​Previa de la Temporada 16-17: Los Clippers

Este artículo es parte de nuestra cobertura sobre la Temporada 16-17 de la NBA.

El que por muchos años fue el segundo equipo de Los Ángeles y el hazmerreír de toda la liga, se encuentra por primera vez en una posición privilegiada. Sí, privilegiada pero demasiado arriesgada y peligrosa. ¿Por qué digo esto? Porque después de todo por lo que han pasado, si los Clippers no llegan a las finales este año, nos podemos despedir de una era.

Cada temporada parece ser la que manda a los Clippers por primera vez en su historia a las finales de conferencia para ver si tienen lo suficiente para llegar a las finales. Y cada temporada vemos cómo ese sueño se destruye frente a nuestros ojos. Ya sea por inmadurez, falta de profundidad en la banca o lesiones sufridas por todas sus estrellas, los Clippers nada más no lo logran. Este año regresan demasiado enojados ya que fue justo esa última razón la que los eliminó la temporada pasada. Chris Paul quiere regresar a estar en el top 3 de botadores de la liga, Blake Griffin se tiene que destapar y quedar en el top 3 de candidatos para el MVP y DeAndre Jordan adquirió mucha experiencia jugando con la selección en los juegos olímpicos. Todo esto más la guía de Doc Rivers y una banca respetable tienen que impulsarlos para que lleguen lejos en los Playoffs o tal vez empezarán a buscar ese éxito en otros equipos.

Empecemos con el berrinchudo favorito de la liga, Chris Paul. Aunque tengo que admitir que disfruto muchísimo ver sus pucheros cuando pierde, nadie puede negar que maneja una intensidad y un nivel de competitividad que no se ve muy a menudo. En cuanto empieza la post temporada, se acabaron las bromas, las sonrisas y la buena onda. A partir de abril, Paul se convierte en Clint Eastwood y nadie puede hacer nada al respecto. Desafortunadamente para él, su cuerpo no suele ir a la par de su mente y sufriría su tercera fractura del metacarpo en su mano derecha el año pasado. Esto lo dejaría fuera de los Playoffs y contribuiría para que los Clippers fueran eliminados. Ahora está sano al 100 por ciento y con ganas de reivindicarse. Cuando se habla de los mejores botadores de la liga se menciona a Curry, Irving, Westbrook, Lillard y luego aparece Paul. No sé si logre escalar posiciones en esa lista, menos con cómo están jugando esos cuatro, pero sí sé que tiene algo que demostrarle a la liga y eso siempre es garantía de buen basquetbol.

Luego viene el Robin de su Batman… o tal vez sea al revés a estas alturas, no estoy seguro, pero hablo de Blake Griffin. El hombre bestia que destruye todo lo que hay dentro de la pintura y que ha desarrollado un muy respetable juego y tiro exterior. Blake también viene de una lesión que lo dejó fuera en el momento más crucial del año pasado y eso lo convierte, junto con Paul, en un tiburón que acaba de oler sangre. Éste debe ser el año en el que esté realmente cerca de llevarse el MVP y de catapultar a los Clippers a otro nivel. Tendrá la ayuda de DeAndre Jordan que después de toda la telenovela con Dallas y una medalla de oro, viene más maduro, con más colmillo, más callo y más ganas de que un equipo angelino que no sea los Lakers llegue a las finales.

Doc Rivers está en la cuerda floja, si no lo logra este año creo que no será sorpresa que lo despidan para buscar a alguien que los lleve más allá de las semifinales de conferencia, una tierra que ningún Clipper ha pisado. Y en serio puede lograrlo, el equipo tiene profundidad, no son sólo estos tres. Están J.J. Reddick, Jamal Crawford, Brandon Bass, Luc Mbah a Moute, Wesley Johnson, Austin Rivers y Maurice Speights, a quien tal vez recuerden como el que los hacía pensar "¿Qué hace ese poste tirando y metiendo triples?" la temporada pasada cuando jugaba en Golden State.

No olvidemos que ahí en el fondo está "The Truth". Paul Pierce anunció que será su última temporada y aunque no le quede mucho en el tanque y tal vez sólo logre un tiro ganador en todo el año, lo que aporta un jugador de su calibre en los vestidores no tiene precio.

Así que sí, será la temporada de "make it or break it" para los Clippers. Se están convirtiendo en el Oklahoma City que nada más no lograba nada y pues, ya sabemos cómo acabó esa historia. Veremos qué nos depara en California este año.