabajo. Ir por la oficina resoplando, todo el rato arriba y abajo con el portátil en la mano, fingiendo llamadas y gritando muy fuerte. Este es el equivalente en el Congreso de los Diputados.

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albert rivera

Susana Vera/REUTERS

Bueno, la verdad es que Albert está en un punto en el que ya ni le hace falta fingir. El tipo tiene claro que tampoco quiere hacer nada excepcional así que, qué diablos, evidenciemos el fracaso. Sin duda es la opción más cuerda de todas.

pablo casado

Sergio Pérez/REUTERS

El Pablo está aquí en esta instantánea pensando en sus mierdas mientras se inventa algún discurso construido al estilo “cadáver exquisito” con los conceptos y palabras clave que maneja su partido. Un ardid bastante flagrante, si se me permite comentar.

irene montero pablo iglesias

Paul Hanna/REUTERS

Aquí una peña de Podemos con sus cosillas. Comentando tuits y dando visualizaciones a los vídeos de mierda de YouTube de sus colegas.

carmen calvo

Sergio Pérez/REUTERS

Carmen Calvo puede llegar a engañar bastante, con su posado robusto y hierático. Pero que no os engañe, aquí no está haciendo una mierda, y está cobrando por ello. Bastantes pesetas, además. Buenas gafas, por cierto.

gabriel rufian joan tarda

Susana Vera/REUTERS

El dúo este de Esquerra se lo pasa bastante bien con sus bromas y sus parlamentos de indignación. Creo que han entendido perfectamente de qué trata este juego y van a por todas, creando una imagen hipertrofiada del político del siglo XXI. Bueno, al menos son entretenidos.

santiago abascal

Sergio Pérez/REUTERS

Menuda fiera el tipo este. Aquí le vemos descendiendo los escalones del Congreso para soltar alguna disertación indecente mientras piensa en lo poco que ha currado desde que es un político de primera línea. Su partido es, de hecho, una carta de amor a no hacer una mierda en el Congreso.

congreso diputados

Vía Twitter

Aquí arriba varias personas no haciendo una mierda.

congreso diputados

Vía Twitter

Y aquí más peña no haciendo nada.

pp

Vía Twitter

Y esta tampoco hace nada. Y mientras toda esta peña no quiere aceptar que la democracia, en vez de una oligarquía sutil con coartada parlamentaria, es una práctica política que consiste en ceder, perder y romperse, los ciudadanos estaremos aquí trabajando todos los días para que no nos echen de nuestros pequeños pisos alquilados y bien preparados para salir a votar siempre que nos digan.