Migrantes tratan de saltar la valla de Melilla desde Marruecos. (Imagen por Paco Guerrero/EPA)
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Guardia fronteriza a cambio de concesionesDesde principios de los 90, Marruecos ha explotado su rol de agente fronterizo dejando pasar a migrantes a conveniencia. Lo ha hecho para conseguir concesiones políticas o para cuestiones mucho menos trascendentales, como berrinches de su monarca. En agosto de 2014, después de que una patrulla de la Guardia Civil parara a Mohamed VI mientras montaba una moto de agua, en 48 horas llegaron a España tantas pateras como en todo lo que iba de año."Hay momentos en los que Marruecos parece aflojar el control para negociar en otros campos", sostiene Lorenzo Gabrielli, investigador del GRITIM (Grup Interdisciplinari de Recerca sobre Immigració) de la Universidad Pompeu Fabra (UPF).Pero el objetivo de sus iras siempre había sido el gobierno español, recuerda Zaragoza: "Hasta el momento lo había hecho para presionar a España. Nunca hasta ahora lo ha hecho para presionar a la Unión Europea". Y motivos no le faltarían. A finales de 2015 el Tribunal Europeo de Justicia emitió un fallo que anulaba la aplicación de la liberalización de aranceles acordada en 2012 en el territorio en disputa del Sáhara. Marruecos anunció en febrero la suspensión de todo contacto con la UE en protesta.La crisis de refugiados deja en papel mojado la regulación de la Unión Europea. Leer más aquí.
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