FYI.

This story is over 5 years old.

canasta básica

George Karl y sus "40 años sobreviviendo en la NBA"

Karl figura en la lista de muchas personas para entrar al Salón de la Fama. Desafortunadamente para él, escribió un libro donde básicamente critica a medio mundo y no sé si eso afecte su futuro en Springfield.
USA Today Sports

Qué mejor manera de cerrar este 2016 que con más furia y locura por parte de una figura pública, ¿no creen? No, no estoy hablando de Draymond Green, J.R. Smith o Charles Barkley, en esta ocasión, la controversia viene de parte del ex entrenador George Karl.

George Karl fue un entrenador que siempre estuvo presente pero nunca hizo mucho. La mayoría lo recordamos por ser el responsable de la dupla Payton-Kemp en Seattle pero insisto, lo único que lograría sería llegar a las finales para perder contra los Bulls de Jordan. Previo a trabajar en Seattle, pasaría unos años en Cleveland donde lo despedirían. Luego vendrían los Warriors donde lo despedirían. De ahí, los Supersonics donde después de 7 temporadas, lo despedirían también, ¿empezamos a encontrar un patrón por ahí? Luego Milwaukee, Denver y Sacramento donde, ya lo saben, lo despedirían. Aún con toda esta falta de éxitos que solo incluye un premio al entrenador del año en la temporada 2012-13, Karl figura en la lista de muchas personas para entrar al Salón de la Fama. Desafortunadamente para él, escribió un libro donde básicamente critica a medio mundo y no sé si eso afecte su futuro en Springfield.

Publicidad

Leer más: Las mejores actuaciones navideñas en la NBA

El libro, titulado Furious George: My Forty Years Surviving NBA Divas, Clueless GMs, and Poor Shot Selection sale a la venta en enero pero algunos periódicos obtuvieron un adelanto y podemos corroborar que el título para nada es falso, Karl está furioso y se le va encima a todos los que puede. Por ejemplo, Carmelo Anthony a quien entrenó en Denver. Dice que Melo es el mejor jugador ofensivo que entrenó en toda su carrera pero que le importaba más la fama, lo que pasaba fuera de la cancha, que le costaba mucho trabajo compartir el protagonismo y no defendía. Como si fuera poco, también dijo que tanto Melo como Kenyon Martin contaban con dos cargas muy pesadas y negativas en sus vidas: todo ese dinero y ningún papá que les enseñara a comportarse como hombres. Órale, relájese, señor. Cada quien sus cubas pero atacar a alguien por no tener papá es bajísimo.

La cosa, obviamente, no paró ahí. Reveló que en 1994 se estaba tramando un trato que mandaría a Scottie Pippen a los Sonics a cambio de Ricky Pierce, Shawn Kemp y la primera selección del draft. Tras estar inseguro del asunto, decidió platicarlo con Michael Jordan que estaba ocupado jugando beisbol. La respuesta de Jordan fue "Hazlo, Scottie puede hacer mejores a tus demás jugadores, Kemp no". Ojo aquí, esta cita no implica que Jordan quisiera a Pippen fuera de Chicago, simplemente lo alaba como el gran jugador que es, y, como él ya estaba "retirado", realmente no importaba lo que pasara con su antiguo equipo y si había una mejor oportunidad para su amigo, debería tomarla. Desafortunadamente o afortunadamente, dependiendo a quién le vayan, el trato se vino abajo, Kemp se quedó en Seattle y Pippen tuvo su mejor temporada el año siguiente con los Bulls.

Publicidad

Damn.#Blazers Coach Terry Stotts has no time for George Karl, re: @Dame_Lillard.
Love this. pic.twitter.com/03Tpew6WOb
— Rachel Nichols (@Rachel__Nichols) December 29, 2016

¿Qué dicen? ¿Hay más? ¡Claro! En una reciente entrevista en la que medio intentaba disculparse de lo que puso en el libro y no, después de hablar de su teoría de conspiración de que la NBA influye en los juegos a través de los árbitros para que los mejores jugadores lleguen más lejos en los playoffs, dando los ejemplos de los Suns de Barkley y los Sixers de Iverson, decidió tirarle mierda a jugadores que ni siquiera ha entrenado. Dijo que había algo malo con los Blazers de Portland pero no sabía qué, su teoría dice que algo malo estaba pasando con Damian Lillard o con el entrenador Terry Stotts pero que al conocer a Stotts y saber lo talentoso que es, la culpa la tiene Lillard por recibir tanta atención. Alguien que el año pasado llevó a Portland muy lejos pero se encuentra con un récord nada favorable este año.

Al escuchar esto, el señor Stotts, con toda la clase que lo caracteriza, dijo: "Le debo mucho a George. Empecé en la NBA con él. No estaría aquí de no ser por él, es un entrenador exitoso. Ahora, si quiere disminuir sus posibilidades de entrar al Salón de la Fama y sus posibilidades de ser entrenador en la NBA de nuevo, si quiere aclarar sus cuentas con jugadores, managers o quien sea, esa es su prerrogativa. Pero en cuanto a mi equipo se refiere, y a mis jugadores, se tiene que mantener al margen. No conoce a Damian Lillard, no sabe cómo es para entrenar, no sabe lo buen compañero de equipo que es, no sabe lo mucho que a Damian le importa ganar, y lo importante que es para esta franquicia. No puedo tolerar sus comentarios, por más bienintencionados que hayan sido".

Por lo visto Karl le está echando toda la carne, o gasolina, al asador para promocionar el libro y aunque también dice que le gustaría volver a entrenar en la NBA, dudo mucho que alguien quiera jugar para él.

Furious George sale a la venta el 10 de enero y seguramente no será la última vez que escuchemos algo de este rabietas.