EXCLUSIVA: Hablamos con David LaChapelle y nos confesó que se hartó de las celebridades

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EXCLUSIVA: Hablamos con David LaChapelle y nos confesó que se hartó de las celebridades

"Hoy pienso en los revoltosos y bulliciosos 70, llenos de trabajo, fiestas y acción y me doy cuenta que todo lo que era relevante para mí en esa época ya no lo es".

Land Scape: Kings Dominion, 2013 . Chromogenic Print ©David LaChapelle. Todas las fotografías son cortesía de David LaChapelle. Todos los derechos reservados.

Un paisaje futurista; Shakira siendo fagocitada por una vibrante Venus Atrapamoscas; Moby se folla a un robot; unas estrellitas blancas cubren tímidamente los inflados atributos de Pamela Anderson; Cameron Diaz ojea una casa diminuta; Eminem desnudo se tapa con una dinamita a punto de estallar y Courtney Love como una suerte de Virgen sostiene en su regazo a un lánguido Kurt Cobain que interpreta a Jesús. ¿Conoces a David LaChapelle? ¿No?

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Seguro que sí. Muy posiblemente has visto los videos "Natural Blues" de Moby; "Spectrum" de Florence+The Machine; o al prestigioso bailarín de ballet, Sergei Polunin, bailando la famosa canción de Hozier, "Take me to Church". Es casi inaudito que alguien de los 70, 80 o 90 no conozca el trabajo de este artista, fotógrafo y director que revolucionó la estética kitsch, pop y la fotografía comercial de nuestros tiempos.

Conoces a David Lachapelle, te lo aseguro, o por lo menos conoces su trabajo. Pero lo que no sabes, es que este gran señor de la fotografía comercial quiere renunciar a la corona que se ha ganado.

Eminem: About to Blow, 1999 . Chromogenic Print ©David LaChapelle

Después de establecerse como autoridad de la fotografía comercial y de moda, LaChapelle desplazó su estética hiperrealista, y kitsch, al plano en movimiento. Con su excéntrico estilo, este fotógrafo se convirtió en el director y productor de videos musicales de artistas como Christina Aguilera, Blink 182, Moby, Jennifer Lopez, Amy Winehouse, Britney Spears, No Doubt y Florence+The Machine. La Chapelle fue uno de esos artístas, que junto con Spike Jonze y Jonas Åkerlund, marcó tendencia con su trabajo y definió la estética de un tiempo: llenó todo de colores brillantes y rudos contrastes; propuso escenarios fantásticos inspirados en la estética barroca, en Boticelli y Caravaggio, entre otros; introdujo un toque hiperealístico y satírico a los tradicionales sets de fotografía comercial y definió lo que esta generación entiende por pop en el campo de la fotografía digital y construida.

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Flashes, flúor, estrellas de Hollywood, sets en miniatura, fama y un mundo incado de rodillas que lo admiraba. El genio y el mito de LaChapelle siguió evolucionando. En 2004, LaChapelle diseñó y dirigió la espectacular obra de teatro The Red Piano de Elton John en el Caesar's Palace, que pasó a la historia por ser su inmenso despliegue de pantallas gigantes, llamaradas de fuego, burbujas y pole dancers. Luego, su interés creciente en el cine lo llevó a hacer el corto documental Krumped que describe y retrata la historia de este nuevo baile hiphopero inspirado en los ataques con cuchillos. Después del éxito del video, LaChapelle decició llevar la historia a las grandes ligas y escribió y dirigió RIZE. En esta pelicula, el krumping y el clowning, como subucultras noventeras en Los Angeles, se presentan con una nueva perspectiva en la que la estética artística sobrepasa y redefine el contexto de violencia y pobreza que rodea los bailes. El largometraje, con una impactante estética callejera, fue estrenado en 17 países diferentes en el verano de 2005 con tal éxito entre los críticos que fue elegido para abrir el Festival de Cine de Tribeca 2005.

Earth Laughs In Flowers: Concerning the Soul, 2008-2011 . Chromogenic Print ©David LaChapelle

David LaChapelle es innegable para la cultura popular, al arte y a la fotografía de este siglo. Este fotógrafo de 52 años fue el gigante que empapó todas las esferas culturales de su tiempo. Pero a finales de 2006, este showman decidió cerrar el telón para esconderse tras bambalinas. David LaChapelle se cansó de la alfombra roja, se aburrió de retratar a las grandes celebridades, Nueva York lo asedió y los proyectos comerciales le dieron escozor. Por eso, se mudó a una casa ecológica en Maui, Hawái, y le dió la espalda a lo que había sido su vida por treinta años.

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Hoy, David LaChapelle ya no pasa días sin dormir, ya no le corre a nadie y ahora solo quiere participar en exposiciones artísticas en reconocidas galerías. Sin embargo, este artista nos concedió una corta entrevista en la que conversamos sobre su estilo, su trayectoria y, sobre todo, acerca de todo ese reino pop a cuyo trono abdicó.

Self Portrait As House, 2013. Chromogenic Print ©David LaChapelle.

VICE: Hola David. ¿Me escuchas?

[Algunos segundos después, David me contesta con una voz suave y pausada].

David LaChapelle: Hola, te escucho. Qué pena la demora. Es que es temprano aquí en Maui. Comencemos.

¿Por dónde comenzamos? ¿Cuál es el principio de este viaje personal a través de la imagen?

Bueno… No sé. Siempre quise ser un artista y esa sensación fue el punto de partida para todo lo que vino después.

Todo comenzó con un David adolescente perdido en el camino. No sabía muy bien a dónde quería ir, qué quería hacer, ni cómo quería hacerlo. Bueno, quería ser un artista, pero en ese momento la escuela pública no estaba funcionando para mí porque me matoneaban día tras día por ser homosexual. Así que abandoné el colegio y me fui un año para Nueva York. Tenía más o menos 16 años. Estaba bastante desubicado y me hacía la vida como podía: trabajaba en bares y hasta llegué a ser conductor de bus de Studio 54. Aunque la pasaba bien, estaba muy preocupado por mi futuro. Afortunadamente fui aceptado en un programa de bachillerato artístico en Carolina del Norte y fue allí donde conocí el oficio de la fotografía y comenzó mi apasionado romance con ella. Esto me cambió la vida. Después del programa volví a Nueva York a probar suerte como fotógrafo y ahí comenzó todo.

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Y entonces conociste a Andy Warhol…

A Andy lo conocí dos veranos después, cuando estaba mostrando mis fotografías en 303 Gallery. Mi trabajo llamó la atención de las personas de Interview Magazine [una de más prestigiosas revistas de moda y cultura de los 70 que, inclusive, se le conoce como la "Bola de cristal del Pop"] que visitaban la galería. Entre ellos estaba Andy Warhol y me ofreció trabajar con ellos. Era muy joven, tenía 17 años, pero todavía recuerdo la conmoción que sentí. ¡Wow! Fue increíble.

My Own Marilyn, 2011 . Chromogenic Print ©David LaChapelle

¡Me imagino! ¿Cómo era Andy Warhol?

Era un tipo muy simpático y siempre generoso. Era amable, positivo, no tengo nada negativo qué decir de él. Sentía un gran respeto y afecto por quien era y por lo que hacía.

Te pregunto por él, porque es muy común que te comparen con este precursor del arte pop. ¿Qué opinas de esta comparación?

No, no somos comparables. No veo la relación porque Andy amaba la ciudad y yo prefiero un lugar tranquilo como Hawái. Él se moría por las fiestas y las reuniones sociales y estuvo en ellas durante toda la vida, y a mi ya no me interesa ese aspecto de la vida. No quiero una vida nocturna, ni una agenda llena de eventos sociales, ni fiestas ni esas cosas. Nada de esto me llama la atención. Definitivamente no: soy una persona aislada, mientras que Andy estaba siempre rodeado de personas. Creo que somos muy diferentes y la comparación es obsoleta.

Bueno, pero en algún momento de tu vida estuviste inmerso en el mundo de la cultura popular. ¿Por qué cambiaste rotundamente tu cotidianidad?

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Todo fue gradual, para mí el trabajo era elegir personas que me parecían interesantes, por su apariencia, su 'statement personal' o profesional y luego las fotografiaba. Pero poco a poco, estos seres dejaron de ser interesantes y auténticos y ya no quería elegir a nadie ni estar rodeado de tanta fama. Después de dos, o más, décadas de mi vida en este círculo llegué a un punto en que solo quería volver a mis raíces. Quería volver al comienzo: a las galerías, a los museos y a la fotografía por la fotografía.

Hoy pienso en los revoltosos y bulliciosos 70, llenos de trabajo, fiestas y acción y me doy cuenta que todo lo que era relevante para mí en esa época ya no lo es. Ahora vuelvo al arte y dejo a un lado el trabajo comercial que solía hacer.

Rape of Africa, 2008 . Chromogenic Print ©David LaChapelle

Pero, ¿crees que es tan diferente el trabajo comercial de la producción artística?

Me encantaría tener una respuesta retocada y maravillosa para ti. Pero la verdad es que depende del proyecto al que te enfrentes. Algunos son más artísticos que otros y otros responden a simples requisitos comerciales. En este momento, disfruto hacer proyectos comerciales solo cuando mi agenda lo permite, porque mi prioridad ahora es exponer en museos y estar inmerso en el contexto artístico. De vez en cuando pongo un pie en la tierra comercial para retomar lazos profesionales. A fin de cuentas, creo que no soy ni puro arte ni puro trabajo comercial. Las dos esferas hacen parte de un solo mundo, el mundo de la pasión al que hoy pertenezco.

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Pasión, coquetería, imaginación, excentricidad. Tus fotos son y siguen siendo un testimonio de una cultura popular norteamericana que le dió la vuelta al mundo. Marcaste una tendencia ¿Cuál es tu reflexión entorno a la moda que alguna vez rodeó tu trabajo?

Bueno, no sé. Lo que pasa es que una modelo o un vestido no son razón suficiente para que yo tome una foto. Para mí, el concepto es más importante en mi trabajo que el simple retrato de una chica bonita. No conozco a muchos fotógrafos de moda que sean suficientemente conceptuales y por eso me alejo de la moda como esencia de la fotografía.

Cameron Diaz: Dollhouse Disasters, 1997. Chromogenic Print ©David LaChapelle

Pero, ¿te aproximaste alguna vez a la fotografía de moda?

Claro. En muchas partes de mi trabajo aparecen elementos de moda y estilo. Lo que pasa es que estos dejaron de ser, hace mucho tiempo, el foco central y la razón por la que hago mis imágenes. Mejor dicho, hacen parte de la escena pero nunca es el elemento principal.

Entonces, ¿cuál es el foco central de tu trabajo? ¿Qué es lo más importante de una fotografía para ti hoy?

Estoy trabajando en una serie que se llama "Paradise" [Paraíso]. El concepto figura en la naturaleza y en el problema que es fotografiarla de una manera que no se haya visto antes. Estoy buscando nuevos ángulos a lo mismo de siempre. Este es un proyecto de exploración del alma que reafirma la idea de que la vida va más allá de lo material. Mi foco hoy y siempre es buscar conceptos infinitamente exclusivos.

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¿Con qué medios logras materializar tus conceptos?

Al contrario de lo que muchos creen, mis concepciones y creaciones no dependen de la manipulación digital. En realidad, me imagino las escenas y las pinto en mi cabeza y luego trato de recrearlas con sets complejos. La fotografía que tomo tiene muy pocos retoques porque la escena ya existía inicialmente. De hecho, durante una época mis sesiones fotográficas estaban dedicadas a explicarle al público cómo es el proceso que, casi siempre, es absolutamente análogo. Lo mismo pasaba con los videos, porque todos eran una extensión del proceso fotográfico.

Dentro de este proceso fotográfico, ¿cómo dirigías a tus modelos y, especialmente, a las celebridades?

Siempre quise que se vieran bien. Básicamente, este era el requisito. Sentía que las personas a las que fotografiaba estaba ahí para que las hiciera sobresalir y brillar. Pero la relación con ellos era simplemente eso. No estaba ahí para ser su mejor amigo, ni para juzgar lo que eran o lo que hacían. Por eso nunca tomé una foto que perjudicara su carrera profesional y mis fotografías siempre fueron algo provechoso para ellos.

Once in the Garden 01, 2014. Chromogenic Print ©David LaChapelle.

Cómo describirías tu sello o estilo personal como fotógrafo?

No creo que un estilo "se produzca". Simplemente pasa sin pensarlo. En mi caso todo pasó como un proceso, fueron una serie de etapas en las que siempre intenté fotografiar lo que me atraía por su belleza innata. Tal vez esta es la constante de mi trabajo y tal vez esto responde a lo que tú quieres llamar estilo.

¿Qué es lo más importante de una foto?

Tiene que tener un propósito visible y tiene que comunicar algo poderoso. La belleza, en todas sus variantes, debe persistir y tiene que forjar el concepto de la imagen. Este es el fotógrafo que fui y sigo siendo, aunque haya cambiado de rumbo.

Archangel Michael: Ando No Message Could Have Been Any Clearer, 2009. Chromogenic Print ©David LaChapelle.

Agradecimientos especiales a Ingrid Barajas, y a la empresa 212 Productions, por facilitar y hacer posible la entrevista con David LaChapelle.

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