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FIGHTLAND

El mundo está ardiendo a días de UFC 205

Si había un buen momento para que un peleador le dijera algo al mundo sobre el Presidente electo de EUA, este sábado podría ser el bueno.
Photo by Jason Szenes/EPA

En una falla catastrófica de la imaginación y del Sueño Americano, los ciudadanos de los Estados Unidos votamos por el estafador, beneficiario de declararse en bancarrota, estrella de televisión de realidad, llorón con bolsillos sin fondo y racista con primeros esbozos de Alzheimer— que probablemente ahora intentaría meterme a la cárcel por escribir esto si pudiera leer más que sólo 140 caracteres— para ocupar la oficina oval de la nación.

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Los ciudadanos somos esto: tarados, xenófobos y trogloditas que toman represalias contra cualquiera que intenta explicarnos los méritos del pensamiento critico y la empatía, y por eso es tan importante saber distinguir un meme de la pinche sección principal de The New York Times y los ideales nacionales que en verdad importan, al elevar a una persona como Donald Trump como si fuera el salvador de un país que ya estaba haciendo bien las cosas en general, claro exceptuando la percepción de lo real de algunas personas.

Cada artículo con tintes políticos en Fightland presenta un poco de humor y de comentarios graciosos, pero les ahorraré todo eso: soy un mariposón liberal. Quería que ganara Hillary Clinton, y por varias razones. La primera y más importante es que no tendría que decirle a mi hijo pequeño que, aunque está rodeado de idiotas, debería tener el beneficio de la duda y sentir empatía por el hecho de que llegaron aquí por circunstancias diferentes a la suya. Ahora en lugar de eso, debido a que su jefe supremo es un fascista, amante de la fuerza bruta, racista, sabelotodo y le encanta provocar a las personas para que se agarren a golpes, ahora tengo que enseñarlo a someter idiotas en pro de su supervivencia.

Lo que me lleva al UFC 205 que se llevará a cabo este sábado, y que estará encabezado por Conor McGregor y Eddie Alvarez. El nexo del universo esta semana en Manhattan, sitio de la celebración post victoria y post derrota de Donald Trump y Hillary Clinton, así como el debut de UFC en el Madison Square Garden. La última vez que escribí sobre UFC 205 lo hice con emoción. Ahora a menos de una semana nos enteramos que Rashad Evans tuvo que retirarse de la pelea, y estábamos acostumbrándonos a no tenerlo y pensamos en lo bueno que sería el sábado.

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Tenemos una pelea estelar que trasciende dos divisiones de peso y en virtud de las peleas programadas, el evento le dará a los espectadores una experiencia increíble. Tenemos una pelea de título wélter con Tyron Woodley, campeón elocuente cuyo color de piel y formación lo convierten en una mala persona ante los ojos de Trump, defendiendo su título ante Stephen Thompson; el regreso de Khabib Nurmagomedov, musulmán que sería vetado de por vida sólo por su religión: un par de mujeres polacas que pelean por el título, pero está bien porque ambas son blancas, y son capaces de ser tocadas inapropiadamente y esas cosas que ha dicho Trump, además de muchas peleas más.

Foto por Justin Lane/EPA

Pero hay muchas cosas pasando el mismo tiempo en el MMA. No olvidemos el hecho de que Kelvin Gastelum peleará en un combate de consolación contra Donald Cerrone —peleador que estará en la cartelera estelar, y cuya infinita sabiduría que de ninguna manera refleja los caprichos de los peleadores— promocionó a Donald Trump al mismo tiempo que expresó su deseo por ser el rostro de la unión de peleadores. Recordemos que Tito Ortiz le proclamó lealtad a Trump a pesar de su herencia mexicana. Y nunca olvidemos al Presidente de UFC mostrando su apoyo a Trump en la Convención Nacional Republicana, además de los lazos entre Trump y el MMA, que son una humillación para el deporte que todos amamos.

Si había un momento para que un peleador se elevara y se pusiera en el lado correcto de la historia, sería la noche del sábado cuando todo el mundo esté viendo. Imaginen a Conor McGregor, el peleador de MMA más famoso del mundo que ya le dijo a Trump que "shut his big fat mouth" diciendo algo malo sobre el nuevo Presidente mientras sostiene dos cinturones. Imaginen a los demás peleadores de la cartelera haciendo lo mismo.

UFC 205 es un gran evento, y probablemente es el mejor de todos. Manhattan es el lugar más lúgubre de los Estados Unidos ahora y UFC 205 no le da confort a una realidad en la que literalmente hablé con mi esposa sobre la posibilidad de mudarnos a alguna provincia canadiense, para evitar las amenazas económicas, raciales, nucleares y existenciales que nos presenta la presidencia de Trump.

Felicitaciones a todos los que se convencieron de que no importaba por quien votaban. Su estupidez debe ser reconfortante. Tendrán que acostumbrarse a todo lo malo que sucederá en el Congreso, la Oficina Oval y la Suprema Corte, que se convertirán en un lugar como de pesadilla. Con su votación arruinaron un gran experimento. Pero antes de que todo se vaya al carajo, veamos las peleas.