Cristiano Ronaldo quería jugar la Copa Confederaciones porque le faltaba en su historial. Debió aguantar en la banca del Madrid por órdenes de Zidane que lo reservó para el cierre de la temporada, celebró la liga y la Champions, y se rebeló a las peticiones del club para no exponer su cuerpo en esta competencia.Cristiano, con toda la carga física de un año exitoso, le dio el triunfo a Portugal sobre el anfitrión Rusia con un gol al minuto 8, cerró sin marca y cabeceó al fondo un centro de Guerreiro. Es de nuevo el mejor jugador del partido.
Con ese gol bastó para marcar la superioridad durante el partido. Rusia existió por momentos, buscó anotar, pero sus intenciones no inquietaron a Rui Patricio. Cristiano fue el hombre que marcó diferencia y a nadie le extraña, las oportunidades pasaron por sus movimientos y las oportunidades que pudieron ampliar la ventaja; la más clara de ellas al 62', de nuevo un cabezazo que pasó por un lado.El anfitrión no ha podido hacer honor de su posición, el estadio presiona en su favor, pero el futbol falla en contagiar. Rusia apostó a los minutos finales para asfixiar a Portugal, la mejor ocasión llegó en el tiempo agregado con un cabezazo de Dzhikya que Rui Patricio vio con alivio pasar por encima del marco. La villanía que Portugal lamentó contra México al borde del silbatazo estuvo a punto de repetirse por la falta de contundencia de sus atacantes.La tranquilidad de ambos depende del resultado de esta tarde entre México y Nueva Zelanda, los goles que han dejado de marcar podrían pesar si el equipo de Juan Carlos Osorio aprovecha las limitaciones que el rival demostró en su primera exhibición.