El martes pasado, tres basquetbolistas de UCLA, incluyendo LiAngelo Ball —hijo del fanfarrón LaVar Ball y hermano menor del estoico novato de los Lakers, Lonzo Ball— fueron arrestado por robar artículos de una tienda Louis Vuitton junto al hotel donde se hospedan en Beijing. UCLA había viajado a China ese fin de semana para inaugurar su temporada contra Georgia Tech, pero los tres jugadores en tela de juicio no tuvieron participación en el juego, ni tampoco pudieron regresar a Estados Unidos por sus arrestos. De acuerdo con algunos reportes, los supuestos culpables podrían pasar dos semanas bajo arresto domiciliario. Este castigo un tanto indulgente podría ser gracia del presidente Donald Trump.El viaje de UCLA coincidió con la visita de Trump en Asia, y los basquetbolistas habían sido arrestados un día antes de la llegada de Trump a Beijing. De acuerdo con The Washington Post, Trump solicitó personalmente al presidente chino, Xi Jinping, ayudar a resolver el caso de los tres jugadores. Por lo general, el Departamento de Estado se encarga de estos asuntos, pero como bien sabemos esta no es una administración típica.
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Era cuestión de tiempo para que Donald Trump y LiAngelo Ball ocuparan la misma columna en los diarios.Luego de que Trump tocara el tema, Xi prometió analizar el caso y asegurar que los jugadores fueran tratados de forma justa y resolver el problema rápidamente, según un funcionario estadounidense quien habló bajo anonimato por la sensibilidad de la situación. John F. Kelly ha estado en contacto con las familias de los jugadores y ha hablado con el entrenador de UCLA, Steve Alford. El funcionario también dijo que los cargos en contra de los jugadores habían sido reducidos y que se esperaba una pronta solución.