FYI.

This story is over 5 years old.

luchando contra los elementos

De cómo Islandia se convirtió en el país con la mejor selección de fútbol por habitante del mundo

En Islandia vive tanta gente como en Córdoba: ¿cómo pueden ser tan buenos en el fútbol? Viajamos a la isla para conocer los porqués de sus óptimos resultados.
Photo by Andreas Tille via Creative Commons

¿Qué país tiene la mejor selección de fútbol del mundo? Actualmente, y siempre según las clasificaciones oficiales de la FIFA, Argentina. Bueno, eso tiene bastante sentido. Pero estoy aquí para deciros que la FIFA se está equivocando. La mejor selección del mundo, paradójicamente, nunca ha jugado en un Mundial y ni siquiera se ha clasificado para un solo torneo importante. El equipo nacional en cuestión es el de un país pequeño con una población alrededor de 317.000 habitantes: estoy hablando de Islandia.

Publicidad

Más fútbol: El secreto mejor guardado del fútbol formativo europeo

Al escribir estas líneas, el equipo nacional islandés ocupa el puesto 23 sobre los 209 países reconocidos por la FIFA. Eso por sí solo es bastante sorprendente. Es, con mucho, el país más pequeño en el Top-50. Sin embargo, si se ajusta dicho Top-50 de forma proporcional a la población, Islandia no es vigesimotercera… sino primera, y con un amplio margen, con 354 personas por cada punto de la FIFA. Haciendo los mismos cálculos, Argentina, con 28.744 habitantes por punto, sería uno de los últimos del ranking.

En la fase de clasificación para la Copa del Mundo de 2014, Islandia cayó en el último obstáculo, en un desempate contra Croacia. "Hubiéramos sido la nación más pequeña de la historia en clasificarse para la Copa del Mundo", me dijo por teléfono Heimir Hallgrímsson, uno de los dos seleccionadores que tiene el país junto a Lars Lagerbäck. No me pareció decepcionado, sino optimista: la próxima oportunidad del equipo de participar en un gran torneo no estaba lejos.

Islandia acaba de lograr una histórica clasificación para la Euro 2016 y encabeza un grupo con rivales del nivel de Turquía, los Países Bajos y la República Checa, entre otros. Los islandeses ya han vencido a turcos y holandeses —dos veces. De hecho, hasta ahora Islandia ha perdido solo una vez, en casa de los checos.

Si sois fans de las historias humildes, esta os gustará: ver a Islandia jugar, al fin y al cabo, es como ver a un ratón rugiendo. Te quedas con una sola pregunta: ¿cómo es posible?

Publicidad

El equipo islandés celebrando un triunfo. Imagen vía WikiMedia Commons

Un día de primavera de 1996, en un partido amistoso frente a Estonia, el entonces seleccionador islandés Logi Olafsson señaló a un chaval rubio de Reykjavík y le ordenó que empezara a calentar. El chico entró al campo por Arnór Guðjohnsen, una leyenda del fútbol islandés que entre otros jugó para el Anderlecht belga y el Girondins de Burdeos francés en una época en la que apenas había jugadores profesionales en Islandia.

Nadie se lo imaginaba aún, pero el muchacho que ese día reemplazó a Arnór iba a superarle. Se trataba de su hijo, Eiður Smári Guðjohnsen.

Eiður, que jugó para el Chelsea FC y el FC Barcelona —llevándose una tonelada de títulos por el camino— es el Michael Jordan de Islandia.

"[Los niños de hoy] siempre han tenido a Eiður Guðjohnsen como un modelo a seguir, como un icono", asegura Magnus Magnusson, un mánager islandés cuya agencia Total Footbal representa a un buen número de jugadores del país —incluyendo tanto a Eiður como al delantero islando-estadounidense Aron Johannsson. "Tener a Guðjohnsen de referente les ha ayudado muchísimo. Les hace creer [a los jugadores jóvenes] que es posible."

Mientras crecía, Eiður tuvo algo que otros niños en Islandia no tenían: un padre que conocía el juego del fútbol por dentro y por fuera, una suerte de mentor y entrenador juntos en una sola persona. La situación ahora es diferente. Hoy en día, en Islandia, encontrar a un entrenador de fútbol es tan fácil como ir al pueblo de al lado.

Publicidad

"No creo que ningún otro lugar del mundo tenga una mayor cantidad de entrenadores de las categorías UEFA A y UEFA B por número de jugadores", asegura el seleccionador Hallgrímsson. La UEFA y los países europeos han hecho un gran esfuerzo para estandarizar el nivel de instrucción que los jugadores reciben, y en general, los entrenadores más calificados suelen pertenecer a un país muy bueno en fútbol.

Sobre el panorama en Islandia, un funcionario de la Federación islandesa aseguró a VICE Sports que el país disponía de 563 entrenadores con licencia UEFA B y 165 con licencia A a finales de 2013. Esto no parece mucho a primera vista, pero son bastantes más entrenadores por habitante que España o Alemania.

"Aquí no importa cómo de grande o pequeño sea cada pueblo, ya que todos tienen entrenadores calificados igual de buenos que en los clubes de la primera división de Islandia", cuenta Hallgrímsson. "Los niños reciben la misma formación sin importar dónde vivan. Creo que eso es muy bueno tanto para ellos como para el fútbol islandés. Es una especie de ambición común a todos los pueblos de Islandia la de tener un buen entrenador en su equipo y tener buenas instalaciones para la formación de los niños. Así, cada pueblo está orgulloso de haber producido buenos jugadores de fútbol".

Legendario en su país: Guðjohnsen, que pasó por Chelsea, Barça y Mónaco entre otros, es un referente para los jóvenes islandeses. Foto de Eric Gaillard, Reuters.

El entrenamiento es sólo un aspecto de la evolución deportiva del país. A mediados de los años 90, las instalaciones de fútbol de Islandia eran bastante pobres, razón por la cual jugar en invierno era difícil… si no imposible.

Publicidad

"Hoy, las instalaciones son realmente mucho mejores de lo que eran, por ejemplo, de cuando yo jugaba", explica Hallgrímsson, que jugó en la primera división de fútbol de la liga islandesa a partir de finales de los 80. En la última década, Islandia ha construido hasta siete campos de fútbol de tamaño completo y cuatro de tamaño reducido.

"Tenemos campos de fútbol-5 de césped artificial en prácticamente todas las escuelas del país. Además, casi todos los clubes de Islandia tienen un campo de césped artificial que podemos utilizar 12 meses al año", relata Hallgrímsson.

Como resultado, Islandia ha producido muchos jugadores jóvenes muy talentosos en la última década a un ritmo que jamás había alcanzado. Antes, las infraestructuras y los campos de entrenamiento en realidad no ayudaban mucho a crecer como jugadores a los jóvenes futbolistas hasta su adolescencia: hoy, hay niños y niñas de cinco años que pueden utilizarlos y disfrutar de ellos.

A ello debe unirse el hecho de que la Premier League islandesa, la máxima competición de fútbol del país, es semi-profesional; ello implica que los mejores jugadores islandeses son fáciles de exportar y resultan de bajo coste para los equipos europeos. Pero es una calle de doble sentido; para un jugador con ambición, la única manera de lograr su sueño sigue siendo ir al extranjero. El país cuenta con 58 profesionales de alto nivel que juegan en Europa y con otros 23 en las divisiones juveniles del continente.

Publicidad

Aquí es donde todas mis conversaciones con técnicos y jugadores islandeses tomaron un giro filosófico: en Islandia, para triunfar debes salir al extranjero. El país puede producir buenos jugadores jóvenes, pero para ponerse a prueba como profesionales tienen que sacrificarse y marcharse de la isla. Si tienes 17 años y pretendes ser futbolista profesional, en Islandia no tienes más remedio que estar dispuesto a irte a vivir solo a un país nuevo para ti.

El islandés Kolbein Sightorsson (derecha) pugna por un balón con el holandés Davy Klaassen en el partido clasificatorio para la Euro 2016 que los isleños vencieron a los 'oranje' el pasado 3 de septiembre. Foto de Michael Kooren, Reuters.

Esto nos lleva a la pregunta sobre el "carácter islandés", a falta de un término mejor, y de lo que significa vivir en una pequeña isla en medio del Atlántico Norte. Todo se reduce a esto: la gente de Islandia hace mucho veía la vida como una lucha.

Islandia, una isla desierta, fue uno de las últimas zonas de Europa colonizadas por los seres humanos. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Islandia era uno de los países más pobres del continente: hoy en día es uno de los más desarrollados, pero ese espíritu de lucha contra los elementos de la naturaleza, contra la posición aislada, ha permanecido.

Según Magnus, los jugadores de Islandia tienen fama de perseverantes y luchadores. Son conocidos por ser pacientes y por trabajar duro. Olafur Helgi Kristjánsson, entrenador del FC Nordsjælland danés —uno de los primeros entrenadores de la nueva oleada de profesionales procedentes de Islandia— considera que este espíritu va mucho más allá del negocio del fútbol. Es una especie de ambición islandesa compartida.

Publicidad

"Es un deseo interno, o un hambre, o como queráis llamarlo. Creo que es una parte muy importante de nuestra naturaleza, y lo mismo vale para mí como entrenador. Me podría haber quedado en Islandia y convertirme en un pez grande en un estanque pequeño, pero quería lograr algo más: quería desafiarme a mí mismo profesionalmente. Cuando me dieron la oportunidad [en el FC Nordsjælland], la ataqué. Es importante tener el deseo de crecer como persona y como profesional. Para ello tienes que estar dispuesto a sacrificar algo".

Eso es parte de la realidad de quien viene de un lugar geográficamente aislado: marcharte al extranjero, luchar, probar tus fuerzas una y otra vez. Olafur expresó su preocupación de que tal vez los jóvenes jugadores pudieran perder este sentido de la lucha, porque las cosas se están volviendo demasiado fáciles para ellos.

"Los niños en Islandia tienen una buena oportunidad de practicar este deporte", dijo. "Pero pasar de la nada a algo y luego ir de algo a algo más grande exige también mucho trabajo".

Cabe decir que esta nueva forma de trabajar ha permitido construir una buena selección nacional. La infraestructura y la dirección técnica proporcionan la plataforma de lanzamiento: Eiður demostró que es posible triunfar. Al óptimo nivel actual también ha colaborado mucho la química dentro del equipo, dado que muchos de los jugadores crecieron juntos en las categorías inferiores y llevan años jugando unos contra otros o incluso en el mismo equipo. "La selección no puede entrenar mucho junta, y por eso que los jugadores ya se conozcan es siempre beneficioso", explica Hallgrímsson.

"Estamos dispuestos a trabajar duro y a hacer un esfuerzo adicional si ello nos permite sumar más éxitos", continúa Hallgrímsson. "Creo que esa es la fuerza del individuo que vive aquí. Estamos acostumbrados al mal tiempo; estamos acostumbrados a ir andando a la escuela cuando hace mucho viento y mucho frío. Yo diría que estamos acostumbrados a tener el viento en contra en la vida en general. Creo que esa es nuestra gran ventaja", concluye.

Sigue a Brian Blickenstaff en Twitter: @BKBlick